Hace más de dos años, en medio de una fallida guerra contra el huachicol, en el poblado de Tlahuelilpan, Hidalgo, ocurrió una tragedia por la explosión de una toma clandestina en instalaciones de Pemex que dejó 137 muertos, pero como si nada hubiera pasado, el gobierno de la República ha optado por mantener el asunto al más bajo perfil, en otras palabras, tirarlo al olvido.
Pemex reservó la información y argumentó que, de revelarse, se comprometería la seguridad nacional y pública. Es decir, el gobierno de la 4T prefiere no dar explicaciones acerca de estos hechos lamentables.
Pemex debe informar fecha y hora en la que tuvo conocimiento de fuga en ducto de Tlahuelilpan, Hidalgo
Sin embargo, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), ordenó a Petróleos Mexicanos (Pemex), entregar una versión pública de las notas preliminares sobre la explosión suscitada en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo que incluyen fecha y hora en que ocurrió la fuga en el ducto.
Asimismo, Francisco Javier Acuña, comisionado del INAI, señaló que se debe garantizar el derecho a la verdad, además de investigar, perseguir y llevar a juicio a los responsables de las tomas clandestinas. El comisionado destacó “Consideramos que bien se puede ofrecer una versión pública de estas dos notas levantadas, en las que queda constancia de las comunicaciones de advertencia y de conocimiento del incidente dentro de la propia paraestatal, y esto naturalmente va conectado con el derecho a la verdad como principio para la rendición de cuentas, que es un asunto de capital importancia”.
{username} (@novalick) July 1, 2021
Una deuda millonaria
Adicional a la resolución del INAI de transparentar lo sucedido en la tragedia, la Organización Nacional de Responsabilidad del Estado A. C. (ONRE) informó que tras dos años de litigio, el 25 de junio del 2021 el juez titular del juzgado Décimo Primero de Distrito en materia civil en la ciudad de México, dictó una resolución que declara procedente la demanda colectiva que iniciaron a favor de las víctimas de la explosión ocurrida el 18 de enero de 2019 en Tlahuelilpan, Hidalgo donde se demanda que Seguros Mapfre México dé cumplimiento a la póliza de responsabilidad civil que contrató Pemex por una cobertura de hasta mil millones de dólares en eventos como el ocurrido.
Se afirma que en ese siniestro Pemex no ejerció la póliza del seguro de responsabilidad civil con Mapfre y que reclaman como indemnización por la muerte y responsabilidad civil correspondientes la cantidad de mil cien millones de dólares que serían repartidos entre los deudos de las 137 personas fallecidas y los ocho sobrevivientes.
En enero de 2020, al año de la desgracia, AMLO, acompañado por la entonces subsecretaria de Gobernación, Diana Alvarez y por el gran amigo de Pío López Obrador, el que le dio dinero para la causa de su hermano; León, en su carácter de director de Protección Civil del Gobierno federal, presentó un informe sobre Tlahuelilpan, Hidalgo en el que afirmó que el gobierno federal brindó acciones inmediatas tras la explosión tales como apoyo humanitario, terapéutico y funerario, así como la entrega de apoyos bimestrales, mensuales y únicos.
Además, con la acostumbrada demagogia de la 4T, el 18 de enero de 2020 se realizó un evento conmemorativo (político-electoral) en Tlahuelilpan, Hidalgo donde se acompañó a los familiares de las víctimas para “rememorar los sucesos”.
En esa ocasión, el presidente en su discurso mostró más empatía hacia los huachicoleros que hacia las víctimas, al asegurar que se tiene “el compromiso de seguir dando opciones” a los ladrones de combustible y puso como ejemplo las acciones del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”.
Lo dramático es que la administración de AMLO, busca el olvido de las grandes tragedias y fustiga a quien recuerda o exige justicia o a la prensa que da cuenta de los acontecimientos, pero, eso sí, los eventos ocurridos en administraciones pasadas son explotados hasta el cansancio y no se duda en señalar responsables.
¿AMLO explota el dolor de las víctimas?
En 2006 a causa de una explosión, unos trabajadores quedaron sepultados en la mina de Pasta de Conchos y, en una conferencia mañanera de agosto de 2020, aprovechando el dolor de los familiares de las víctimas, AMLO armó un tremendo show en el que refrendó su compromiso de justicia y rescate de los cuerpos.
De igual manera en el lamentable caso de Ayotzinapa, el presidente se ha dedicado a explotar el dolor de los padres con fines claramente políticos-electorales, incluso firmó un Decreto Presidencial para el Acceso a la Verdad en el caso Ayotzinapa, asegurando que su administración garantiza a madres y padres de los 43 desaparecidos de la Normal Rural “Isidro Burgos” que no habrá impunidad, trabas ni obstáculos para llegar a la verdad y hacer justicia. Además, se reúne con los padres de las víctimas con frecuencia o cada que requiere publicidad.
Finalmente, la tragedia de Tlahuelilpan, Hidalgo ocurrida en enero de 2019 en la comunidad de San Primitivo y ya bajo la administración de la 4T, dejó 137 muertos. Finalmente se reservó la información. Al día de hoy, continuan las tragedias, como el derrumbe de un tramo de la Línea 12 del Metro de la CDMX. AMLO, guarda silencio y pretende callar a quienes comentan las tragedias.
Ese es el criterio de AMLO, se vale hablar y explotar hasta el infinito el dolor de las víctimas, pero solo si ocurrieron con sus antecesores; se pueden señalar responsabilidades, pero no es necesario ofrecer soluciones o una verdadera reparación del daño, pero, si se trata de tragedias ocurridas bajo su mandato, se debe callar y mandar al baúl del olvido, principalmente si alguno de sus allegados ha sido plenamente identificado como responsable.