La pandemia del Covid-19 trajo un fuerte impacto no solo en la salud de las personas y en los sistemas de salud de las naciones, sino en la economía y ahora el reto radica cómo se logrará recuperar la economía mundial.
Los organismos internacionales en materia económica como el FMI, Banco Mundial, OCDE, así como la ONU y la Organización Mundial de la Salud coinciden en que, para poder salir de la crisis económica provocada por la pandemia, la población mundial debe ser vacunada y a partir de ello, planear y ejecutar esquemas y sistemas económicos que permitirán recuperar la actividad productiva.
Sin vacuna no habrá recuperación
Recientemente la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Cristalina Georgieva, advirtió que no habrá una recuperación verdadera de la crisis económica causada por la COVID-19 hasta que la pandemia no haya terminado del todo y por ello urgió mayores esfuerzos en la campaña de vacunación global.
Hace unos días, antes de dejar su responsabilidad como secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el mexicano José Ángel Gurría, señaló que, aunque el panorama económico mundial ha mejorado en los últimos meses, la incertidumbre sigue siendo muy alta y aseguró que “el ritmo de recuperación todavía depende de la velocidad de vacunación”.
Gurría presentó un análisis publicado por la OCDE, donde se señala que el producto interno bruto (PIB) mundial crecerá 5,6 por ciento este año y 4% en 2022. Si la aplicación de la vacuna es lenta y el virus sigue en alta circulación con una variante, el PIB mundial podría ubicarse un 2% por debajo de la principal proyección para fines de 2022.
Nada será igual
Con la pandemia se gestaron cambios radicales para la economía mundial, sobre todo por la necesaria adaptación a nuevos sistemas como las tecnologías digitales, uso de energías renovables y cuidado del medio ambiente, ámbitos en los que se abrió un proceso de transición que, una vez que se alcance la meta de vacunación, determinará la capacidad de recuperación de la economía mundial e incluso,un nuevo sistema económico.
Otro punto en el que coinciden los principales líderes del mundo es el papel vital que el comercio desempeña en la recuperación económica.
No es momento de encerrarse completamente
En este escenario lo que resulta necesario es abrir nuevas vías y rutas con diferentes regiones del mundo e impulsar acciones para un sistema de comercio multilateral más justo y con reglas que contemplen las nuevas formas y estructuras de producción.
En esta nueva realidad, una nación que apueste al proteccionismo o a encerrarse no estará en condiciones de crecimiento ni de crear oportunidades pero tampoco se puede caer en una apertura indiscriminada y sin reciprocidad.
Lamentablemente el ejemplo más claro es el caso latinoamericano donde por incompetencia, los gobiernos que se aferraron a estrategias locales sin considerar respuestas globales, lo que consiguieron fue agravar el impacto de la crisis sanitaria.
El reporte del Panel Independiente para la Preparación y Respuesta ante la Pandemia muestra que en 2020 la región latinoamericana obtuvo los peores resultados económicos del mundo.
Mientras la producción mundial se contrajo un 3,3%, en América Latina y el Caribe la contracción fue del 7% y en países como Argentina, Perú y México se registraron algunas de las mayores reducciones del PIB a nivel mundial.
Por ello, ahora se propone la creación de un Consejo Mundial ante una pandemia, integrado por jefes de Estado y de Gobierno, para tomar las decisiones estratégicas para atender amenazas globales contra la salud.
La recuperación de la economía mundial no puede ni debe estar en manos de un solo país ni de lo que cada uno pretenda hacer por su cuenta, no es momento de egoísmos ni de egolatrías de presidentes y líderes mundiales.
Tampoco es momento de aplicar fórmulas únicas ni de aislarse. El mundo se está reacomodando y requiere de la cooperación de todos.
En este sentido, el pasado martes, tuvo lugar una reunión entre los representantes de las dos economías más fuertes del mundo, la estadounidense y la China. Debido a la pandemia el mundo sufrió importantes movimientos en los equilibrios comerciales que afectaron sobre todo a estas dos naciones, mientras la economía estadounidense se contrajo un 3,5% en 2020, su peor caída desde 1946, el año pasado la economía china se expandió un 2,3% para convertirse en la única economía importante que registró crecimiento.
Esta situación obliga a que, antes de una guerra comercial como lo planteó Donald Trump, se planteen acuerdos que beneficien a todos.
De hecho, la reunión entre la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, con el viceprimer ministro chino, Liu He fue para discutir la recuperación económica mundial.
Ni siquiera las principales economías del mundo la tienen fácil, incluso el presidente Joe Biden comentó a principios de mayo que queda un “largo camino por recorrer” antes de que la economía de su país se recupere de la recesión provocada por la pandemia.
Miente quien afirme que ya lo logró. Miente y es muy irresponsable, porque estamos ante la mayor crisis económica que la humanidad moderna ha enfrentado.