Empecemos con una frase muy trillada pero muy cierta, en política no existen las casualidades y para entender el fondo de la confrontación entre el compañero presidente Andrés Manuel López Obrador y el excandidato del PAN a la presidencia, Ricardo Anaya, hay que analizar quiénes están detrás y cuáles son los motivos de un lado y del otro.
Juntos llegaron al poder
Entre los principales personajes que apoyaron a AMLO para que llegara a la presidencia están el actual senador de Morena, Ricardo Monreal, el también senador y líder de MC, Dante Delgado, el actual gobernador electo de Sonora, Alfonso Durazo y el presidente vitalicio del PT, Alberto Anaya.
¿Qué tienen en común estos importantes líderes políticos? En primer lugar, todos ellos son muy amigos de Manlio Fabio Beltrones y pertenecen a la corriente salinista.
En segundo lugar, fueron integrantes de la LXII Legislatura, de 2012 a 2015, de la que también formó parte el joven maravilla, Ricardo Anaya.
En tercer lugar, todos ellos votaron las reformas estructurales del presidente Enrique Peña Nieto. En otras palabras, si fuera cierto que hubo pago de por medio para la aprobación de las reformas estructurales como afirma AMLO, tendría que juzgar, no solo a Ricardo Anaya, sino a todos los personajes antes mencionados, que hasta hoy fungen como sus aliados.
En cuarto lugar, todos son muy amigos y contrarios al expresidente Peña Nieto, a quien atacaron durante toda su administración.
MC y Anaya
Anaya y Dante caminaron de la mano en la campaña de 2018, cuando Delgado lo recibió en las oficinas de MC, advirtió que el queretano en poco tiempo “ha demostrado capacidad, madurez y decisión” y, como si supiera lo que enfrentaría años después, enfatizó: “Conoce las consecuencias de enfrentar al régimen y los alcances del sistema pervertido que mantiene al PRI en el gobierno”.
En aquel momento Dante defendió estoicamente a Ricardo Anaya de las acusaciones que desde entonces le imputaban, argumentando que todo el procedimiento legal del caso había sido violentado. “Ellos (refiriéndose a los priistas) no quieren que haya esclarecimiento jurídico, lo que quieren es escarnio mediático, lo que quieren es lastimar la honorabilidad del candidato de la coalición por México al Frente, es un acto perverso generado por un régimen pervertido”. Con AMLO resultó peor.
Rompimiento con Monreal
Por lo que toca a Ricardo Monreal, que según se dice, se ha separado de AMLO -quien lo ha traicionado una vez sí y otra también- y a pesar de ello, se ha mantenido como un buen operador político del tabasqueño: Le prometió la jefatura de Gobierno de la CDMX y se la dio a su más aduladora, Claudia Sheinbaum. Lo responsabilizaron luego de la debacle electoral de Morena en la CDMX y, por si fuera poco, AMLO prácticamente le canceló cualquier posibilidad de ser candidato de Morena a la presidencia en 2024.
Esta vez, en el conflicto AMLO-Anaya, Monreal prudentemente salió a dar el “espaldarazo” a su amigo panista, brindándole su apoyo, no solo en el tema legal, sino como candidato presidencial. En entrevista con Carlos Loret de Mola para Así las Cosas de W Radio afirmó: “No creo que esa sea su característica principal, estar situado en la persecución política de algún adversario, tampoco creo que Ricardo Anaya genere un problema de que él pueda ser candidato a la presidencia y pueda generar una movilización de tal suerte que pueda ganar… Ojalá y esto tenga posibilidades de ser aclarado”.
Con conocimiento de causa, todos estos personajes animaron a Anaya para enfrentar abiertamente la demanda que le propina el actual gobierno, una la averiguación en la que se nota la desesperación de AMLO y su vena autoritaria con una acusación completamente errónea elaborada por su fiscal “carnal”, Alejandro Gertz Manero.
La demanda
La FGR informó que Ricardo Anaya Cortés, recibió sobornos por al menos 6.8 millones de pesos de manos de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex en 2014.
Hay dos situaciones que no cuadran en la acusación. La primera es que el PAN fue uno de los mayores impulsores de la Reforma Energética, más que el propio gobierno de Peña Nieto. No hay razón por la que Anaya y su bancada votaran en contra.
La segunda, Anaya pidió licencia como diputado en marzo de 2014 y según él mismo asegura, la FGR fija la fecha de entrega del presunto soborno seis meses después de que dejó su curul.
De hecho, el enojo de AMLO no es propiamente contra Anaya, quien, en sí, es un títere más del grupo detrás del poder, con quienes está enfurecido, son el grupo salinista de Alberto Anaya, Dante Delgado, Ricardo Monreal y de sus jefes, Manlio Fabio Beltrones y Carlos Salinas, porque ya voltearon bandera y ahora apoyan al queretano.
El fondo del conflicto es que, por no cumplir acuerdos, a AMLO se le vinieron abajo las alianzas perversas que gestó durante muchos años y su soberbia no le permite ver que en gran medida llegó al poder gracias a ellos y menos, que su gobierno depende de los controles que ellos mantienen en el Congreso y en los partidos que dirigen.
Así Ricardo Anaya se convierte en el nuevo caudillo, con el respaldo de MC de Dante Delgado, y se sumarán Ricardo Monreal junto a los legisladores que lidera en ambas Cámaras, falta esperar, qué sucederá con el PVEM, que siempre está con este grupo.
AMLO se queda sólo.