Sobreextendido, con serias crisis económicas, sanitarias y políticas en su territorio principal, así se encuentra la sociedad norteamericana y su maquinaria imperial a escasos siete meses de gobierno de Joe Biden.
Para llevar a cabo una retirada digna y una reducción controlada de sus territorios imperiales, Estados Unidos necesitaría un líder energético, inteligente y diplomático. Joe Biden no es ninguna de esas cosas e incluso su capacidad cognitiva parece declinar cada vez más, como parece mostrar la entrevista del presidente con la cadena ABC, misma que fue editada, se sospecha, para no mostrar los extravíos y problemas de “Sleepy Joe” ante las preguntas del periodista George Stephanopoulos.
En el papel, el ejército de Estados Unidos sigue siendo el más fuerte del mundo.
Pero en la realidad, el gobierno norteamericano, de acuerdo a sus propias palabras, ni siquiera puede garantizar la seguridad de los miles de sus ciudadanos que aún permanecen en Kabul y sus alrededores, desesperados por abandonar territorio afgano.
En pleno conflicto con las fuerzas armadas de otra antigua potencia imperial, el Reino Unido, el ejército norteamericano ha recibido un ultimátum: abandonen territorio de Afganistán a más tardar el 31 de agosto, o aténganse a las consecuencias.
Hace escasos seis meses era impensable que un grupo de fanáticos religiosos como el Talibán pudiera dictarle términos a la superpotencia militar, pero a estas alturas, con la consabida pérdida de prestigio y autoridad en el resto del mundo, EU está prácticamente a merced de quienes ya constituyeron el nuevo gobierno afgano.
Sin embargo, es poco probable que la sociedad militarizada de EU entienda la lección y abandonen sus pretensiones imperialistas. Muy probablemente veremos otro conflicto en una nación pequeña y más cercana a su base imperial (¿Quizás América Latina o el Caribe?) en aras de recabar un perdido “prestigio” militar. Este tipo de acciones, que muchas veces terminan en desastre, como pueden atestiguar el Reino Unido en Egipto o Francia en Vietnam, se denominan “micromilitarismo” y son parte de la fase terminal de los imperio en decadencia. Están advertidos.