Tres años del triunfo de Andrés Manuel López Obrador en las urnas el pasado 1 de julio de 2018. Tres años de sacar al PRIAN del poder por la vía pacífica, después de casi un siglo de saqueos, pobreza y humillaciones.

Tres años de cambios. De apoyos a los adultos mayores y a estudiantes. De una política exterior que rescata la soberanía y hace un lado la total subyugación a los intereses de Estados Unidos, España y Canadá.

Tres años de ataques constantes desde los medios tradicionales. Tres años de una escalada de golpismo blando “liderada” (es un decir) por “empresarios” y “líderes empresariales” que no han emprendido ni una carreta de tacos en sus ya largas vidas.

Tres años de contradicciones en un gobierno progresista, de izquierda, que sin embargo sigue tratando con los poderes fácticos como el empresariado.

Tres años sin subida de impuestos, con baja en el precio de combustibles, con estabilidad del dólar y con austeridad republicana, al menos del presidente y de su círculo cercano de funcionarios.Tres años sin darle dinero a manos llenas a los medios.

Tres años sin “columnistas” dóciles al sistema. Tres años constantes de ataques en medios y en redes.Tres años de aquel histórico triunfo. Y agárrense: faltan otros tres más.