“No existe un lazo entre tú y yo

No hubo promesas ni juramentos

Nada de nada

Tú, la misma de ayer

La incondicional

La que no espera nada

Tú, la misma de ayer

La que no supe amar

No sé por qué.”

LUIS MIGUEL/JUAN CARLOS CALDERÓN

La 4t deberá estar lista para enfrentar el vendaval que se le viene encima. O el impacto ante el inminente choque que generará Marcelo Ebrard con su salida (el cual ya anuncia con sus acusaciones). Algo así como un: “prepárense porque vamos a impactarnos”. O en términos electoreros: ¡aguas!, se va a dividir el voto.

La encuesta del día de ayer publicada en El Universal, de la empresa Buendía & Márquez, no solo señala que Claudia lleva amplia ventaja sobre el ex canciller (en cualquiera de las preguntas, además), sino que también hirió a Marcelo en su vanidad. Se podría decir que le pegó en el mero ego, que es lo que más duele.

Su enojo —nada diplomático, por cierto— se mostró en Twitter: “Ya camino a Monterrey. Vi la encuesta de El Universal hoy. Nada más recuerden que en la elección del Estado de México se equivocó por más de 10 puntos. No tiene credibilidad, pura propaganda. Sonrían, todo va a estar bien”.

Craso error, porque descalificar a Buendía & Márquez sin tener toda la información, le valió una contestación del mismo Buendía: “Estimado Canciller [sic], la encuesta nacional que publica hoy El Universal la realizó nuestra empresa Buendía & Márquez. NO publicamos en el Estado de México. Nuestras encuestas privadas, sin embargo, SÍ reflejaron correctamente el resultado final”.

Equivocaciones de ambos partes: Marcelo ya no es canciller y Buendía (esa casa encuestadora; otras sí) NO publicó en el diario mencionado una encuesta relativa a las elecciones del Estado de México. ¡Auch!

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El asunto aquí es que Marcelo ya vio que no está alcanzando a Claudia Sheinbaum (y no precisamente en razón de los resultados de la mencionada encuesta, sino gracias a las propias que él manda realizar).

Si me preguntan a mí, digo que nunca la iba a alcanzar. Y es que el piso estaba disparejo desde hace mucho rato —vaya, nació disparejo— y si no es/era Sheinbaum la favorita, habría sido alguien más.

Pero sus desplantes —después de haber intentado obtener la venía presidencial al proponer sumar a Andy López Beltrán y a Pío López Obrador— muestran que Marcelo no es “incondicional” de López Obrador.

Independientemente de lo que apuntaba ayer Carlos Loret de Mola en su columna (esto es, si va a haber un rescate o no de Claudia Sheinbaum), por lo que a encuestas de la “interna” de Morena se refiere, estas la ex jefa de gobierno de la capital las encabeza toditas. Con lo cual se terminó de definir la estrategia de Ebrard: acusar a Claudia a cómo dé lugar. A últimas fechas, sobre los gastos excesivos en la campaña.

No sé si Marcelo tenga razón con respecto a los gastos (en lo personal creo que, más allá de las cuentas alegres presentadas —jirafa y vuelos en aviones de la Sedena o privados, aparte—, quien más ha gastado es Adán Augusto. El que menos es Fernández Noroña, y si acaso este tendría elementos para quejarse de todos los otros, pero no Ebrard).

Mas de lo que realmente se trata aquí no es del dinero sino de tener justificaciones para reventar el proceso. El plan de Marcelo es romper con Morena si las cifras no le favorecen (tal cual como está ocurriendo).

Ya había intentado reventar el proceso interno aún antes de que iniciara. Su justificación fue el proceso mismo y en razón de ello se le otorgó básicamente todo lo que pedía (los tiempos, las renuncias, etcétera). Pero Marcelo no es incondicional y nada bastará.

Así, más que preguntarse o suponer que Marcelo va a romper con la 4t, hay que darlo por hecho. ¡Él mismo lo está anunciando!

Los “duros” de Morena han de estar de plácemenes. Yo sugiero moderarse y más bien tomar providencias para que el choque no les sea tan fuerte.

Movimiento Ciudadano no ha hecho más que esperar. Cachará lo que le caiga, y lo que caerá será Marcelo Ebrard.

Marcelo se llevará muchos votos con él , y Dante Delgado ganará más entidades y un mayor porcentaje del pastel, pero previsiblemente no la Presidencia.

¿Estamos en la antesala de una elección entre tres? Posiblemente. Las cosas se están complicando.