Marcelo Ebrard ya no trabaja para la 4T o al menos eso parece, porque este jueves 31 de marzo estuvo ausente de una reunión fundamental para el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Mientras Ebrard sigue de gira por el Medio Oriente, y con rumores de que estará presente en el sorteo del Mundial de Qatar de este viernes, el presidente AMLO recibió en Palacio Nacional a John Kerry, enviado del gobierno de Estados Unidos para el cambio climático.
John Kerry es una figura trascedente en el actual gobierno de Joe Biden y Kamala Harris. El enviado especial de la administración estadounidense arribó a México acompañado de una comitiva de empresarios del sector energético y se encontró también con el embajador Ken Salazar.
El encuentro entre AMLO y John Kerry es de vital importancia para México. Esto debido a la confianza depositada en el representante de la Casa Blanca, de quien algunos expertos consideran podría ser candidato presidencial para 2024 en caso de que Joe Biden se abstenga de la reelección.
John Kerry no es ajeno al “spotlight” dentro de la política estadounidense. En 2004 fue candidato del Partido Demócrata para tratar de evitar la reelección de George W. Bush, pero se quedó corto de votos y el mundo vio un segundo periodo del polémico texano.
Ahora, como colaborador en la administración de Joe Biden, John Kerry ha retomado su papel de actor principal en la política estadounidense y se encuentra al frente de la misión especial para el cambio climático.
Pero en México no somos ingenuos y sabemos que detrás de su disfraz de ambientalista, en Kerry se esconde una figura responsable de enterarse de los términos y el proceso de aprobación de la Reforma Eléctrica propuesta por AMLO.
Se dice que la reunión de este jueves va más allá de acuerdos respecto al medio ambiente. El fondo del asunto sería que Estados Unidos quiere saber por dónde viene el golpe de la Reforma Energética y tratar que sus empresas salgan lo mejor libradas del cambio de ordenamiento.
Mientras todo este despapaye sucede, Marcelo Ebrard está totalmente desconectado del frente internacional más importante para México.
El canciller suma ya más de una semana de gira por Dubai, Qatar y la India, entre otros poderosos destinos, pero de Estados Unidos y la visita de John Kerry, nada.
Algunos sospechan que Ebrard incluso hará una aparición especial en el sorteo del Mundial de este viernes. Con todo respeto, eso ya sería el colmo, la 4T jugándose las consecuencias de la Reforma Eléctrica en su relación con Estados Unidos, y nuestro canciller más preocupado de si nos toca un grupo con Inglaterra, Uruguay y Senegal.
Marcelo Ebrard tendría que estar en México con AMLO
Marcelo Ebrard tendría que estar en México acompañado al presidente AMLO con el resto de integrantes de integrantes del primer círculo del gabinete presidencial. Lo que pasa es que Marcelo Ebrard ya está más preocupado por su campaña rumbo al 2024, que por sus actuales responsabilidades al frente de la SRE.
Sí, señor Ebrard, qué buena onda que anda viendo quién nos toca en el Mundial, algunos mexicanos aún estamos entusiasmados con el mentado Quinto Partido, pero la verdad es que su deber como funcionario público lo ubica en Palacio Nacional, a un costado del presidente.
Una reunión del nivel de AMLO y John Kerry no es algo que se acuerde de un día para el otro. El encuentro debió contar al menos con varias semanas de planeación y en todo este tiempo a Marcelo Ebrard no se le ocurrió que su presencia, como canciller, podría ser importante.
La Reforma Eléctrica va, y va más allá de los intereses que otras naciones puedan tener en las decisiones de nuestro gobierno. El presidente AMLO no se dejará presionar por lo que digan los gringos y el respeto está garantizado.
Pero en serio que uno se sentiría más conforme de saber que nuestros supuesto máximo representante a nivel internacional, el canciller, al menos tiene el detalle de recibir al enviado de nuestro más grande socio comercial y político.
Ni modo. No vaya ser que al final el sorteo del 2024, mande a Marcelo Ebrard al “grupo de la muerte” con los posibles candidatos de oposición. De esa no sale ni con el Chicharito y Ochoa en sus mejores tiempos.