¿De qué está hecho Marcelo Ebrard? ¿Los sucesos recientes fueron una puesta en escena para apuntalar el poder de Andrés y quedarse a cogobernar a su lado manejando a Claudia a su antojo?, o bien, ¿realmente protagonizará una rebelión?, donde esté dispuesto a denunciar la corrupción y la manipulación en el proceso interno de Morena.

Marcelo tiene dos caminos: aceptar la candidatura presidencial por Movimiento Ciudadano o tomar una decisión enorme y sumarse con todo su equipo al Frente Amplio por México aportando su más de 25% de preferencias electorales.

Después de la escandalosa imposición de la candidata de AMLO a la presidencia y el berrinche de Marcelo Ebrard por sentirse “traicionado” por su amigo y compañero político de más de 30 años. El escenario parece repetirse, cuando en el salinismo luchó para impulsar la candidatura de Manuel Camacho Solís, el exregente que se sentía el preferido y merecedor para suceder a quien había sido su amigo de la infancia.

Esa historia no termino nada bien. Camacho simuló un rompimiento con Salinas y este lo compensó nombrándolo secretario de Relaciones Exteriores y después dejándolo “por la libre” para debilitar a Luis Dolando, todo porque con el nombramiento de su coordinador de campaña, Colosio marcó distancia del salinismo.

EZLN

En aquella sucesión tan parecida a esta se registraron hechos inéditos, como la irrupción del EZLN, guerrilla que por cierto dirigía el “Subcomandante Marcos”, un tamaulipeco de origen político priista.

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Auspiciados por Salinas, Manuel Camacho y Marcelo Ebrard se convirtieron en los negociadores por la paz, donde un día sí y el otro también, golpeaban a Luis Donaldo, quien a pesar de ello siguió creciendo con independencia del presidente y de su equipo de rufianes con los que no negoció ni posiciones ni proyecto político. Finalmente fue cobardemente asesinado.

La ruptura

El candidato sustituto Ernesto Zedillo siguió los principios de Luis Donaldo Colosio, entonces los priistas “damnificados” como Alfonso Durazo, Manuel Camacho, Marcelo Ebrard, Dante Delgado y Ricardo Monreal, empezaron a tomar posiciones en los partidos creados por el salinismo, el PT y PVEM y poco después MC. Se apoderaron además del PRD desplazando a verdaderos personajes de izquierda como Heberto Castillo, Mario Saucedo, Gilberto Rincón Gallardo, Gilberto Guevara Niebla y muchos otros, incluidos los líderes que dieron origen al partido, Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas. La corriente que crearon se convirtió más tarde en un freno para el proceso de democratización y modernización económica que impulsó en su momento Luis Donaldo Colosio.

AMLO y Salinas son almas gemelas

En lo económico, ambos han beneficiado a la oligarquía, como ejemplo, basta analizar la relación con Carlos Slim, el hombre más rico de México, quien en la época de Salinas, de tan favorecido que fue, llegó a ser señalado como “prestanombres” del presidente, quien le dio Telmex y otros grandes negocios que le permitieron llegar a ser el hombre más rico del mundo. AMLO no se quedó atrás, hay versiones de que ya le dio prácticamente tres veces más que Salinas.

En lo político, la sucesión de AMLO ha tomado un rumbo tan, pero tan similar a la de Salinas que incluso están los mismos actores, Alfonso Durazo, Ricardo Monreal y José Murat, los titiriteros de Alito que opera en favor de AMLO, Manlio Fabio Beltrones y el mismísimo Marcelo Ebrard. Los mismos de siempre.

¿Hasta dónde llegará Ebrard?

La candidatura presidencial de Movimiento Ciudadano sería la única forma en que podría ser candidato a la presidencia, lo cual simplemente servirá para hacerle el juego a AMLO. Con él se iría todo el grupo presuntamente disidente de Morena y, con toda seguridad obtendrían los votos suficientes para meter a varios de su equipo al Congreso y con ello convertirse en una fuerza política en la siguiente legislatura. Con este escenario casi casi se podría confirmar el plan C de AMLO, tener mayoría absoluta para cambiar la Constitución.

Se juega el Congreso

Aunque la atención se centra en la contienda por la presidencia entre el oficialismo y el FAM que encabeza Xóchitl, hay que observar que ninguno de los dos bandós tendrá una mayoría en el Congreso. Pero si Marcelo decide entrar como tercera opción, lo único que hará es dividir el voto y ofrecer la oportunidad a Morena de obtener el control absoluto del país.

En el segundo supuesto, que Marcelo decida impulsar genuinamente su agenda política, tendría una oportunidad, la de incorporarse al FAM junto con su equipo y coadyubar en el proyecto de un gobierno de coalición.

Marcelo está jugando un difícil papel por segunda ocasión, fingir un rompimiento o realmente enfrentar al poder y a quien, desde su perspectiva, lo traicionó.

Como dicen, “la pelota está en su cancha”. Está en él ratificar lo absurdo y convertirse en comparsa para que AMLO mantenga el control del poder o impulsar una corriente que realmente pueda marcar un cambio en el quehacer político de México.

El lunes veremos qué decide.

X: @manuel_díaz