¿Regresó al PAN Margarita Zavala Gómez del Campo? No lo sé. Es decir, ignoro si ella en 2021 volvió a ser formalmente integrante del partido al que renunció en 2017 después de 33 años de militancia.
Sí es un hecho que, ahora mismo, la señora Zavala, diputada federal, está inscrita en el grupo parlamentario del PAN en la llamada cámara baja. Es su derecho y se respeta.
Mujer honesta y de principios, Margarita debe estar perfectamente consciente de que le debe lealtad al panismo, pero… ¿la lealtad partidista es más importante que la verdad?
Margarita Zavala sabe —lo denunció hace años en la televisión— que en la Ciudad de México existe una mafia inmobiliaria panista. Esto es algo que, bendita memoria, ha recordado una militante de Morena, Citlalli Hernández.
{username} (@CitlaHM) December 9, 2022
Pues bien, la fiscalía de la Ciudad de México, encabezada por Ernestina Godoy, pidió orden de aprehensión contra un distinguido panista, Christian Von Roehrich, del grupo de otro distinguido albiazul, Jorge Romero; distinguidos, sí: por transas.
Pareciera que la fiscal capitalina decidió atender la vieja denuncia de la señora Zavala realizada en medios de comunicación. En efecto, los pillos exhibidos por Margarita en Televisa empiezan a ser castigados debido al buen trabajo de investigación de la fiscal Godoy, que ha sido posible por el respaldo político fundamental que ha recibido de parte de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum. No es sencillo ir legalmente contra políticos influyentes, pero por fortuna está ocurriendo en la CDMX.
¿No es eso lo que buscaba la hoy diputada cuando exhibió a los panistas corruptos en la televisión?
El PAN ha denunciado a Sheinbaum por “persecución política”. Si alguien sabe que no hay tal cosa, sino estricto cumplimiento de la ley, es Margarita Zavala. Por sus principios, Margarita deberá decirlo con toda claridad en medios o redes sociales y hasta estará obligada a felicitar a las autoridades capitalinas.
Lamento que la política haya puesto a Margarita Zavala y a Jorge Romero en el mismo equipo —el de diputados y diputadas del PAN— .Asco debe sentir la señora Zavala cada vez que se topa, en reuniones del grupo parlamentario panista, con el señor Romero, a quien ella considera un delincuente que debe estar en la cárcel.
Margarita, por elemental decencia, deberá deslindarse del posicionamiento panista contra Sheinbaum. Es lo mejor que ella podría hacer, es lo mejor que podría pasarle al PAN. ¿Persecución política? Por favor.
Los delitos
No es poca cosa lo que hicieron Christian von Roehric y sus cómplices como Jorge Romero. Sus delitos son bien conocidos ya que han sido publicados en todos los medios de comunicación; para que no queden dudas, los enlisto aquí tomados de una nota del periódico más panista de todos, Reforma —El Norte, en Monterrey; Mural, en Guadalajara—:
√ “La Fiscalía General de Justicia de la CDMX obtuvo una orden de aprehensión contra Christian von Roehrich, el diputado local y exdelegado de Benito Juárez durante el periodo 2015-2018, por presuntamente asignar recursos públicos a empresas fantasma que fueron contratadas para realizar trabajos de rehabilitación por el sismo del 19S de 2017″.
√ Se acusa a Christian von Roehrich del delito de uso ilegal de atribuciones y facultades cometido por un servidor público, así como asociación delictuosa.
√ Von Roerich habría pagado 207 millones de pesos por tres contratos con empresas que, de acuerdo con las indagatorias, solo sirvieron “para simular el correcto uso de los recursos”. Dos de tales contratos fueron de arrendamiento de máquinas de demolición y uno por mantenimiento de edificios afectados por el sismo.
√ El mismo esquema se aplicó para supuestamente pagar servicios de limpieza y compra de materiales.
√ Tales delitos se suman a los relacionados con irregularidades en el uso del suelo.
√ Podría haber también evasión fiscal y lavado de dinero.
√ Otro posible delito sería el enriquecimiento ilícito.
√ La corrupción también pudo haberse manifestado de una manera más clásica, por así decirlo: dinero entregado por desarrolladores inmobiliarios a funcionarios a cambio de simplificar trámites.
Se habla de presuntos delitos porque es la manera correcta de decirlo, pero sobra evidencia para llamarlos delitos a secas.