¿Te imaginas que el escándalo en que está envuelta María Amparo Casar fuera protagonizado por alguien afín a la 4T?

Con seguridad Claudio X. González estaría exigiendo justicia y cero impunidad, Xóchitl Gálvez lo usaría como bandera de campaña y Héctor Aguilar Camín pediría la hoguera para el presunto culpable, incluso sin saber si lo que se dice es cierto.

Pero como se trata de doña María Amparo Casar Pérez, directora de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), tenemos a una pandilla de rufianes disfrazados de gente honesta que lloran como plañideras para defender a la señora que dice combatir la corrupción y es corrupta al derecho y al revés.

Así es la “fachiza” y más en tiempos electorales, donde su candidata, la señora X, a quien vieron como su segura salvadora de las “atrocidades del gobierno”, resultó un verdadero fracaso.

Doña María Amparo presentó el pasado 30 de abril un libro donde acusa al gobierno de López Obrador de llevar al país a un deterioro debido a que cometió una serie de equivocaciones.

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Aplaudo que la escritora haga uso de su libertad de expresión y que en “Los puntos sobre las íes”, título de su libro, manifieste su inconformidad hacia el actual gobierno. Es su derecho. Pero se hubiera esperado tantito.

A un mes de la elección quiso sacar raja política y ayudar a su candidata fallida, pero como todo lo que hacen en la derecha, le salió mal.

Casar Pérez fue exhibida en la conferencia mañanera como corrupta, defraudadora y mentirosa, y estas acusaciones fueron sustentadas con pruebas. Si algo tiene el presidente Andrés Manuel y su equipo es que hacen denuncias públicas de los malandrines que han desfalcado al país y ahora le tocó a la señora Amparo, que tras el lamentable deceso de su marido en 2004 se echó a la bolsa la nada despreciable cantidad de 31 millones de pesos que en realidad no debería recibir, pues no fue un accidente de trabajo lo que le quitó la vida al ex trabajador de Pemex; se trató de un suicidio.

Si ya de por sí es grave vivir de un dinero que no le corresponde, es doblemente grave lucrar con la muerte de alguien (llámese esposo, pareja, padre, madre, hijos, etc.) para vivir a cuerpo de reyes y pagar universidades caras a costa del erario.

Más en un país como el nuestro, donde no acuden a la escuela por falta de recursos 6.4 millones de niños y jóvenes de entre 3 y 18 años de edad.

Es una burla que ahora se victimice a una señora que vivió de nuestros impuestos sin ningún pudor.

Intelectuales, empresarios, académicos y uno que otro colado publicaron un desplegado en apoyo a Casar, a la vez que en sus redes sociales varios de los “abajofirmantes” despotricaron contra el presidente con adjetivos como “crueldad”, “canallada” incluso la candidata de Fuerza y Corazón por México dijo en su cuenta de X que la escritora

“Hoy es víctima del acoso más miserable y la persecución de un gobierno autoritario que busca silenciar a sus críticos”. Que sea menos.

Ahora Amparo tendrá que enfrentar con decoro, si es que lo tiene, las acusaciones y si es honesta pagar lo que indebidamente se embolsó.

Qué terrible que un día sí y otro también tengamos que lidiar con la hipocresía, deshonestidad, transas, mentiras y un largo etcétera de, como dije, una bola de rufianes disfrazados de buena ondita que nos quieren venir a hablar de moralidad, cuando la palabra ni la conocen.

Opino que la señora devuelva las entradas y que ofrezca disculpas.

Y los demás, que se porten bien, no sea que un día de estos en una mañanera (faltan todavía algunos meses de AMLO al frente de ellas) les saquen sus trapitos al sol.