Lo dije antes y lo repito ahora: si en este país existe la justicia Hugo López-Gatell tendría que terminar tras las rejas por la negligencia e indolencia con que condujo la estrategia contra la pandemia de coronavirus, y más aún cuando ha salido a la luz pública un oficio de la Secretaría de Salud con fecha 10 de mayo de 2021, “en el que se gira la instrucción explícita a nivel nacional de sobrediluir las vacunas de Pfizer con 1.9 ml en lugar de con 1.8 ml como instruye el fabricante, para poder extraer 7 dosis de cada vial en lugar de 6 como es debido”, según denunció el pasado martes 30 de mayo la doctora en Ciencias por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Laurie Ann Ximénez-Fyvie.
La doctora, quien también es autora del libro “Un daño irreparable: La criminal gestión de la pandemia en México”, recordó en su cuenta de Twitter que a mediados de 2021 surgió un escándalo porque en centros de vacunación contra COVID-19 de Ciudad de México extrajeron dosis de más de los viales de la vacuna Pfizer.
De dicho escándalo dimos cuenta con toda oportunidad en este mismo espacio, reproduciendo la publicación de la periodista María Rivera para “Sin embargo” (02/06/21), quien relataba así su experiencia del día que se vacunó por primera vez contra COVID-19 y posteriormente su desasosiego por lo que ella llama “un engaño”.
“Le cuento: hace una semana hablando con una querida amiga, me preguntó si me había vacunado en grupos de seis personas o de siete en la Alcaldía Cuauhtémoc, en la escuela primaria Benito Juárez. Yo recordaba que se nos había vacunado en grupos de siete, pero ante la duda revisé mi columna donde conté toda la experiencia. En efecto, el día mismo de mi vacunación había consignado que se nos había administrado la vacuna en grupos de siete personas. Mi amiga me comentó que el prospecto de la vacuna solo autorizaba seis dosis por vial y eso, utilizando jeringas ahorradoras, o de bajo espacio muerto (si la vacunación se hiciere con agujas normales, solo se podrían extraer cinco dosis, como estaba originalmente determinado por Pfizer). Ella se encontraba muy preocupada porque sus familiares y amigos, vecinos de la demarcación, no hubiesen recibido la dosis indicada de la vacuna: todos recordaban haber sido inmunizados en grupos de siete por vial de Pfizer”, detalló en parte de su colaboración.
Ximénez-Fyvie, recuerda también que después de declaraciones contradictorias, autoridades en la capital del país y el propio subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell negaron que se estuvieran sobrediluyendo las vacunas y el asunto quedó en el olvido.
Sin embargo, dos años después, la prueba de que el Gobierno y el funcionario mintieron llegó a manos de la doctora y así lo publicó; las imágenes del oficio aparecen en su cuenta de Twitter, y la publicación la acompaña de una nueva reflexión:
“En este país, no sólo quedó truncada la campaña de vacunación contra COVID-19 con una de las coberturas más bajas en Latinoamérica, sin vacunas para menores de edad de 6 meses a 4 años, sin vacunas actualizadas (bivalentes) y sin refuerzos de calidad para la población vulnerable, sino que además, por ahorrar unos pesos, el gobierno aplicó intencionalmente dosis diluidas para poder decir que vacunó a más personas”.
En este contexto, no se puede dejar de mencionar y volver a reprochar a las autoridades de salud y de gobierno la negligencia criminal con que actuaron ocasionando que México terminara en el quinto lugar entre los países que registraron mayor cantidad de muertes durante el tiempo que duró la emergencia sanitaria, siendo que muchos miles -de los casi un millón de muertos- perdieron la batalla contra COVID-19 bajo su responsabilidad.
El tema, de hecho, ya se había colocado de nuevo en la palestra luego de que hace un par de semanas un juez federal instruyera a la Fiscalía General de la República (FGR) que se continúe la investigación en contra de Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, quien fue el encargado de la emergencia sanitaria por COVID-19 en México.
Y es que el juez de control del Centro de Justicia Penal Federal en el Reclusorio Sur, Arturo Medel Casquera, revocó la determinación del Ministerio Público Federal, que había decidido no ejercer acción penal contra el funcionario por presuntas omisiones en las que habría incurrido durante la pandemia, teniendo un resultado material desastroso que ocasionó la muerte de miles de mexicanos.
“He mencionado algunos aspectos únicamente de manera enunciativa, más no limitativa, la fiscalía es la que tiene en su poder ese cúmulo de acciones que se han implementado y de ese cúmulo de acciones, pues puede consultar con expertos qué otra acción pudo haber sido eficaz o se dejó de hacer por parte del gobierno mexicano y de sus funcionarios como en el caso del subsecretario correspondiente”, señaló el juzgador durante una audiencia celebrada el pasado 2 de mayo.
La realidad es que la actuación de López-Gatell fue deficiente desde el primer día y todo ello esta documentado, teniendo como resultado el cúmulo de homicidios de comisión por omisión, provocando con sus “lineamientos de atención” la existencia de casos de SARS-CoV-2 no detectados de manera oportuna, impidiendo al personal médico activar protocolos como el uso de cubrebocas, aislamiento de los pacientes, desinfección, tratamiento pertinente, entre otros.
Solo hay que recordar que el 19 de marzo de 2020, mencionó que las pruebas no tenían utilidad alguna.
La desastrosa estrategia implementada por el Gobierno de México bajo la dirección de Gatell, originó severas críticas más allá de nuestras fronteras.
En noviembre de 2020, la OMS alertó que México estaba “en mal estado”, dicho por el máximo representante de la Organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien añadió que “cuando ambos indicadores, las muertes y los casos, aumentan, es un problema muy serio. Nos gustaría pedirle a México que sea muy serio”.
A los puntuales señalamientos que ya había externado la Organización Mundial de la Salud, se sumaron las críticas del prestigioso diario The New York Times, que en una publicación tituló “México tergiversó los datos sobre la gravedad del coronavirus en la capital”.
Días después, The British Medical Journal (BMJ), lanzó un severo juicio al acusar que las autoridades de nuestro país habían minimizado la amenaza por covid-19 y la falta de una estrategia, combinada con mensajes contradictorios del presidente Andrés Manuel López Obrador que habían exacerbado la situación.
En una publicación del 30 de diciembre de ese mismo año, llamó la atención un texto titulado “Covid-19: cómo el negacionismo lideró el desastroso esfuerzo de control de la pandemia en México”, en el que subraya que el gobierno se negó a hacer más pruebas y rastreo de casos “a pesar de tener una de las peores cifras de muertos del mundo”.
Destacó que nuestro país se convirtió en la cuarta nación en rebasar las 100 mil muertes por coronavirus y que estas continuaban en aumento, mientras que los hospitales estaban saturados y por lo tanto se veían forzados a rechazar a pacientes porque ya no había camas ni insumos suficientes.
La revista médica británica recordó que el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió a México ser muy serio con el manejo de la pandemia, al señalar la compleja situación del país.
Sin embargo, abundó que “El gobierno de México respondió a la súplica como lo ha hecho a todas las recomendaciones anteriores de la OMS: con poca preocupación y abundancia de arrogancia. ´Si Tedros quisiera darme ese mensaje a mí, o al secretario de salud, o al presidente, tal vez nos hubiera enviado un cable diplomático´, dijo Hugo López-Gatell Ramírez”.
En abril de 2021, un informe de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) comisionado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), reveló que si México se hubiera desempeñado como el país promedio, alrededor de 190,000 muertes habrían sido evitadas en 2020.
En él se detallan los errores que los especialistas observaron en el manejo de la pandemia hasta ese momento. Entre ellos, cuestionan el liderazgo del Gobierno, la subordinación política, la falta de deliberación y toma de decisiones colectivas en los momentos más difíciles y los problemas que arrastran las instituciones públicas, en específico las de Salud. El Consejo de Salubridad, el máximo órgano encargado de la gestión de la pandemia sobre el papel, fue relegado a un segundo plano y las decisiones de salud pública no fueron sometidas a una supervisión ni consultadas con expertos independientes. La respuesta a la pandemia “se mantuvo fragmentada”, señala el informe, debido a la falta de entendimiento entre el Gobierno central y algunos gobiernos de los estados, afectadas por líneas partidistas y la polarización política.
Los especialistas señalan que para evitar la saturación hospitalaria, las autoridades alentaron a los pacientes a sobrellevar la enfermedad en casa y no buscar atención médica a menos que se presentaran síntomas graves. “Esto ha contribuido a las altas tasas de mortalidad, ya que los pacientes han buscado atención médica solo cuando estaban gravemente enfermos y se estima que el 58% ha muerto fuera del hospital”, apuntan. En este sentido, se señala que el 61,2% de las muertes en exceso de 2020 que no están relacionadas con el diagnóstico de la covid-19, es muy probable que sean directamente atribuibles a la enfermedad, debido a la escasez de pruebas y el diagnóstico limitado.
La doctora en Ciencias de la UNAM, Laurie Ann Ximénez-Fyvie, comentó que es positiva la decisión del juez Arturo Medel de reabrir la acusación en contra de Hugo López Gatell por su mala gestión ante la pandemia de Covid-19, porque la manejó de manera irresponsable, negligente e indolente, ya que enlutó a más de 800 mil hogares por las malas decisiones. Lo peor es que continúan las muertes y las secuelas de los que enfermaron en el país a pesar de que a nivel mundial ya se declaró la suspensión de la emergencia sanitaria, concluyó.
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