El fariseísmo del presidente Andrés Manuel López Obrador es ya simplemente inaceptable. Y antes de que vengan a decirme que esta expresión es ofensiva para dirigirme al titular del ejecutivo de la nación, colocaré los argumentos sobre la mesa y someteré a que se califique con la misma vara que él lo ha hecho en los últimos días para juzgar a seis jóvenes que revictimizó sin una pizca del más elemental humanismo que tanto ha presumido tener a lo largo de su administración; y al mismo tiempo evidenciaré cómo actúa cuando quien pierde la vida es la madre del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, quien purga una sentencia de cadena perpetua en los Estados Unidos de América del Norte.
De acuerdo con medios de comunicación, los seis jóvenes asesinados el pasado 3 de diciembre en Celaya, Guanajuato, eran estudiantes de medicina de una universidad del estado.
“Alrededor de las 18:00 horas del domingo 3 de diciembre, a espaldas de la Universidad de Guanajuato, fue hallado un vehículo con los cuerpos de 5 jóvenes asesinados, entre 18 y 30 años.
Hasta el momento se sabe que los cuerpos de los jóvenes asesinados presentaban violencia y presuntamente regresaban de Querétaro cuando un grupo criminal (presumiblemente) los habría interceptado.
Inicialmente, cuando los cuerpos de los jóvenes asesinados fueron encontrados, se identificó a uno de ellos como estudiante de medicina de la Universidad Latina de México.
Sin embargo, actualmente se conoce que los cinco eran estudiantes de medicina, con diferente especialidad, además de que tres de ellos eran familiares.
Trascendió (mediante Milenio) que ya fueron identificados los cinco jóvenes asesinados y eran:
José Eduardo Freire Ortega, Pedro Francisco Mateos Puente, ambos de la especialidad de Pediatría;
Brayan de Jesús Amoles Gasca, estudiaba Cirugía; Jesús Virgilio y Fabián Orozco Mateos (hermanos y primos de Pedro Francisco); Cirugía y Fase I respectivamente”. (SDPnoticias 04/12/23).
Un par de días después, el presidente, López Obrador, aprovechó la plataforma de su conferencia mañanera para asegurarse de salvaguardar a su gobierno criminalizando a los jóvenes que fueron asesinados cuando volvían de una fiesta en el estado vecino de Querétaro.
“Tuvo que ver con consumo de droga”, dijo categórico el mandatario el miércoles temprano. “Estos muchachos que asesinaron le fueron a comprar a alguien que estaba vendiendo droga en un territorio que pertenecía a otra banda”.
“Jóvenes estudiantes, incluso de medicina”, “fueron a una fiesta y de regreso pasaron, creo que... A Villagrán. Y en algún lugar de esto... Esto es todavía hipotético, pero pasaron a algún lugar supuestamente para la adquisición de droga y ahí los asesinaron. Hay que ver eso a fondo y también cómo fue”.
“Esto es todavía hipotético”, refirió Andrés en su mensaje, es decir que, aún no tenía certeza de lo ocurrido; las investigaciones recién estaban comenzando; no existía un veredicto y él ya había acusado de adictos a las drogas a los estudiantes de medicina ejecutados.
Los cuerpos de los jóvenes no habían sido sepultados, las familias se encontraban aún en trance por el impacto de la noticia, sufriendo el dolor desgarrador de que les fueran arrebatadas las vidas a sus seres queridos, y desde la más alta tribuna que posee el presidente para dirigirse todas las mañanas a la población, él ya había sentenciado y colocado a los muchachos en calidad de drogadictos y por ello habrían sido asesinados.
Otra frase que no tiene desperdicio porque refleja quien manda en este país, López Obrador asevera: “Estos muchachos que asesinaron le fueron a comprar a alguien que estaba vendiendo droga en un territorio que pertenecía a otra banda”. Dice el primer mandatario del país que la masacre ocurrió “en un territorio que pertenecía a otra banda”, es decir que, reconoce que el territorio mexicano ya no es de los mexicanos sino de las bandas delincuenciales, de los criminales, de quienes se han apoderado del país porque aquí se les trata con abrazos a los asesinos.
Y bueno, un ejemplo de ello es que no había transcurrido ni una semana de la masacre, cuando el pasado domingo 10 de diciembre se reportó la muerte por causas naturales de la madre de El Chapo Guzmán y abuela de “Los Chapitos”, y ¿qué fue lo que dijo el presidente al respecto?
“Nada humano me es ajeno”, afirmó, citando un proverbio latino consignado a Terencio, y agregó: “Hay que poner en práctica ese principio filosófico universal de amor al prójimo”.
María Consuelo Loera habría fallecido, de acuerdo con diversos reportes, en una clínica ubicada en el municipio de Culiacán, en Sinaloa. Al respecto, el presidente López Obrador dijo también:
“Respeto a la familia, ya la señora, estaba leyendo, pues grande y no tengo más comentario. Cualquier ser humano que pierde la vida merece respeto y también consideración a sus familiares, a todos los que pasan por esos trances”, indicó el mandatario federal.
No quisiera cerrar esta colaboración sin dar voz a la madre de dos de los jóvenes asesinados quien exige al presidente rectificar sus dichos:
“En medio de la conmoción por el trágico asesinato de seis estudiantes de la Universidad Latina en Celaya, la madre de dos de las víctimas, Fabiola Mateos Chavolla, ha salido en defensa de la memoria de sus hijos, desmintiendo categóricamente las declaraciones del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien vinculó el crimen con el consumo de drogas.
Fabiola Mateos Chavolla, madre de Jesús y Fabián Orozco, los dos jóvenes identificados entre las víctimas, ha salido al paso de las afirmaciones del presidente, señalando en entrevistas con diversos medios que los exámenes toxicológicos realizados a los cuerpos de los fallecidos han demostrado que ninguno de ellos consumió drogas.
‘El señor habló sin elementos, los revictimizó, no entiendo cómo la máxima autoridad de esta nación hace eso. Con todos los elementos en la mano, puedo decir que se les hizo el examen toxicológico a mis hijos y al resto de los jóvenes que desgraciadamente perdieron la vida, y salió negativo. Ninguno de los jóvenes que iba en ese carro tiene rastros de que en algún momento hayan consumido algún tipo de droga’, declaró Mateos Chavolla en una entrevista con Azucena Uresti para RADIO FÓRMULA”.
Qué fácil es para AMLO manchar la imagen de cualquier persona, grupo, o sector para limpiar o salvaguardar la suya. Así ha sido desde el inicio de su sexenio, lo mismo ha injuriado a periodistas, constructores, empresarios, médicos, ministros, expresidentes, exfuncionarios, maestros, abogados, académicos, estudiantes, jóvenes, mujeres, y hasta a los padres de los niños con cáncer. Qué abuso y qué descaro.
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