Emilio Lozoya, el exdirector de Pemex acusado de sobornos por los casos Odebrecht y la planta “chatarra” de Agro Nitrogenados, sigue en tendencia pese a su actual estancia en el Reclusorio Norte.
Resulta que el lugar que lo condenó a los infiernos de la opinión pública, el restaurante Hunan en Las Lomas, ha decidido sacar provecho de la penosa fama que le acarreó el caso y ahora ofrece el “Pato Lozoya” como parte de su menú.
Como si se tratase de una edición “4T” del popular programa Master Chef, en el restaurante Hunan se ofrece el “Pato Lozoya” por un humilde precio de 960 pesos. Un platillo ejecutivo de alto nivel en memoria de uno de los últimos tecnócratas que llevó al límite sus privilegios.
Para quien no se acuerde, Emilio Lozoya es acusado de recibir más de 10.6 millones de dólares de sobornos por parte de directivos de Odebrecht entre 2012 y 2013, en la campaña e inicio de gobierno de Enrique Peña Nieto.
Además, a Lozoya se le señala por haber interferido, también durante el sexenio peñista, a favor de la compra por parte de Pemex de la planta “chatarra” de Agro Nitrogenados, en donde también se habría beneficiado de sobornos y hasta de una casa.
Lozoya Austin pasó todo el gobierno de Peña Nieto en impunidad y no fue sino hasta el inicio del gobierno de la “Cuarta Transformación” que comenzó a perseguirse su caso.
Emilio Lozoya fue detenido en España a inicios de 2020 y en julio del mismo año fue extraditado a México, pero nunca pisó la cárcel. El junior más junior acordó un pacto de “criterio de impunidad” para colaborar con la FGR.
Según lo trascendido respecto al “criterio de oportunidad”, el trato era una estrecha colaboración por parte de Lozoya para señalar a todos los involucrados en los sobornos, pero por más de casi año y medio lo único que el exdirectivo aportó fueron declaraciones “escandalosas” con poco sustento.
En una de sus “denuncias”, Emilio Lozoya señaló lo mismo a 4 expresidentes que a Ricardo Anaya, casi todos sus compañeros en el gabinete de Peña Nieto y cuanto actor político de oposición le pasara por la cabeza.
Su denuncia solo condujo a la detención del exsenador panista José Luis Lavalle Maury y por varios meses poco se supo de Lozoya.
La trágica noche de Emilio Lozoya y el “pato a la Pekín”
Todo cambió para Emilio Lozoya una noche de octubre en el restaurante Hunan. Al sujeto a proceso judicial por corrupción se le hizo buena idea salir a cenar con un grupo de amigos a uno de los restaurantes más lujosos de la ciudad y pedir un “pato a la Pekín”.
Para su mala suerte, algunos comensales lo reconocieron y comenzaron los pitazos. La periodista Lourdes Mendoza se trasladó hasta el restaurante y le tomó fotos para subirlas a redes y destapar el escándalo: con un proceso judicial en pausa, Lozoya andaba disfrutando de una vida de lujos en Las Lomas.
Semanas después su destino se selló cuando los fiscales desistieron de mantener el “criterio de oportunidad” y Lozoya fue ingresado al Reclusorio Norte por la medida de prisión preventiva en su contra.
¿Quién será el pr{oximo funcionario o exfuncionario que caiga tras ser evidenciado en su vida de lujos? ¿Conoceremos nuevos platos como el “Pato Lozoya” o acaso se hablará de vinos y cocteles alcohólicos?
¿Estaremos ante un “Lozoya”, pero de la 4T, y aún no lo sabemos?