“La historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa”.

Karl Marx

Primer tiempo

Aunque el único DT que puede sacar del atolladero a Chivas es Matías Almeyda, lo peor que puede pasarle a un mito es intentar replicarse.

El futbol ejerce memoria corta. Incluso hay quienes afirman que el ciclo del Pelado fue malo debido al último torneo que dirigió, en el cual, ciertamente, no le fue nada bien, pero sacó el título de la Concachampions.

Imaginen que le hubiera ido bien.

El mito de Matías Almeyda en Chivas está en riesgo de derrumbarse si es que se consuma su vuelta.

Y es que el actual plantel es más modesto que el último que tuvo, mismo que no le convencía; pidió refuerzos, no le cumplieron, y se terminó yendo.

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Sí, el Pelado es el único Pastor que puede obrar milagros en el Rebaño, pero… ¿qué pasará cuando sume derrotas o se venga una crisis? ¿Ahora qué nombre soltará la nación chiva?

Es probable que el crédito de haber ganado cinco títulos expire antes de lo presupuestado.

Sería dolorosa una estampa del estadio chiflando al mítico entrenador sólo por una eventual mala racha. Un Matías Almeyda abucheado es lo menos que necesita Chivas en un futuro cercano.

El ídolo no es infalible, todo lo contrario, como lo apuntó Eduardo Galeano: “a veces el ídolo no cae entero. Y a veces, cuando se rompe, la gente le devora los pedazos”.

Segundo tiempo

Sin embargo, el regreso de Matías Almeyda es un ganar, ganar para la directiva de Chivas.

Pues, si el Pelado logra replicar algunos de sus éxitos, el Rebaño se olvidará de la crisis y de la mediocridad para entonces sí comenzar a soñar con títulos.

Y, si Matías fracasa, se corroborará que las segundas partes siempre son dignas del olvido y se quitarán a un fantasma que suele aparecer cuando el equipo anda moribundo.

Por ahora no hay nada definido; hay quienes insisten en que el argentino tiene las puertas cerradas en Chivas, mas también existen trascendidos que indican que Ricardo Peláez, el director deportivo del club, ya buscó al susodicho para ofrecerle las riendas del equipo.

Como sea, esperemos que el grandioso mito que se creó alrededor del bien amado pastor no se diluya a las primeras de cambio y Chivas quede así en la orfandad absoluta: sin referentes cercanos, sin mitos contemporáneos, sin leyendas a las cuales recurrir en una época en que la nostalgia es lo único que les queda.

Tiempos extras

Las Chivas ya se han devorado a todos los entrenadores que había en la baraja; quedan pocos candidatos si es que Almeyda no regresa.

En cuyo caso la directiva tendría que dar un golpe sobre la mesa con un Nicolás Larcamón, un Tuca Ferretti, o bien, tocar las puertas en el extranjero.

Como dato, allá hay entrenadores libres de renombre en este momento, tales como Marcelo Bielsa, Quique Setién y Ernesto Valverde. Soñar no cuesta nada.