Ante la reciente advertencia del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, sobre los riesgos que enfrentan diversos países por el calentamiento global, en México diversos expertos advierten sobre las afectaciones en materia forestal, máxime que el territorio nacional es considerado como uno de los 17 países megadiversos que albergan un 70% de las especies conocidas en el planeta.
Nuestro país cuenta con 138 millones de hectáreas con vegetación forestal, equivalentes al 70% del territorio nacional; por este motivo, se sabe que los integrantes del equipo de la próxima titular del poder ejecutivo federal, Claudia Sheinbaum Pardo, analizan en quién podría recaer la titularidad de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
En este escenario, las alarmas en diversos sectores del país se han activado al darse a conocer el nombre de Sergio Graf Montero, personaje impulsado por Marina Robles, quien se perfila al frente de la Subsecretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Las inquietudes fundadas en el historial controvertido del exfuncionario no se han hecho esperar ya que la gestión de Graf Montero en Jalisco, se vio marcada por escándalos y acusaciones, que han dejado más preguntas que certezas sobre su capacidad para liderar un organismo crucial en la conservación y gestión forestal del país.
Graf Montero no es un nombre desconocido en el ámbito ambiental. Su paso por la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) en Jalisco, durante el gobierno de Enrique Alfaro, estuvo lejos de ser ejemplar, según han advertido diversos colectivos que velan por los derechos del medio ambiente. La promesa de mejorar las políticas ambientales se quedó en el aire cuando surgieron señalamientos graves en su contra. Las denuncias de malversación de fondos federales y licitaciones en favor de la empresa WEP, sumadas a la acusación de violar la ley en el programa de verificación vehicular, empañaron su gestión. Estos hechos no fueron simples rumores; fueron denunciados públicamente por actores clave como Abraham Gobel, presidente de la Asociación de Talleres para las Emisiones y Reparaciones Vehiculares.
El año 2021 fue un punto crítico en la carrera de Graf Montero. Colectivos sociales y ambientalistas se alzaron para exigir su destitución, acusándolo de incompetencia y de ignorar los graves problemas ambientales de la entidad, especialmente en lo relacionado con el río Santiago. El descontento social no fue menor, y su eventual salida de la Semadet fue vista como un triunfo para quienes buscan una verdadera defensa del medio ambiente. Sin embargo, la sombra de sus vínculos con grupos políticos de la Universidad de Guadalajara también fue un factor que contribuyó a su salida, y que hoy podría pesar en su posible retorno a la administración pública federal.
El historial de Graf Montero no se limita a Jalisco. Su paso por la Conafor durante la administración de Felipe Calderón y su posterior participación en el gobierno de Enrique Peña Nieto no dejaron precisamente una huella positiva. La productividad forestal y las plantaciones no vieron un avance significativo bajo su liderazgo, algo que sus críticos atribuyen a un enfoque excesivamente ambientalista que, lejos de balancear la conservación con la productividad, resultó en una parálisis de objetivos esenciales para el sector.
Es precisamente este enfoque el que genera escepticismo en torno a su posible nombramiento. La Conafor necesita una visión que combine la sostenibilidad ambiental con la productividad forestal, un equilibrio que Graf Montero no ha demostrado en sus anteriores gestiones. Las organizaciones forestales, que conocen de primera mano los desafíos que enfrenta el sector, han expresado su preocupación ante la posibilidad de que un perfil con tales antecedentes asuma la dirección de la comisión. La experiencia nos dice que los cargos públicos de este nivel requieren de más que buenas intenciones; requieren de resultados.
México tiene un rico y diverso recurso forestal, con más de 60 tipos de vegetación, como bosques de coníferas y encinos, que podrían estar en riesgo de no tomarse con seriedad a la persona que dirija las acciones ambientales a nivel nacional; como dijo António Guterres, en el Foro de las Islas del Pacífico, celebrado en Tonga, hay que trabajar para cortar drásticamente las emisiones globales, encabezar la descontinuación rápida y justa de los combustibles fósiles e impulsar a nivel masivo las inversiones en adaptación para proteger a la población de los riesgos presentes y futuros.
Punto cero
La primera cerveza artesanal sin alcohol en Latinoamérica es mexicana. La marca “Sans” le apuesta al sabor de las cervezas artesanales pero sin alcohol. ¿Será un negocio?, ya lo veremos.
X: @JoseVictor_Rdz | Premio Nacional de Derechos Humanos 2017