IRREVERENTE
Les platico:
Con motivo de las reformas constitucionales que concentraron en la presidencia de México los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, el senador plurinominal morenista Adán Augusto López utilizó por primera vez la expresión “supremacía”, que tanta muerte y daño causó a la humanidad en el siglo XX.
El origen de esta frase se remonta a la antigua Roma:
Cuando un general volvía a la ciudad después de sus conquistas -en medio de los vítores del pueblo- un siervo le susurraba al oído “memento mori”.
Le recordaba así las limitaciones de la naturaleza humana, para impedir que incurriera en la soberbia y pretendiese -a la manera de un dios omnipotente- usar su poder ignorando leyes y costumbres.
En eso pienso cada vez que pierdo mi tiempo -lo confieso- en algún chat de los muchos que pululan en las redes, plagados de fanáticos de la 4T y de sus “dioses” en el poder.
Repiten cual coros de loros, cuanta arenga encuentran en la propaganda morenista.
Emiten juicios de valor de todo, sabiendo nada, y enderezan sus proclamas contra todo aquello que vaya en contra de la tendencia socialistoide de este gobierno.
Lo hacen desde la comodidad de sus casas, trepados en el ladrillo que les da una jubilación o una de las dádivas del régimen actual, gestado en el pasado; seguido, corregido y aumentado por el actual.
Y desde esas “alturas”, ensoberbecen sus posturas. “Se les subió el poder”, decía mi abuela la alcaldesa.
Se dicen rojos, pero son como los rábanos, nomás por fuera.
El problema no son ellos, los fanáticos de los chats.
El problema se gesta en las posturas supremacistas de quienes heredaron un poder y hoy tienen facultades omnímodas, que harían palidecer a López de Santa Anna, cuando fue erigido por mandato constitucional, en “alteza serenísima”, el 15 de diciembre de 1853.
Apenas pasaron las elecciones del 2 de junio, le escuché a un político de cepa que se formó en el PRI y opera bajo la férula de Morena, decir que ese partido se está llenando de degenerados.
Tiene razón. Tanto poder, degenera.
Y para amolarla de acabar, lo mismo ocurre en las empresas.
Si lo dudan, sugiero leer mis tres artículos sobre los Depredadores que están haciendo víctima a una de las corporaciones emblemáticas de Monterrey.
Cajón de Sastre:
- Mañana, el Episodio II: “Pasado pisado y déficit de suelo”, donde les platicaré de mi encuentro con Juan Carlos Varela, cuando era presidente de Panamá.
- Todo esto, sin faltar el Incomparable Iván y toda la Compañía.