Uno de los numerosos hombres en el directorio del diario Reforma, Roberto Zamarripa, entrevistó a una de las muy pocas mujeres en ese organigrama, Lorena Becerra, encargada de aplicar las encuestas en el diario de la familia Junco.

Si hay un diario machista, es Reforma. Lo dirigen 17 hombres y solo tres mujeres. Ellos, por cierto, casi todos arriba en la estructura. Ellas, en la parte baja de la tabla.

Los machitos

1.- Primer hombre en el directorio de Reforma: el presidente del consejo, Alejandro Junco de la Vega.

2.- Segundo hombre en el directorio de Reforma: el vicepresidente del consejo, Rodolfo Junco de la Vega.

3.- Tercer hombre en el directorio de Reforma: el director general, Alejandro Junco Elizondo.

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4.- Cuarto hombre en el directorio de Reforma: el director general comercial, Ricardo Junco Garza.

5.- Quinto hombre en el directorio de Reforma: el director general de operaciones, Ignacio Mijares.

6.- Sexto hombre en el directorio de Reforma: el director general editorial, Juan Pardinas.

7.- Séptimo hombre en el directorio de Reforma: el director editorial, Roberto Zamarripa.

8.- Octavo hombre en el directorio de Reforma: el director editorial, Alex Castillo.

9.- Noveno hombre en el directorio de Reforma: el director comercial, Gerardo Lara.

10.- Décimo hombre en el directorio de Reforma: el director comercial de experiencias de marca, Juan Carlos Pulido.

11.- Undécimo hombre en el directorio de Reforma: el subdirector editorial, Roberto Castañeda.

12.- Decimosegundo hombre en el directorio de Reforma: el subdirector digital y de cancha, Jorge A. Jiménez.

13.- Decimotercer hombre en el directorio de Reforma: el director de tecnología, Edgar Espinosa.

14.- Decimocuarto hombre en el directorio de Reforma: el director de circulación, Roberto Segura.

15.- Decimoquinto hombre en el directorio de Reforma: el director de producción, Jorge Obregçon.

16.- Decimosexto hombre en el directorio de Reforma: el coordinador de proyectos especiales, Miguel de la Vega.

17.- Decimoséptimo hombre en el directorio de Reforma: el subdirector gráfico, Omar Olvera.

Las tres mujeres

1.- Primera mujer en el directorio de Reforma: la directora editorial de negocios, Mayela Córdoba.

2.- Segunda mujer en el directorio de Reforma: la subdirectora de datología (encuestas), Lorena Becerra.

3.- Tercera mujer en el directorio de Reforma: la subdirectora de su agencia, Elvira Carrasco.

La encuesta y la amenaza

Creo que es seria doña Lorena Becerra, encuestadora de Reforma. Y siempre he pensado que es un periodista sensato don Roberto Zamarripa, director editorial de ese periódico.

El análisis que han hecho de la reciente encuesta de Reforma es serio y sensato, hasta que en los últimos minutos de la entrevista de plano deja de serlo.

No sé si Juan Pardinas, ultraderechista jefe de Zamarripa y Becerra, impuso un guión para que cerraran su diálogo en modo chantaje político.

Veamos las cosas.

Dijo el señor Zamarripa: Que la encuesta de Reforma sirva “también para que reflexione Morena porque la discusión que conocemos, que se ventila, se trasluce, es qué pasa si Marcelo Ebrard se va de Morena. Por lo que estamos observando él trae 34%”.

Dijo la señora Becerra: “Preguntamos a quién preferiría como candidato de Morena, y Shienbaum sale arriba con 34%, pero Ebrard tiene 27%, eso no es menor. Si Ebrard pudiera tener esta fuerza para en un momento dado escindirse de Morena, ponle tú que no se lleve ese 27%, pero aunque se llevara la mitad de ese 27% sería un daño importante para Morena”.

El mensaje y el chantaje

Roberto Zamarripa y Lorena Becerra, analistas de Reforma, lo dicen con toda claridad y yo lo repito aquí con estas palabras: “Aunque tenga peores números que Claudia Sheinbaum, si Marcelo Ebrard es el candidato de Morena, este partido gana las presidenciales de 2024. Pero si se va a otro instituto político, con el 13% de preferencias que se lleve la oposición derrota a la 4T”.

O sea, dicen en Reforma, la izquierda en el poder para no dividirse y perder las presidenciales tendría que hacer candidato al único que sí amenaza con fracturar al proyecto de AMLO.

Y es que, curiosamente, Ebrard es visto con simpatía, o al menos como el menor de los males, fuera de Morena —destacadamente en los espacios editoriales de diarios muy de derecha como Reforma, Milenio y El Financiero, que suelen dar voz a los ideólogos de los círculos empresariales hostiles al presidente López Obrador.

¿Qué piensan de Sheinbaum en los espacios editoriales de diarios muy de derecha como Reforma, El Financiero y Milenio, que suelen dar voz a los ideólogos de los círculos empresariales hostiles al presidente López Obrador? Es evidente que detestan a la jefa de gobierno.

Henry Kissinger, Rusia y China y la lección para Morena

Leí en el Financial Times una entrevista que le hicieron a Henry Kissinger, quien hace 50 años jugó un rol central en el acercamiento que Estados Unidos tuvo con China para que este último país no se cohesionara con Rusia durante la llamada guerra fría.

Dijo el exsecretario de Estado: “En el momento en que nos abrimos a China, Rusia era el principal enemigo, pero nuestras relaciones con China eran casi tan malas como podían ser. Nuestra opinión al abrirnos a China era que no era prudente, cuando hay dos enemigos, tratarlos exactamente igual”.

Por las responsabilidades que tienen en la 4T, tal vez los diarios de derecha y los círculos empresariales incluyen entre sus enemigos tanto a Claudia Shienbaum como a Marcelo Ebrard.

Pero, en la lógica de Henry Kissinger, no consideran prudente, cuando hay dos enemigos, tratarlos exactamente igual. Así, la derecha claramente se ha acercado a Ebrard, ya que ve como el mayor riesgo para sus intereses la continuidad del proyecto de AMLO, que con Sheinbaum está garantizada; una continuidad que el canciller rompería si le conviniera, o ese mensaje lo manda a diario el canciller a quienes podrían apapacharlo en la oposición.

De hecho, para que no se le vea tan de izquierda como a la señora Claudia Sheinbaum, don Marcelo Ebrard ha evitado manifestarse absolutamente leal a los proyectos más importantes del presidente López Obrador.

Lo que más se critica de Claudia en los ambientes periodísticos contrarios a la 4T es que sea tan decidido su apoyo a las decisiones de AMLO; lo que más se elogia de Ebrard en tales ambientes es su capacidad para no comprometerse en exceso con las decisiones más polémicas de Andrés Manuel.

La victoria pírrica de Morena

No es un problema menor para la 4T. Si Ebrard se va a la oposición, Morena se debilita porque se divide. Y Ebrard solo seguiría en el partido de izquierda si es el candidato presidencial, lo que arruinaría al proyecto.

Si Ebrard se queda, Morena asegura la victoria pero pagando el costo de la destrucción del proyecto de AMLO, algo que Ebrard haría desde el día uno de su administración para cumplir compromisos con los grupos que han perdido privilegios con la 4T y que hoy tanto apoyan al canciller.

Esa sí que sería una victoria pírrica para el lopezobradorismo: ganaría el partido de izquierda pero el segundo gobierno izquierdista echaría abajo algunas de las transformaciones de AMLO, si es que no todas.

¿Que eso no sería posible porque nadie tendría mayoría en el poder legislativo, donde el grupo leal a Andrés Manuel defendería con todo al modelo de izquierda? Por favor, en el presidencialismo mexicano todo se puede desde el poder ejecutivo si este se maneja con habilidad y una dosis de perversidad.

Ya se sabe que Ebrard —lo que sea de cada quien— es un político hábil, y que es perverso, pues…, admitámoslo con objetivad, esa representa su principal ventaja.

En Morena y en Palacio Nacional sabrán lo que hacen, pero si les tiembla la mano porque Marcelo se puede llevar un 13% de las preferencias a la oposición, el proyecto de AMLO tendrá muy corta vida; lo peor, lo enterrará otro gobierno de izquierda.