Mi personal punto de vista es contrario a los deseos del presidente Andrés Manuel López Obrador. Mexicana no debería de arrancar a finales de diciembre, o el 26 como el titular del ejecutivo lo afirmó en una mañanera, y confirmado por el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.
Y es que todo indica que, del círculo cercano al primer mandatario, nadie ha sido capaz de explicarle cómo funciona -en los hechos- la industria aeronáutica. No estoy especulando, es una afirmación; hoy por hoy el presidente sigue sin saber a ciencia cierta por qué la Agencia Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés), nos degradó a categoría 2.
Sí, tiene razón cuando dice que durante los sexenios de Vicente Fox y de Felipe Calderón el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) era la puerta más grande de entrada de la droga en este país; y a mí no me lo cuentan, me tocó presenciarlo con mis propios ojos. Pero esa no fue la razón de la degradación.
Desde hace algunos meses, se habló de la posibilidad de que para el arranque de la nueva aerolínea estatal se recurriría al uso de ciertos equipos de las Fuerzas Armadas. Esto sonaba fuerte y claro dentro de la comunidad aeronáutica, y era consecuencia de que en el panorama mundial ya escaseaban equipos. Esta idea circulaba incluso antes de que se arrendara el avión de la fabricante Embraer utilizado para obtener el “Certificado de Explotador de Servicios Aéreos” (AOC).
Y el rumor de usar aviones del ejército quedó así, como tema de “radiopasillo”, sin embargo, acabamos de presenciar la confirmación que hace el propio director general de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), el General en retiro Enrique Vallín Osuna; la nueva Mexicana de Aviación arrancará operaciones el 26 de este mes, utilizando tres equipos de nuestras fuerzas armadas.
La información la dio a conocer en una reunión que tuvo con varios medios de comunicación, en donde añadió que se están evaluando los tres equipos en distintos talleres del país, para verificar sin son aptos para volar como flota de una aerolínea comercial.
Justamente me confirmaron esto con el siguiente mensaje: “… No hay aviones listos para volar, ya se está en contacto con SEDENA junto con excompañeros del Taller de Reparación Mayor de Mexicana de Aviación, para poner listos los que se encuentren, ya sea de la SEDENA con los permisos de aeronavegabilidad, que eso es lo difícil, lleva tiempo porque son permisos de autoridades europeas, americanas y mexicanas para que pueda volar un avión…”
Lo que les puedo adelantar, porque lo sé de primera mano gracias a una fuente muy cercana, es que las tripulaciones ya están en adiestramiento en el Centro de Adiestramiento a Tripulaciones (CAT) antes propiedad de la Mexicana de Aviación original, y que fue una de las instalaciones que se les compraron a los trabajadores hace unos meses.
Más allá de las declaraciones oficiales, al interior y entre quienes están trabajando en el ojo del huracán, no hay certeza de si la empresa arrancará o no en diciembre. Esto, en lo personal, francamente me parece un error, ya que se tiene contemplado que por ahí de finales de abril o en mayo lleguen los B737-800 que se habían pedido para dar inicio a las operaciones de la nueva línea aérea.
Por lo tanto, considero que comenzar operaciones a llegar la temporada alta de verano en 2024 sería una mejor decisión y un total acierto, por varios puntos que aquí voy a mencionar.
La temporada alta de invierno comienza a mediados de noviembre y termina para al 15 de enero, a partir de esa fecha las operaciones son extremadamente bajas, hasta la llegada de la semana santa, cuyo movimiento dura alrededor de un mes, en junio hasta septiembre tenemos de nueva cuenta la temporada alta de verano y luego hay que volver a esperar la temporada alta de invierno.
Para el 26 de diciembre, que además es martes -un día bastante flojo aeronáuticamente hablando-, solamente les quedarían 20 días de temporada alta, es decir hasta el 14 de enero, y con aviones que no serán la flota definitiva con la que operará. Son aspectos importantes que se deben considerar.
Sí, sabemos que la gente está esperando subirse de nuevo a un avión con el logotipo y nombre de Mexicana, pero también es cierto que lo harán motivados por el recuerdo de lo que en su momento fue Compañía Mexicana de Aviación.
Me llena de orgullo que ese buen sabor de boca los mueva a viajar por la nueva Mexicana, pero el pasajero va a pagar, y va a querer revivir esa mística especial conseguida con la excelencia en el servicio, seguridad, certeza y puntualidad.
Una esencia aquilatada en más 100 años de experiencia, y en la que todos los detalles cuentan, desde la sonrisa de la tripulación, hasta los colores de su uniforme.
Aplaudo que un avión con el nombre de Mexicana surque el cielo, pero con el mismo ahínco pido que nada sea improvisado. Por eso señalo todos los detalles son importantísimos; ya quedó claro que el logotipo y la tipografía que van a usar, son las utilizadas desde finales de los años 60 hasta 1990, cuando el águila de Mexicana dejó de mirar a la izquierda y volteó (literal) a la derecha.
Pero no se trata solo de poner a volar los aviones; no digo que sea simple ni sencillo, solo que no es lo único. Se tiene que pensar en muchas otras cosas, cuales van a ser los colores corporativos que se van a utilizar, por ejemplo; hasta el momento solamente han usado la tipografía en negro, pero ¿cuáles colores le van a dar identidad a la marca?, y eso nos lleva al tema de los uniformes, tanto del personal de vuelo, como el de tierra.
Ya dijeron antes que el servicio que van a ofrecer será el de bajo costo, pero requieres de dar un plus, sobre todo en el lanzamiento de una nueva línea aérea, y el tiempo que queda antes del 26 de diciembre no da para todo esto. En efecto, logísticamente es posible arrancarla a finales de diciembre, pero ¿cuál es el propósito?, una línea aérea se debe de posicionar en el mercado a través del servicio.
Esto es, debe ofrecer un servicio de calidad, que los pasajeros recuerden el buen trato y hagan la mejor publicidad del mundo: de boca en boca, y ahora con las redes sociales, eso se podría explotar a un más, pero se necesita tiempo para poder llevarlo a cabo.
Yo espero que la gente cercana al presidente de la nación recapacite y piensen en la conveniencia de que el verdadero lanzamiento de la aerolínea se prepare debidamente para la temporada alta de verano, con bombo y platillo, y ya con los equipos con los que comenzará a operar; con la misión, visión y valores de esta nueva compañía aérea, que llevará el nombre de la primera aerolínea que tuvo el país.
Que se honre la historia y todo lo que hizo grande a Mexicana de Aviación, y se intercale con la oportunidad de que las nuevas generaciones vuelen bajo este mítico nombre, y se den cuenta que el servicio de transporte a pasajeros, debe ser un motivo de orgullo para nuestro país.
Cierro con un punto importante: si a finales de diciembre hacen vuelos de prueba para la certificación, tanto de equipos como de tripulaciones, estamos hablando de una historia totalmente diferente. Los señalamientos que hago son referentes al arranque de operaciones con vista al público en general.