Estimados lectores, leo el título y sigo sin creerlo; y es que han pasado ya tantos años, casi 13 años desde que nos bajaron de vuelo, aquel fatídico 28 de agosto de un muy lejano 2010, día en que se veía una escena por demás desgarradora en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México: mis compañeros con rostros desencajados y lágrimas en los ojos, perfectamente uniformados, con sus maletas listas para subirse y dar servicio a bordo de su vuelo. Nunca imaginamos que eso no sucedería más.
Hoy, durante la conferencia que todos los días lleva a cabo el presidente, ante la interrupción de una reportera, le dijo “…ya afortunadamente es buena noticia también, fíjate por eso te voy a contestar, se logró que un juez desechara los recursos que presentaron abogados y algunos trabajadores, en contra de la posibilidad de que los representantes legales del sindicato vendieran algunos bienes y la marca de Mexicana de Aviación…”
Ante este anuncio tan esperado por los trabajadores de la compañía aérea, busqué a varias mujeres, que en el momento de la bajada de vuelo fueran tanto activas como jubiladas, incluso hijas de algún trabajador de la aerolínea y quiero compartir con ustedes su testimonio.
Comenzamos con el de una compañera que es de mi antigüedad en la empresa, activa al momento de la bajada de vuelo, y quien tuvo que reinventarse, llegando a volar en varias compañías aéreas extranjeras. Hoy es una gran instructora de sobrecargos, Rocío Zúñiga a quién le pregunté ¿cómo te sientes con el anuncio de hoy durante la “conferencia mañanera”?
“Después del seguimiento de los diversos sucesos, desde que se anunció la compra de la marca Mexicana y sus bienes por parte del gobierno, la verdad la noticia el día de hoy, que al fin se concreta, no deja uno de caer en la reflexión que es un cierre, más bien emocional pero en mi caso no, los tripulantes somos guerreros que buscamos una salida de emergencia más, en este caso se dio de manera inversa.
Primero buscamos alternativas de sobrevivencia y después como hoy casi 13 años después como en realidad lo es, rudamente, sin contención, sin justicia, sin reconocimiento, para mi es la culminación de una etapa de mi vida profesional. Terminar esta etapa ayuda de verdad a aterrizar por qué y cómo ocurrió. Terminar estar etapa para mi la verdad es un alivio, es la palabra con la que la puedo describir; entonces bienvenida la solución. Si esta vez la solución fue la venta de Mexicana (la marca) y los bienes, adelante, al final todo esto a terminar en que pues tengamos. Yo le doy la bienvenida a Mexicana nuevamente en los cielos, que tanta falta nos hace.”
Otra compañera; a ella le tocó una transición, pues en realidad estaba activa cuando bajó la empresa, y durante los siguientes meses le alcanzó el tiempo de jubilarse, en una empresa sin operaciones. En aquellos tiempos todo era muy confuso, pues se trabajaba arduamente para el “regreso”. Fue además Secretaria de Actas, y Secretaria del Trabajo de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA); ella fue mi mentora en mis pininos sindicales, se trata de Marcela Nieto del Collado.
“Me siento muy contenta y satisfecha que se haya logrado vender la marca de Mexicana de Aviación pese a los obstáculos que puso un abogado (Peña Neder) oportunista y ambicioso. Gracias a que nuevamente volará Mexicana de Aviación muchos trabajadores nos veremos beneficiados económicamente y que tal vez equivalga a lo que pudo ser una liquidación por quiebra; yo me doy por bien servida, porque era nuestra última oportunidad de lograr un beneficio y de que alguien comprara la marca.”
El siguiente testimonio es de una compañera que ya estaba jubilada cuando Mexicana paró operaciones, es María Eugenia Dávila, quien amablemente nos comparte su sentir:
“Estoy feliz, muy agradecida con el Señor Presidente, una muestra de que cumplió su promesa de campaña: ayudarnos. Hoy se ha hecho realidad el sueño de poder cobrar algo de lo que nos fue robado, y doble felicidad volver a ver el nombre de Mexicana de Aviación; sé que no será lo mismo, pero el nombre perdurará, esa fue la intención, y feliz de que nuestra querida empresa haya quedado en buenas manos. Además todos los que estamos enfermos, ahora tenemos posibilidades de tener una buena atención médica.”
Una trabajadora quien se desempeñara en el área de tráfico y que no quiso dar su nombre, pero sí su testimonio me comentó: “Por fin, después de tanta angustia, porque yo en verdad creía que ya nunca íbamos a cobrar nada, agradezco mucho al Presidente, a los compañeros que nunca dejaron de luchar, gracias a ellos, a su tenacidad, es que hoy por hoy es una realidad que nunca creí poder ver. Con lo que reciba voy a empezar un pequeño negocio, me va a servir para arrancar, mientras cuido de mis hijos.”
Una trabajadora más, que tuvo que irse a laborar “a otro lado”, nos comparte lo siguiente:
“Hola Ximena, buenas tardes, quiero compartir contigo y tu amable auditorio unas palabras. Volar es un sueño de muchos y hoy es un día histórico en donde le quitan las cadenas a un águila valiente y feroz, me refiero a Mexicana de Aviación, hoy renace un símbolo de la aviación mundial, hoy es un día de libertades, de pasiones, de justicia. Porque la Primera siempre será la Primera. Estoy muy agradecida por el dinero que me corresponde, Mexicana de Aviación la también llamada “la aerolínea milagrosa”, no deja de sorprender, es tal su fuerza que nadie ha podido vencerla, agárrense porque los cielos, hoy tienen un nuevo dueño. Muchas gracias Señor Presidente Andrés Manuel López Obrador, por tanto y tanto, por la espera, por la empatía y por darnos un respiro, saludos a todos, Rosario Martínez Méndez.”
Y eso es algo que no siempre se sabe, no solo fuimos afectados los trabajadores, nuestras familias también padecieron durante todo este tiempo; primero ante el desconcierto y la incertidumbre de no saber si Mexicana regresaría a volar o no, hubo quienes se fueron a buscar trabajo en otros lugares, por la presión que tenían de mantener a una familia.
“Familia”, una palabra fundamental entre los trabajadores de Mexicana de Aviación, pues eso somos, la compañía aérea se encargó de tatuarnos hasta la médula ese concepto. Nuestro último testimonio nos lo comparte la hija del un piloto, ella acompañó a su padre, el Capitán Ovando, a las marchas, los mítines. Cinthya Liliana Ovando nos dice:
“Me siento sumamente emocionada, llena de nostalgia, porque después de tantas manifestaciones, plantones, pues al fin este sueño se ve hecho realidad. Algo que siempre le faltó al caso Mexicana fue voluntad política, y al fin después de casi 13 años, esa voluntad política se está haciendo presente. Yo siempre fui de la idea que más valía recibir algo en vida, que mucho pero tres metros bajo tierra; y a título personal, mi padre enfermó de gravedad hace unos meses y algo que a mí me frustraba era que no recibiera ni un solo peso de liquidación.
No es justo, no sigue siendo justo, pero creo que como bien lo menciona el Señor Presidente Andrés Manuel López Obrador, es una gratificación a tantas cosas que hemos padecido a través de todo este tiempo, entonces a mi mente llegan recuerdos, experiencias, vivencias y pues en este momento yo me podría poner a llorar, pero hoy lo haría de alegría.
Hoy veo una luz al final del túnel, yo estudié derecho mercantil y algo que me llenaba de frustración era que estos amparos detuvieran la compra-venta de los bienes y de la marca. ¿Por qué? Porque al paso del tiempo -y no se necesita haber estudiado para comprenderlo- los bienes se iban a ir deteriorando más hasta no poder recibir nada.
También mencionar que el Poder Judicial ayudó a destrabar el proceso, ya que nunca se le dio seguimiento a las órdenes de aprehensión en contra de Gastón Azcárraga y que durante el gobierno de Peña Nieto se desecharon. Tampoco podemos olvidar a Fox y Calderón, un crimen de Estado que quedará para la historia, ahora a mi parece se busca que Mexicana quede en manos de la SEDENA para protegerla de no volver a repetir la historia.
Gracias a Dios la historia ya es otra y creo que hoy podemos celebrar que Mexicana va a volver a volar. Mexicana para nosotros más que una empresa es familia, es algo que no tiene palabras para poderse explicar, entonces pues estoy muy emocionada, le agradezco al Señor Presidente Andrés Manuel López Obrador que nos haya escuchado, que nos haya tenido paciencia para ponernos de acuerdo y que esto se llevara a término exitoso.”
Agradezco a todas las compañeras y a la hija del Capitán que aceptaron ser entrevistadas para esta columna donde quiero que conozcan el sentir, no solo mi opinión de la gente de Mexicana de Aviación.
Tenemos una relación “sui géneris” con la empresa y sí, nos llenamos de orgullo e hinchamos el pecho al decir “yo soy de Mexicana de Aviación”. Espero que mis compañeros que todavía están en edad puedan colocarse en la nueva aerolínea, y que mis compañeros de otras líneas aéreas como Interjet o Transportes Aeromar también sean considerados, pues son personal altamente calificado.
Enhorabuena, por fin volveré a ver a Mexicana de Aviación surcar los cielos.