Existe una tendencia de impulsar, tanto en redes sociales como en medios de información, la afirmación de que la nueva Mexicana es un fracaso, y se repite hasta convertirse en el pan nuestro de cada día.
Celebran por todo lo alto cualquier nota negativa, y no se cansan de compartirla, para aseverar con aires de superioridad que la nueva línea aérea del gobierno es “un elefante blanco”, sin analizar de verdad los datos que están disponibles.
Y eso es precisamente lo que pasó con la nota publicada hace unos días en el diario Reforma, cuya cabeza dice lo siguiente: “Vuela poco Mexicana de Aviación, pero litiga mucho”.
En este espacio les he hablado que las líneas aéreas suelen tener departamentos de comunicación, dedicados en cuerpo y alma a combatir la mala publicidad, y si tenemos que mencionar de algo en lo que sí está fallando la nueva aerolínea del Estado mexicano, es en comunicarse con la gente.
No me refiero a sus campañas en medios de comunicación y redes sociales para publicitar sus vuelos, ofertas y nuevos destinos; más bien pongo la lupa sobre un hecho que siempre se debe cuidar: cómo contrarrestar toda la mala publicidad.
Porque al final, el “coco” de las líneas aéreas es caer en la viralidad negativa. Por ello tienen especialistas dedicados a disminuir los daños lo más que se pueda, pero parece que la nueva Mexicana no termina de entender las reglas del juego y los riesgos que conlleva la “mala publicidad”.
Empecemos por esta nota, firmada por Víctor Fuentes, que asegura que la aerolínea “vuela poco” porque está más preocupada en responderle en tribunales a SAT Aero Holdings, la empresa de arrendamiento, que prometió le iba a conseguir 10 aviones modelo B737, justo a finales de 2023, cuando la escasez de los equipos era impresionante, y era un verdadero triunfo conseguirlos.
Y por ahí debemos empezar. El grueso de la población no tiene claro cómo funciona el mundo de la aviación, y le creen a los medios -que les encantan ese tipo de titulares- cuando publican: “la aerolínea patito compra 10 aviones a Boeing”; y la verdad es que, ni compra los 10 equipos, ni tampoco les llegarán de un día para otro.
Pero un titular así es más atractivo que uno más mesurado y apegado a la realidad, como sería: “aerolínea patito arrendará 10 aviones Boeing que llegarán en un plazo de cinco años”; al final ¿qué titular vende más?, ¡pues obviamente el primero!, pero aprovechan que la gente no sabe que desde hace ya varios años la industria aérea no compra las aeronaves, sino que las renta porque sale más barato, se ahorran en mantenimiento y siempre tienen equipos más modernos en sus flotas.
Justamente esto lo señalé en la columna de ayer, que la flota de Aeroméxico es una de las más nuevas, y es debido a este nuevo esquema de arrendar equipos, ya sea directamente con la fabricante o con las muchas empresas de arrendamiento que existen en el mercado mundial.
Ahora, en honor a la verdad diré que “las prisas nunca son buenas consejeras”. Hace un par de años critiqué la premura con la que arrancó operaciones la nueva aerolínea del Estado, y no faltó quien se me fuera a la yugular, porque estaba poniendo en duda que “cabecita de algodón lo supiera todo”, ¡y no!, si hay un tema que Andrés Manuel López Obrador nunca aprendió a dominar, es precisamente el aeronáutico.
Sé que es un tema complicado y a uno le cuesta sus buenos años para aprender muchos (no todos, pero muchos) de los intríngulis de la industria. Por eso en su momento señalé que era un enorme despropósito arrancar la nueva línea aérea a final de la temporada alta de invierno y a inicios de la temporada baja, en lugar de hacerlo en Semana Santa del año siguiente, que es la primera temporada alta del año.
Al gobierno federal, más que los buenos resultados, le interesó echarla a andar rápidamente. Es por ese motivo que la gente hoy critica que “Mexicana no despega”, pero quiero ser muy clara en esto: esta situación comienza cuando SAT Aero Holdings incumplió su compromiso de traer esos 10 aviones.
Si yo nunca hubiese volado, le estaría dando la razón al Reforma, y me comería toda su narrativa; pero como sí conozco el funcionamiento de la aviación, sé que es imposible traer 10 equipos en un solo envión.
Empecemos por ahí, al gobierno federal y a la nueva aerolínea les vendría bien “comunicar” cómo funciona una línea aérea, y explicar por qué en este caso concreto nunca iban a llegar los 10 aviones juntos.
Había que decirle a AMLO que lo mejor era que comiera sus ansias, y que “con la pena”, pero el arranque de la nueva línea aérea se haría hasta Semana Santa, con dos o tres destinos como máximo, para ir “calentando motores”, como se hace con cualquier otra línea aérea comercial en el país.
Fue un error garrafal lanzar tantas rutas sin tener la flota suficiente para ello; no sé por qué le tienen miedo a empezar de poco en poco. Roma no se hizo en un día y una aerolínea se toma su tiempo para crecer; tomemos el ejemplo más reciente de VivaAerobus, que comenzó con dos aviones y una sola ruta, y hoy 18 años después, cuenta con una flota de más de 90 aviones.
Por otro lado, entiendo lo “jugoso” que resulta darle las ocho columnas a la demanda de SAT Aero Holdings, pero tal litigio no tiene ni pies ni cabeza porque nunca, y lo vuelvo a repetir, nunca pudo entregar ni un solo equipo en el tiempo convenido. En los hechos, quien al final terminó incumpliendo el contrato fueron los de SAT Aero, a cargo de Luis Evia.
En buena lid, mi recomendación para la administración de la nueva Mexicana, es que consigan a una persona que sepa comunicarse con la gente, y se dedique a combatir todos los días la mala información, sobre todo la mala publicidad. Es un hecho, la nueva Mexicana no se puede comparar con aerolíneas como Volaris, Viva y mucho menos Aeroméxico.
Ya lo están haciendo, pero no deben de dejar de estudiar el mercado y ojalá opten por el modelo regional de bajo costo, y muevan al pasaje a destinos a donde otras aerolíneas no van; no tiene caso que compitan con Cancún o Monterrey, vayan a Lázaro Cárdenas, Zacatecas, y con pasos poco a poco; no quieran abarcar mucho mercado, no mientras no les lleguen los nuevos equipos Embraer´s que pidieron y que -va de nuevo- no llegarán todos al mismo tiempo, vendrán de uno en uno.
Mercado hay, solo hay que saber hacía donde enfocar sus baterías, y lo digo con toda honestidad ¡olvídense del tema político!, a nuestro país le conviene una aerolínea más que brinde sus servicios, y tenga la intención de conectar poblaciones que hoy no cuentan con ese puente aéreo.
Son mis mejores deseos, y contrario a lo que muchos piensan y repiten sin mayor análisis, la Aerolínea del Estado Mexicano ¡no es ningún fracaso!, yo lo veo como un gran negocio que tiene todo para despuntar ¡y vaya de qué manera!