Pareciera que Estados Unidos y Donald Trump son los enemigos de México. La narrativa oficial dice que se dará batalla en contra de Trump y los Estados Unidos y que, frente a los embates, la posición de México es defender el T-MEC.

Lo cierto es que la reacción de Estados Unidos, no de Trump, sino de republicanos y demócratas frente a las medidas asumidas por México como la reforma al poder judicial con la que de facto, dicho poder quedaría prácticamente como una dependencia del ejecutivo federal, eliminando de tajo cualquier posibilidad de un Estado de derecho y borrando el capítulo de los derechos humanos y de igualdad en la aplicación de la ley ha causado incertidumbre.

Además de la desaparición de organismos autónomos como el INAI, COFECE, Coneval, IFT, CRE, CNH y la reducción presupuestal que deja en operación mínima a instituciones como el INE, se deja en la indefensión a empresas, ciudadanos y a las organizaciones del sector social.

Sin instituciones garantes

Estas instituciones y organismos autónomos que se encargaban de establecer condiciones de comercio y competencia legales y leales que fortalecían a la región Norteamérica han desaparecido. Las reformas aprobadas por el Congreso propician un escenario desproporcionado, desigual y rompen con los acuerdos del T-MEC favoreciendo la entrada de productos chinos a la región Norteamérica generando un desbalance entre los tres socios comerciales.

¿Defender el T-MEC o ser punta de lanza para China?

Las aseveraciones del secretario de economía sobre defender al T-MEC suenan falsas, cuando quien atacó el acuerdo para cumplir compromisos políticos con China y debilitar la región de Norteamérica, fue México y sus decisiones vulneran el comercio de la región y trastocan temas de seguridad nacional y geopolíticos.

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Por su parte, Trump toma medidas, como el nombramiento de Ronald Johnson, experto en seguridad, inteligencia y cuestiones militares como embajador en México.

No es fortuito, AMLO favoreció la relación con Rusia socio de China y de la 4T, pero enemigo de Estados Unidos, Canadá y Europa. La presencia rusa en México destaca con el mayor número de espías en todo el mundo y una mafia que opera principalmente en Quintana Roo.

Las alianzas incluyen ejercicios militares, cabe recordar que AMLO permitió que participaran en el desfile del 16 de septiembre tropas rusas y chinas, además de la utilización del espacio aéreo, con todas las violaciones a la soberanía nacional, a la seguridad nacional y regional que eso significa.

Negocios

Importantes actores de la 4T han abierto las puertas para hacer toda clase de negocios, sin restricciones ni reglas de mercado que cumplir o licitaciones, lo pueden hacer gracias a los cambios constitucionales en el poder judicial y la desaparición de los órganos autónomos.

Ejemplos no faltan. El periodista Carlos Loret de Mola destapó un nuevo escándalo relacionado con la compra de uniformes para la SEDENA. Según la información, amigos del coordinador de Morena en el Senado compran en China uniformes para el ejército y los venden al triple, un negocio de más de mil millones de pesos en contratos.

Al cierre de 2023 la Cámara de Comercio de México-Hong Kong y China HomeLife reportó que más de 3,000 empresas asiáticas se instalaron en México por el fenómeno de relocalización de cadenas de suministro o nearshoring.

Con su presencia, China no sólo desplaza las oportunidades de Estados Unidos en México por el efecto de la relocalización, datos que proporcionó la firma CBRE indicanque, hasta el año pasado la demanda de ocupación de naves industriales por nearshoring ascendió a casi 1.7 millones de metros cuadrados, un crecimiento de 5% respecto a 2022.

En este panorama, las inversiones desde China representaron el 40% de la demanda de espacio total acumulada en el país. En cambio, las inversiones estadounidenses representan el 22% de los recursos invertidos en naves industriales.

Otro ejemplo, Ricardo Ortega López, un personaje muy cercano a la familia López Obrador, a Jesús Ramírez Cuevas y a los gobiernos de Tamaulipas de Américo Villarreal, Veracruz de Rocío Nahle y Campeche de Layda Sansores, les organiza giras a China para armar negocios en la industria de la energía e incluso logró con éxito una negociación estratégica para la integración de una nueva fábrica destinada a prestar servicios especializados para la industria petrolera en México.

O el oligarca poderoso de México, Carlos Slim, que tiene negocios con los chinos en sectores estratégicos como las telecomunicaciones, donde la 4T le otorgó un gran regalo, la desaparición del IFT, lo que beneficia sus negociaciones para apoderarse del 5G junto con Huawei, la entrada de carros eléctricos chinos o en energía, donde entre otros muchos negocios, se encarga de la construcción de un ducto que llevará gas de Houston hasta Sonora para exportar el energético a los chinos.

México camina en la cuerda floja diplomática: su coqueteo con China y Rusia genera dudas a nuestro principal socio, EE.UU. La omisión ante el espionaje ruso y la tibia postura frente a la invasión de Ucrania no pasan desapercibidas y el acercamiento chino con grandes magnates y las irregularidades en las reglas de origen del T-MEC despiertan sospechas. ¿Será este un costo político inevitable?

El gobierno se dobla ante a China y Rusia, pero frente a sus socios y aliados Estados Unidos y Canadá, arenga: “mexicanos al grito de guerra”.

X: @diaz_manuel