La representación de México en la Cumbre Climática COP26, que se lleva a cabo en Glasgow, Escocia, hizo pasar al gobierno nacional un “perro oso” por un supuesto berrinche de Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) que quería seguir en el foco de atención internacional luego de su paso soñado por la Cumbre del G20.

Esta mañana se señaló falsamente al gobierno del presidente AMLO de haber rechazado la firma de La Declaratoria de Bosques y uso de la Tierra” de la COP26, un acuerdo universal contra la deforestación impulsado por los líderes mundiales.

No obstante, lo que en verdad ocurrió es que la representación mexicana en Glasgow esperó hasta el último momento para formalizar el respaldo de México a la iniciativa, pese a que su incorporación ya estaba negociada con antelación.

En estos momentos, el gobierno de México está representado en Glasgow por una delegación de segundo nivel encabezada por Martha Delgado, la subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE.

Dicen los que saben de las relaciones diplomáticas, que el bochornoso episodio es consecuencia de un desplante desde el núcleo de la SRE por la negativa de Palacio Nacional a hacer del canciller Marcelo Ebrard, o su incondicional Marta Delgado, la representación oficial del gobierno de México en la Cumbre Climática.

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Cabe recordar que la embajadora oficial del presidente AMLO en la COP26 es Maria Luisa Albores, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que viajará hasta el domingo a Glasgow debido a que tiene una comparecencia ante la Cámara de Diputados para el 5 de noviembre.

Maria Luisa Albores tiene la misión de promover una estrategia de combate al cambio climático con acciones más apegadas a la naturaleza, como el programa Sembrando Vida implementado por el gobierno federal.

Al parecer, la designación de Albores como embajadora oficial de México no cayó bien en la SRE, en especial ante la estela de glamour que se desprendió de la participación de Marcelo Ebrard en la cumbre del G20.

Descuido, falta de coordinación o autosabotaje, que la representación secundaria de México en Glasgow hiciera oficial hasta este martes su incorporación al acuerdo contra la deforestación, es un “golpe bajo” contra un gobierno comprometido con el desarrollo sostenible como lo es la “Cuarta Transformación”.

Con programas como Sembrando Vida, el presidente AMLO no sólo busca contribuir a condiciones ambientales más positivas, sino que al mismo tiempo se generan empleos en zonas de alta marginalidad para tratar de frenar la migración a Estados Unidos desde el sur de México y Centroamérica.

No se vale querer echar a perder un evento sólo por no estar en la lista oradores principales. El Gobierno de México debe “jalar parejo” y cuidar la imagen de la Nación; así como respaldar un proyecto que busca el bienestar de la población y contrarrestar la contaminación de los gobiernos neoliberales.

Algunos datos de Sembrando Vida en México

  • En 3 años se han destinado más de 72 mil millones de financiamiento.
  • Son 426 mil sembradores y sembradoras beneficiadas por el programa.
  • Cada beneficiario recibe 5 mil pesos mensuales.
  • El programa tiene presencia en 20 estados de la república.
  • Como parte de su operación participan más de 51 mil becarios de Jóvenes Construyendo el Futuro.
  • La meta es 1 millón 75 mil hectáreas sembradas con árboles frutales y maderables.