Sonora Power
Si alguien me hubiera dicho que al arranque de este 2023 tendríamos la moneda más fuerte entre las diversas divisas del mundo, reflejo de la fortaleza de nuestra economía, hubiera pensado que esa persona se estaba pasando de optimista.
No porque el ahora llamado “Súper Peso” no las pueda, sin embargo pensar y pretender que la moneda que llegó a cotizar arriba de 25 pesos por dólar, hoy lunes estaría en 18.79, me hubiera parecido descabellado.
Esto es una ganancia de prácticamente el 25% respecto al peor nivel, que alcanzamos durante la pandemia y una ganancia de 7.5% respecto al nivel de 20.41 pesos por dólar con el que arrancó su gestión el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Yo tengo 50 años recién cumplidos y desde que tengo memoria nuestra moneda ha sido presa de fuertes devaluaciones, los gobiernos del PRI y del PAN hayan sido nacionalistas o neoliberales tuvieron una terrible gestión del valor de nuestra moneda, y fuera del periodo del desarrollo estabilizador o el “milagro económico mexicano”, no tuvimos en los recientes 42 años (1976 a 2018) ningún gobierno que ofreciera esos resultados.
De hecho el último presidente que logró una revalorización del peso frente al dólar en la era moderna, fue Manuel Ávila Camacho, quien gobernó el país de 1940 a 1946 y le tocó encabezar el esfuerzo bélico de México como aliado de Estados Unidos y los países del occidente frente a las fuerzas del Eje Alemania, Italia y Japón en la segunda guerra mundial.
En esa rara efeméride en que México tuvo una ganancia en su moneda se vio involucrada la circunstancia de la guerra mundial y la importancia del petróleo y las materias primas mexicanas como apoyo, lo que dio fuerza y valor a la economía.
Después de eso llegó la fase del milagro mexicano, con tasas de crecimiento arriba del 6% y una inflación controlada de apenas el 2%, el tipo de cambio estable en 12.50, lo que permitió la modernización de la economía de México a partir del modelo de sustitución de importaciones, periodo que terminó con la devaluación de Luis Echeverría, fase a partir de la que México entró al periodo de las crisis.
José López Portillo, Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto no hicieron otra que devaluar, de hecho de la Madrid, tuvo un desastre económico y financiero, que llevó a devaluar 1,600%, pero ninguno de sus sucesores tuvieron realmente una destacada gestión de la economía, mucho menos del tipo de cambio, en medio de una situación de inflaciones disparadas, debilidad de nuestra moneda y crisis continuas.
Hoy México vive un auténtico momento mágico para su economía, que viene combinado con esa revaluación del peso, la llegada de inversiones millonarias del exterior y el fortalecimiento de nuestro mercado interno.
Es temprano quizá para hablar de un nuevo “milagro económico”, sin embargo hoy por hoy México es la economía de moda, el país al que todo mundo quiere venir a invertir, uno que ha logrado justamente revalorar su economía y que ve en el fortalecimiento de su moneda un termómetro que permite visualizar que tan fuerte es ese relanzamiento.
En México ocurren varios fenómenos económicos al mismo tiempo, por una parte está el proceso de relocalización de inversiones, empresas proveedoras de todo tipo de insumos para la industria eléctrica, la de automóviles y la de informática, poco a poco se ubican en la región, esto trae consigo inversiones millonarias y la creación de miles de empleos.
Por la otra mano está el fortalecimiento del mercado interno, a partir de distintos procesos, en especial los aumentos en los salarios de los trabajadores, impulsados por una política que busca dar a los ciudadanos mejores oportunidades a partir de aumentos al salario mínimo, que empujan hacia arriba los sueldos en general.
Habrá que agregar el efecto que tiene la llegada de cantidades millonarias de dinero a partir de las remesas que envían nuestros connacionales en los Estados Unidos y otros países y el efecto que tienen los programas de bienestar y que permiten que sectores completos de la población aparezcan como consumidores con capacidad de compra, lo que hace también atractivo a México para la comercialización de distintas mercancías.
En nuestro país ocurren procesos muy favorables para el desarrollo de la economía y no querer verlos y apreciarlos, hace ver a quien los niega como sordo y ciego, y lo peor es que desde la oposición partidista y mediática los análisis lejos de ser claros y objetivos, se han convertido en un ejercicio de rechazar la realidad misma.
No pasó desapercibido el hecho de que México se convirtió en la economía 15 del mundo por el tamaño de su producto interno, rebasando a España en esa posición, un hecho que ya llama la atención de organismos como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y del Fondo Monetario Internacional, que han reconocido que nuestro país avanza por el sentido correcto.
Tampoco se puede menospreciar el hecho de que publicaciones y medios que se enfocan al análisis económico serio ya destacan el papel de México, que se ha convertido en todo un hit por el manejo de su economía.
Al tiempo podremos identificar a dónde es que nos lleva esto que calienta motores para configurar un nuevo milagro económico mexicano.
Correspondencia a demiandu1@me.com | Twitter: @Demiandu #SonoraPower