“Con hondo dolor, mi hermana Cecilia y yo participamos el fallecimiento de nuestra adorada madre Cristina Pacheco”, posteó en sus redes sociales Laura Emilia Pacheco, hija de la periodista y del escritor José Emilio Pacheco.

Es inevitable que México se conmueva ante la pérdida de una mujer como ella: digna, culta; ícono del periodismo cultural.

Cristina inició su carrera publicando en el diario Novedades y El popular. Desde siempre, su pluma nos cautivó.

Leerla puntualmente los domingos en La Jornada con su “Mar de Historias” era un agasajo, pero el mayor legado que nos deja fue su programa “Aquí nos tocó vivir”, que daba voces a quien sin ella no hubieran sido jamás escuchadas.

Con “Aquí nos tocó vivir” conocimos usos y costumbres de distintos lugares de nuestro país. Pero sobre todo, el periodismo que nos regaló Cristina Pacheco era de tremenda sensibilidad, de un feminismo humano, sincero, solidario. A través de sus programas conocimos mujeres luchando desde el abandono.

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Cristina abrazó con calidez a la costurera, a la madre que había perdido a su hijo, a la mujer indígena que apenas hablaba español, pero también al plomero que en silla de ruedas buscaba llevar a su casa el pan y siempre; lo hizo sin distingo, sin protagonismo porque para ella los protagonistas siempre fueron ellos, los de abajo, los de a pie, los marginados.

En casa de millones de mexicanos su programa unía a las familias frente al televisor.

Su recuerdo irá ligado al recuerdo de mi madre, quien desde niños nos sentenció que en ese hogar, el nuestro, jamás deberíamos consumir telebasura. Hoy, las dos finadas, son para mí un gran legado.

Cristina estudió Lengua Española en la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM. Sus inicios en el Canal Once se dieron en la sección de literatura del programa “Así fue la Semana”, y en 1978 se estrenó “Aquí nos tocó vivir”, que la inmortalizó.

El primer día de este mes de diciembre, profundamente conmovida anunció que se debía retirar por graves problemas de salud y hoy, 20 días después, lamentamos su deceso.

Sus hijas Laura Emilia y Cecilia son abrazadas por todo México, que llora la partida de Cristina.

Descanse en paz.