No hay héroes, no hay salvadores; México ira al Mundial sí o sí, no hay falla matemática, estar en una de las zonas más atrasadas nos basta para asegurarlo, por si fuera poco tendría que eliminarse en la repesca con la selección ganadora de la confederación con el peor nivel del mundo. Algo que por cierto ya ha pasado.
Jugadores vetados por la Selección, jugadores que vetan a la selección. Una camada de líderes que van de salida y un entrenador que tiene que, como otros tantos, lidera con intereses que no sólo tienen que ver con el campo de juego.
México no está para llegar al quinto o más, pero también es cierto que está para jugar de mejor manera, tener un mejor rendimiento y hasta mejores resultados. Sin importar el crecimiento de Estados Unidos y Canadá, que han encontrado una camada interesante de futbolistas que están regados por varias ligas de Europa y que espero que sean más que eso y puedan sino replicar mantener ese desarrollo para futuras eliminatorias.
En medio del drama está la afición, los medios de comunicación y los comunicadores, todos con una sensación, una percepción sobre lo que está pasando con el equipo y con El Tata. Muchas de ellas con visiones apocalípticas, con la mira puesta para que ‘ruede’ la cabeza del Tata y con él la de otros seleccionados
Rezando porque venga un salvador, un jugador, un Messi, perdón, un Mesías en quien recargar las esperanzas hoy tan golpeadas, tan desanimadas. Mejores versiones han fracasado, grandes jugadores no lo han logrado, el quinto partido no exige un héroe, exige un proceso.
Una visión, un plan de trabajo a largo plazo, mientras que eso pasa con talento en el momento de cada eliminatoria y cada mundial, que se trabaje con giras de selecciones sub 20 y sub 23 para enfrentar a selecciones mayores. Exponerse en un par de Copas Oro con equipos en formación.
México se ha acostumbrado a ‘Jazzear’ a improvisar, a buscar salvadores, a perpetuar la imagen del antihéroe Cuauhtémoc Blanco, desempolvando la memoria de tiempos donde el fuego lo apagaba un jugador.
El futbol mexicano y su selección es el reflejo de una idiosincrasia, una manera de ser y actuar del medio futbolístico de toda la vida, no cambiará en algunos meses. Eso no quiere decir que no pueda jugar bien, pero ya no hay arreglo, México es lo que es, y no será desleal pensar que estará en el Mundial para hacer lo que hace cada cuatro años: tener una decente o gran primera fase y luego quedarse en el mismo punto como ocurre desde 1986, la última vez que se llegó al quinto partido.