¿Quién diría que la tierra de Andrés Manuel López Obrador, de Adán Agusto López y de varios nuevos ricos contratistas de la 4T se haya también perdido.
No es un Edén
Los últimos tres meses la creciente ola de violencia que vive la entidad ha cobrado la vida de 365 personas. La semana pasada al menos ocho personas murieron, entre ellas dos policías, en lo que fue una nueva jornada de violenta que dejó decenas de muertes, un motín en una de las cárceles con saldo de siete presos muertos y una veintena de personas asesinadas en varios puntos del estado, según la última estadística del gobierno. (Y lo que no sabemos)
A la llegada de AMLO y la 4T al poder en 2018, Adán Augusto López ocupó la gubernatura de Tabasco y después fue designado secretario de gobernación y operador político de su jefe. Se dice que AMLO le debe mucho a Adán Augusto y a su familia por un incidente que se remonta a su infancia donde recibió apoyo para ser escondido en Chiapas por el padre del ex secretario de gobernación.
Adán Augusto
Todo un pájaro de cuentas con acusaciones directas de su relación con el crimen organizado. Su nombre apareció en un par de documentos contenidos en los miles de correos electrónicos de la Sedena que fueron filtrados por el grupo de hackers Guacamaya donde se revela que las fuerzas de inteligencia del Centro Nacional de Fusión de Inteligencia (CENFI) relacionaron al actual senador con los grupos de robo de combustible que operan en el sur del país, entre Tabasco y Veracruz a través de una red a la que las investigaciones federales denominaron “El Caso Olmeca”.
Tal como lo hizo con todos los gobernadores que impuso y que han sido acusados por su presunta relación con el crimen organizado, AMLO salió en su defensa y luego de la filtración dijo: “Adán es un hombre honesto, lo conozco bien; segundo que hay muchos ataques de la prensa conservadora… Saben que nunca vamos a traicionarlos y es que no se olviden los conservadores, ‘el triunfo de la reacción era moralmente imposible’, que no se olviden que nuestro ideal es: no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”.
Sin embargo, los correos e investigaciones filtradas por los hackers nunca fueron oficialmente desmentidos, son reales y esa no fue la única acusación en contra de ‘Don Adán’.
El gobernador de Tabasco, Javier May, también muy cercano a AMLO, acusó a Hernán Bermúdez Requena, secretario de seguridad pública en los gobiernos de Adán Augusto López y de su sucesor interino Carlos Merino, de haber liderado el grupo criminal La Barredora, un brazo operativo del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que tiene presencia en la entidad.
Otro tema que dejó muchísimas dudas fue la caída del avión de Daniel Flores, director general de Grupo Proyecta Industrial de México, un empresario conectado a la campaña de Adán Augusto y a la entonces secretaria de energía y actual gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle a quien le otorgaron contratos federales por miles de millones de pesos en Pemex y en Dos Bocas.
El mismo día de su muerte el empresario fue visto en Palacio Nacional y de ahí se trasladó a Veracruz para hablar con Adán Augusto quien se encontraba en un acto de campaña en busca de la candidatura presidencial. Flores irrumpió en el mitin para hablar con el tabasqueño y de ahí partió en su avión, que más tarde cayó por motivos que aún se desconocen.
El encontronazo
El gobernador May, que también debe muchas cuentas y explicaciones por el Tren Maya, también señaló que en las administraciones anteriores la delincuencia organizada se asentó en el estado sin resistencia oficial y, para que no quede duda de la ficha que es Adán Augusto, otro de su misma calaña, el exgobernador zacatecano, excoordinador de las campañas de AMLO, senador de la república y actual diputado federal y presidente de la junta de coordinación política y coordinador del grupo parlamentario de Morena, Ricardo Monreal, lo acusó abiertamente de presuntamente estar involucrado en actos de corrupción y lavado de dinero durante su gestión como gobernador y de que habría utilizado fondos públicos para enriquecerse y financiar campañas políticas.
Como aquí no se trata de quién es malo, sino de quién es peor, en respuesta Adán Augusto acusó a Monreal de recibir sobornos de la empresa brasileña Odebrecht.
Las cosas entre Monreal y Adán se calmaron cuando otra fichita, Manuel Velasco, sí, el mismo al que le besan la mano, se instaló de negociador y mandadero para frenar el encontronazo y sobre todo, dejaran de ventilar sus cuitas públicamente. Velasco sabe hacer ese trabajo, fue quien por instrucciones de Adán Augusto amenazó a otro miembro del clan morenista con disfraz de opositor., al impresentable Alito Moreno.
Todos ganan mientras estén al amparo de este gobierno, pero los tabasqueños exigen que se haga una limpia en los mandos de seguridad pública y el gobernador May anuncia que hará cambios en la estrategia de combate a la delincuencia.
¿A quién pueden culpar, si los de “antes” son los mismos de ahora? Pobre Tabasco y pobre país perdido.
X: @diaz_manuel