El presidente Biden se reunió ayer con el presidente López Obrador, en San Francisco, California. Los dos líderes reafirmaron que Estados Unidos y México comparten el objetivo de hacer de América del Norte la región más dinámica, competitiva y próspera del mundo. Con cambios en las cadenas de suministro globales, la disponibilidad de tecnologías de energía limpia y avances en inteligencia artificial, nuestros países tienen una oportunidad única de impulsar la prosperidad de América del Norte.
Los dos líderes discutieron la importancia de garantizar que el clima de inversión de nuestra región impulse los esfuerzos para profundizar la integración económica. México ya es ahora el mayor socio comercial de Estados Unidos, con un comercio de bienes y servicios de 863,400 millones de dólares en 2022. Esto ha generado millones de empleos en ambos países.
Jamie Dimon, CEO de JPMorgan Chase, reveló esta semana que México ocupa el primer lugar en su lista de oportunidades de inversión. En una entrevista exclusiva con El Financiero Bloomberg TV, Dimon destacó la importancia de México en el panorama financiero global: “México es un mercado crítico para nosotros. Hemos estado aquí durante 120 años. Si tuviera que elegir un país, éste podría ser el número uno en oportunidades”.
Dimon subrayó que JPMorgan ha duplicado su capital en México en los últimos seis años y da servicio a mil 300 empresas en el país. Elogió la capacidad de los empresarios, universidades, infraestructura y tecnología. Dijo que el país ya posee los elementos clave para el crecimiento económico sostenible.
Dimon también habló del “nearshoring” y la colaboración entre México y Estados Unidos. Señaló la importancia de fortalecer las relaciones económicas bilaterales y defendió el tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). “Un factor importante que las empresas están evaluando para venir a México es la estabilidad regional, en comparación de lo que sucede en otras partes del mundo”, señaló Dimon. “América del Norte es como un mar de paz y tranquilidad en el mundo, hoy en día, y ésa es una oportunidad para las empresas”.
Sin embargo, Jamie Dimon reconoció que en materia de seguridad, México y Estados Unidos tienen un problema mutuo que deben resolver conjuntamente. También admitió que se requiere más inversión en infraestructura, energía, educación superior y buenas políticas públicas.
La relación de México con Estados Unidos es vital y va a ser mucho más compleja a partir de 2024. El nuevo gobierno mexicano tendrá que pensar y desplegar una nueva estrategia para administrar la relación bilateral.
Recordemos lo que algunos estadistas opinaban sobre las relaciones entre dos países:
- “Las relaciones bilaterales son una danza delicada entre naciones, donde los pasos deben ser medidos y el ritmo bien comprendido, ya que un paso en falso puede tener consecuencias de gran alcance”. -Henry Kissinger
- “Navegar por las complejidades de las relaciones bilaterales es similar a navegar en aguas inexploradas, lo que requiere un liderazgo astuto y mano firme al timón”. - Nelson Mandela
- “Las complejidades de las relaciones bilaterales son similares a un juego de ajedrez, donde cada movimiento es una estrategia cuidadosamente calculada y cada decisión tiene consecuencias que repercuten en todos los ámbitos”. - Winston Churchill
- “La habilidad política es la capacidad de navegar por el laberinto de las relaciones bilaterales, entendiendo que incluso frente a las diferencias, se pueden descubrir puntos comunes para un bien mayor”. - Franklin D. Roosevelt
- “Las complejidades de las relaciones bilaterales son como un rompecabezas diplomático, donde los líderes deben encontrar las piezas adecuadas para forjar alianzas y fomentar el entendimiento”. - Margaret Thatcher
A partir del 1 de octubre de 2024, el nuevo gobierno mexicano deberá aprender y comprender lo que está ocurriendo en nuestro vecino del norte. Para ello tendrá que realizar, rápidamente, una evaluación integral y eficaz de lo que será el futuro gobierno de Estados Unidos y los retos para la relación bilateral.
Será un proceso complejo y multifacético que exige experiencia e implica recopilar, analizar e interpretar información para entender las políticas, capacidades, intenciones y amenazas potenciales.
A continuación, presento un esbozo de la metodología que se utiliza para evaluar gobiernos extranjeros, cuando se trata de promover el interés nacional:
- Definir los objetivos. Articular claramente el propósito de la evaluación. Comprender qué información o inteligencia específica se necesita y cómo se utilizará para informar a los responsables de la formulación de políticas.
- Definir el alcance geográfico, político, económico, militar y cultural de la evaluación. Determinar el cronograma e identificar áreas clave de interés.
- Recopilar información disponible públicamente de los medios, publicaciones académicas, declaraciones oficiales y otras fuentes abiertas.
- Aprovechar el conocimiento acumulado del personal diplomático y consular desplegado en todo el territorio de Estados Unidos.
- Interpretar toda la información a la que se tenga acceso en los medios electrónicos, satelitales, geoespaciales y digitales.
- Coordinarse, compartir información y colaborar con agencias de inteligencia de países aliados. La puesta en común de recursos y conocimientos puede mejorar la evaluación general de lo que ocurrirá en el gobierno extranjero.
- Evaluar la confiabilidad y credibilidad de la información recopilada. Analizar las fuentes y verificar los datos para garantizar la precisión.
- Aplicar diversas metodologías, como técnicas analíticas estructuradas, para procesar e interpretar datos.
- Considerar el contexto histórico, los matices culturales y los factores geopolíticos que pueden afectar la evaluación.
- Identificar actores clave y tomadores de decisiones. Determinar las personas y entidades clave dentro del gobierno extranjero que influyen en la toma de decisiones. Comprender sus motivaciones, alianzas y vulnerabilidades potenciales.
- Evaluar las intenciones y capacidades del gobierno extranjero analizando sus políticas, declaraciones públicas y comportamiento histórico. Medir sus capacidades militares, económicas, tecnológicas y diplomáticas.
- Identificar las amenazas potenciales planteadas por el gobierno extranjero, incluyendo agresión militar, amenazas cibernéticas, espionaje económico y operaciones de influencia. Evaluar los riesgos asociados con las acciones y políticas públicas.
- Presentar la evaluación de manera clara y concisa, destacando los hallazgos clave y las posibles implicaciones para los responsables de la formulación de políticas. Proporcionar inteligencia oportuna y procesable que respalde la toma de decisiones.
- Actualizar periódicamente la evaluación para incorporar nueva información, cambios en el panorama político o cambios en el comportamiento del gobierno extranjero. Iterar la metodología de evaluación basándose en las lecciones aprendidas y la retroalimentación.
- Mantener la confidencialidad. Adherirse a estrictos protocolos de seguridad para proteger la información clasificada. Limitar el acceso a inteligencia y asegurarse de que sólo el personal autorizado tenga oportunidad de ver los resultados de la evaluación.
Se puede llegar a una mejor comprensión de lo que vendrá en la relación bilateral. Pero la tarea no será tan sencilla. Además de la evaluación integral sobre Estados Unidos después de la elección de noviembre de 2024, los analistas de política exterior del próximo gobierno mexicano deberán entender también a China.
Durante la reunión de APEC, los presidentes Joe Biden y Xi Jinping acordaron reanudar las comunicaciones militares. Pero las relaciones siguen siendo tensas. El desafío de China requerirá una estrategia más compleja. Se tiene que evitar una guerra fría o caliente. Habrá todo tipo de instrumentos de disuasión, se fortalecerán las alianzas y los organismos internacionales tendrán un papel de gran importancia.
América del Norte, como región, le da a Estados Unidos una gran ventaja frente a China:
- El comercio de bienes y servicios de Estados Unidos con los países del T-MEC ascendió a 1.8 billones (en español) de dólares en 2022. Las exportaciones fueron de 789,700 millones de dólares, las importaciones ascendieron a 974,300 millones de dólares. Todo esto significa empleos y prosperidad en la región. El comercio libre y la tecnología serán las palancas que muevan a América del Norte en el futuro.
- México y Canadá no sólo son socios comerciales de Estados Unidos; son aliados geopolíticos. Los tres países están protegidos por los océanos Atlántico y Pacífico. China todavía tiene disputas territoriales con Bután, Taiwan, India, Indonesia, Japón, Malasia, Filipinas y Vietnam.
- En lo que tiene que ver con la energía, México también ofrece una ventaja importante para la región de América del Norte. Tenemos petróleo y gas en los tres países. China tiene que importarlos.
- La movilidad laboral se convertirá en una de las mayores ventajas competitivas para la región de América del Norte, si sabemos manejarla. Es cuestión de aprovechar bien el talento, en lugar de eliminarlo. Mientras que el bono demográfico permanece en nuestra región, ya no está en China.
No se puede perder de vista todo lo que ocurra con Estados Unidos dentro del contexto regional y global más amplio. Debemos aprender a pensar críticamente sobre América del Norte. Los asesores del próximo gobierno tendrán que desafiar la ideología y las inevitables suposiciones irresponsables de quienes conocen poco de Estados Unidos y del mundo.
X: @javier_trevino