Iracundo, soberbio y dispuesto a todo, Donald Trump no tuvo empacho en cumplir lo prometido: imponer aranceles a México, deportar a los migrantes, demostrar su repudio a la comunidad LGBTQ+ y firmar una orden ejecutiva titulada “Defendiendo a las Mujeres de la Ideología de Género Extremista y Restaurando la Verdad Biológica en el Gobierno Federal”, terrible retroceso en las políticas de género de aquel país.
Quizá me quedo corta al definir esa orden ejecutiva como “terrible” pues las implicaciones de la misma son tan graves que harán que el nombre de Trump quede marcado en la historia de aquel país y del resto del mundo como el mayor tirano, con excesivo conservadurismo y hay que agregarle, como el más ignorante, incluso de la doctrina cristiana, de la cual se dice ferviente seguidor.
Para Trump, por decreto, no existe más que el sexo femenino y el masculino. Eres hombre o eres mujer, punto, esto basándose en lo que él llama “verdad biológica”, desestimando la identidad de género.
La orden ejecutiva es machista, infame y discriminatoria. Con ella, el primer mandatario del país vecino no solo muestra su desprecio hacia los migrantes: todo aquel que tenga preferencias sexuales que sean contrarias a la verdad biológica corren el riesgo de ser linchados o agredidos. Sí, Trump abrió la puerta a la proliferación de los crímenes de odio y también, a corto plazo, a un incremento de suicidios o intentos de suicidio, además de otros problemas de salud mental como la depresión, la ansiedad y trastornos de angustia.
Y es que, por increíble que parezca, el ultraconservadurismo de Trump no es algo nuevo. Según un informe de la organización The Trevor Project, actualmente existen más de 48 leyes anti-trans que se promulgaron entre 2018 y 2022 en 19 estados de la Unión Americana, incrementando en 72% los intentos de suicidio entre jóvenes trans y no binarios que sufren de bullying y otros tipos de exclusión.
No solo está en riesgo la salud mental. Con la firma de la orden ejecutiva se está en riesgo de negarle el acceso a servicios de salud física a estos grupos vulnerables, además de una posible disminución en el presupuesto destinado a la investigación y tratamiento del VIH. Esto último traería consecuencias fatales a nivel global.
Qué terrible que para Trump la vida humana valga tan poco.
Los migrantes, los integrantes de la comunidad LGBTQ+, las mujeres y los grupos vulnerables, incluyendo cualquier persona que no comparta sus ideas, debe transitar fuera de su radar y sí, corren peligro.
La cancelación del programa CBP One en Estados Unidos ha dejado varadas en Chiapas a más de 400 personas LGBTQ+ provenientes de distintos países de Centroamérica, que hoy tienen un futuro incierto.
Seguir su camino al país del norte parece imposible, quedarse en México puede ser opción. Como sea, quedarse en el limbo, sin hogar ni rumbo fijo, sin empleo y en situación de extrema vulnerabilidad, es infame.
Esta problemática duele, a todos nos debe lastimar y todos debemos alzar la voz.