IRREVERENTE
Les platico:
El alcalde de San Pedro Garza García, Miguel Treviño de Hoyos, llegó muy inspirado a la Gala de “Ventanas de la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey”.
El patronato de dicha asociación, que preside Bárbara Herrera de Garza, organizó una cena para más de 400 personas del mundo regio de la empresa y la política.
Fue amenizada con varios números del folclore urbano cubano y entre los invitados estaban los alcaldes de Monterrey -Luis Donaldo Colosio Riojas, quien llegó en mangas de camisa con su esposa María de la Luz García- y su homólogo de SPGG.
Miguel llegó muy inspirado, y cuando tocó su turno al micrófono, en una de las más brillantes piezas de oratoria que se le hayan escuchado, profundizó sobre el controvertido asunto de los excusados en los parques públicos del municipio.
Como referencia, el alcalde de SPGG dio carpetazo al tema de los excusados en los parques y plazas públicas, durante la sesión de Cabildo del 28 de enero del 2020.
En esa fecha cerró la polémica de la inclusión de excusados en el parque de la Colonia Bosques del Valle y pronunció las siguientes palabras al cierre de dicha sesión con síndicos y regidores:
“Sí, la obra ya está en proceso y esto empezó hace mucho con una consulta. Ahí va avanzando”.
Mensaje en la ESMD
En un mensaje muy inspirado ante los asistentes a la ESMD, Miguel se refirió a lo importante que es tener excusados en los parques, porque -según explicó en su florida disertación- son parte esencial de esos lugares.
El no se imagina que pueda existir un área de recreo sin su respectivo excusado.
“Son parte vital de la sociedad y la ciudadanía debe contar siempre con un excusado a la mano”, dijo textualmente el alcalde.
“Un parque sin excusado, no es un parque, por eso puse mucha atención de que no faltaran para los paseantes. Yo nunca hubiera podido dormir en paz si no hubiese habido excusados en los parques”, concluyó su mensaje y dio las gracias a los ahí presentes.
Cajón de sastre
“Los sorprendidos asistentes se miraban unos a los otros y no sabían si aplaudir ante tan elocuente e inspiradora pieza de oratoria... o aprovechar el momento para ir al baño...”, remata la irreverente de mi Gaby.