No sé si el monero José Hernández, de La Jornada, se inspiró en un tuit del presidente de Morena en la Ciudad de México, Sebastián Ramírez. El hecho es que su viñeta de ayer sintetiza la biografía política de Xóchitl Gálvez:
En la caricatura están los dos jefes de la banda: el barbón, Diego Fernández de Cevallos, y el del sombrero, Carlos Salinas de Gortari —el dibujante fue piadoso con este personaje: le cubrió la cabeza lisa—.
En 2016 doña Xóchitl rompió las redes sociales con un video en vivo de Twitter. Ella, entonces delegada en Miguel Hidalgo, fue invitada a la fiesta de cumpleaños del Jefe Diego. Qué honor.
Imprudente, la hoy aspirante presidencial impulsada por la derecha empresarial, exhibió a los asistentes a la comilona en el rancho de La Barranca, Guanajuato, propiedad de Fernández de Cevallos.
Ahí estaban:
- Felipe Calderón, todavía panista, quien frente al celular de Xóchitl hizo un chiste bobo; normal en él.
- El perredista Carlos Navarrete; también colaboró con un mal chiste, bastante peor que el de Felipe.
- Pancho González, el dueño de Milenio, quien cuando vio a Xóchitl realizando el video fingió que la Virgen de Guadalupe le hablaba y se volteó.
- Carlos Slim; otro que se puso a platicar con la guadalupana para que Xóchitl lo dejara en paz.
- Ciro Gómez Leyva. Este periodista, después de la difusión del video, en una columna periodística nos llamó “mojigatos” a quienes nos divertimos con la imprudente puntada de Xóchitl Gálvez.
- José Narro, por ahí medio perdido.
- Carlos Salinas, inalcanzable para Xóchitl; esta mujer respetó la autoridad del jefe de la banda y no se le acercó de más; olió el azufre y se espantó.
- Jorge El Güero Castañeda, disfrutando la dicha inicua de convivir con la mafia del poder.
- Luis Carlos Ugalde, siempre con gesto de poder diablo.
- Carlos Marín: o como Felipe Calderón y su tocayo Navarrete salió con un chiste, todavía más tonto.
Ciro y Marín comentaron el video de Xóchitl en sus columnas, el primero en El Universal y el segundo en Milenio:
Ciro en El Universal:
- “Los 75 años de Diego”.
- “A la delegada Xóchitl Gálvez le pareció divertido hacer un periscope de la comida en que Diego Fernández de Cevallos festejó el sábado sus 75 años en el rancho La Barranca, en la frontera de Querétaro y Guanajuato”.
- “A diferencia de otros que gustan vestir sus fiestas con un despliegue de fotógrafos para los suplementos de los diarios y las revistas del corazón, Diego ha optado por hacerlo sin medios ni ruido”.
- “Diego no necesita corte ni troupé. Nunca le han hecho falta. Pero en fin, al transmutarse en paparazi, Xóchitl le sirvió un banquete a la mojigatería que no pierde oportunidad para sacar a relucir sus escrúpulos, su superioridad moral, cuando ve juntos a personajes del poder”.
- “Los imagino persignándose y convenciéndose a sí mismos con un: verdad, mano, que nosotros no somos como ellos. O con un: algo malévolo estaban planeando Carlos Salinas y Felipe Calderón (que, por cierto, se saludaron con el mínimo exigible de urbanidad, intercambiaron palabras unos 30 segundos y regresaron a sus respectivas mesas para darse la espalda)”.
Carlos Marín en Milenio:
- “Diego, el muy, muy querido Diego”. (Órale, así de apasionada la cosa)
- “No es la primera vez que Diego Fernández de Cevallos celebra su cumpleaños con sus amigos, y el sábado, en ocasión de sus primeros 75, fue anfitrión de quizá mil personas, contados como 150 niñas y niños que llegaron con sus padres”.
- “La comida fue en su rancho de La Barranca, Guanajuato, y a nadie de quienes mejor lo conocemos nos sorprendió que los convocados provinieran de las más diversas actividades, incluyendo por supuesto políticos de todos los colores e ideologías”.
- “Entre los prominentes estuvo Porfirio Muñoz Ledo, uno de los más brillantes políticos que ha dado el país (y de los más cercanos a un explicable ausente, Andrés Manuel López Obrador), quien lo mismo tuvo la decencia de saludar a los expresidentes Carlos Salinas de Gortari y Felipe Calderón que de soportar mis puyas en la mesa en que compartimos la carne asada y el cabrito”.
- “Indiscreta, #LadyPeriscope Xóchitl Gálvez no resistió hacerla de city manager y de una reunión privada dejó registro del tumultuario cariño bien ganado del que goza mi querido Diego”.
¿Por qué Xóchitl hizo público un evento privado?
La traicionó la emoción. Había trabajado para la oligarquía durante el gobierno de Vicente Fox, pero por lo visto no se le invitaba a las pachangas de los meros meros. Así que cuando se vio como una más entre tanta gente de poder y dinero quiso presumirlo para que lo supiera el mundo.
En 2016 Xóchitl Gálvez fue cuestionada fuertemente por la aristocracia mexicana; por indiscreta, sin duda. Ella hasta tuvo que disculparse. Siete años después la misma élite la ve como la única posibilidad de enfrentar a Morena en las elecciones presidenciales de 2024.
Piensan que por imprudente, indiscreta y relajienta puede representar un buen contraste con la circunspecta, mesurada y formal Claudia Sheinbaum.
Quizá tienen razón sus promotores, pero quizá están equivocados. Hoy —en algún momento del día— se publicará en SDPNoticias el primer dato de Xóchitl en el tracking diario elaborado por MetricsMx. No coincide con el argüende que los medios controlados por Claudio X. González están armando: Beatriz Paredes, del PRI, supera a Xóchitl Gálvez por 2.5 puntos.
¿Por qué la estruendosa Xóchitl Gálvez no supera a la seria Beatriz Paredes? Porque la gente está hasta el gorro del griterío y prefiere la serenidad.