A partir de que se abrió el proceso interno de Morena, es decir, una vez que el Consejo Político Nacional sesionó, muchos pensamos que, en estos recorridos territoriales, la democracia interna predominará, pues fue, no hay duda de ello, una instrucción presidencial después de un cónclave en una cena privada con todos los aspirantes presidenciales. Ahí, el mandatario federal trazó la ruta y, la pelota, quedó en la cancha de los órganos internos del partido para que pusieran en marcha las maniobras.

O sea, el presidente López Obrador cumplió en abrir el abanico para los cuatro aspirantes; lo demás, depende totalmente de la dirigencia nacional del partido.

En este proceso, lo hemos podido atestiguar en el tránsito del curso, hay equipos de comunicación de algunas corcholatas que están destinando un gasto excesivo de promoción a través de la publicidad en espectaculares. Lo mismo, bardas, periódicos y todo tipo de instrumento que divulgue contenido explícito a favor de alguien. No podemos negar esa situación porque, a la vista de todos, esa estrategia fluye de forma significativa.

Es, no hay duda de ello, una desatención a los acuerdos pactados en el Consejo Político Nacional de Morena, lugar donde se signó un acuerdo preliminar para caminar con austeridad. Es decir, bajo los principios del partido. Sin embargo, repito, algunos aspirantes no están respetando los acuerdos y, bajo una maquinaria poderosa de comunicación, miles de espectaculares aparecen a lo largo y ancho del país.

De los aspirantes de Morena, Ricardo Monreal, es el único que ha cumplido con lo establecido en el Consejo Político Nacional de Morena. No se ha salido del esquema constituido y, con una labor sujeta a la austeridad, ha puesto en marcha asambleas y actos públicos de información. En ese sentido, ha dedicado gran parte del tiempo a promover la unidad. Además de ello, el papel clave que está jugando el zacatecano es fundamental. Todas sus apariciones son, sin lugar a dudas, muy nutridas y de gran concurrencia. Su paso, en estas semanas de información, está generando un efecto positivo.

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Y como no, si Monreal ha dedicado gran parte de su carrera política a tener contacto con todos los sectores sociales en México. De hecho, el zacatecano, después de su reconocimiento legítimo, vino a meterle mucho nivel a la competencia interna. Sabedor de su gran poder político, Ricardo Monreal está en un momento crucial a siete semanas de que se lleve a cabo la encuesta. Resultó, ni más ni menos, que el jugador de la cancha más maduro y experimentado. Además de ello, el exlíder de los senadores es, por principios y convicción, el actor más preparado para profundizar las políticas públicas del país.

Puede, no hay duda de ello, ganar la encuesta de Morena, pese a la desigualdad que vive en relación con el esquema de publicidad de otras corcholatas. Ha ganado terreno y la percepción, en torno a su imagen, sigue en ascenso. De hecho, la forma de encarar el proceso interno, habla de la perseverancia de un luchador social que le apuesta a conquistar el cariño de la población civil con propuestas y soluciones.

Él viene empujando a contracorriente con una segregación que le negó, durante dos años, el reconocimiento legítimo. Sin embargo, Monreal se ha sobrepuesto a la adversidad y, con sagacidad, ha salido adelante. Este proceso no será la excepción y, como hemos dicho, no hay que perder de vista al zacatecano que, con toda la experiencia, y pese los obstáculos, puede ganar el ejercicio y convertirse, ni más ni menos, en el próximo coordinador de los comités de la cuarta transformación.

A propósito, ayer Ricardo Monreal abarrotó un espacio público en la alcaldía Miguel Hidalgo. Es decir, el zacatecano mostró músculo y, una vez más, dejó claro que está más que listo para ganar la encuesta interna de Morena. El mejor ejemplo de ello es, sin duda, la multitud que se dio cita.