Sin necesidad más que hacerle el “caldo gordo” a sus colegas, AMLO permitió la participación de “chiquillada” a los que ni impulsa ni descalifica, como Salinas, ni los ve ni los oye, pero los necesita para la farsa.

Ricardo Monreal, Manuel Velasco y Gerardo Fernández Noroña por ingenuos o ambiciosos están haciendo el juego de la simulación para negociar intereses personales.

Monreal

La oposición aún no se pronunciaba y las corcholatas no tenían con quién hacer el juego que les marcaban desde Palacio Nacional, entonces AMLO decidió elevar la polémica al interior de su grupo y ninguneó a Ricardo Monreal hasta que el senador subió el tono, lo necesitaba para generar polémica y aunque siguió descalificándolo, magnánimo, como de costumbre, ordenó a Mario Delgado que lo incluyera en la contienda.

Noroña

Con su liderazgo nato, Gerardo Fernández Noroña salió a exigir respeto al presidente y hacer valer su derecho para participar e incluso para solicitar que se realice una elección primaria para elegir al candidato de Morena a la presidencia de la república.

El presidente dispuso incluirlo, pero con un trato “de segunda”. El diputado federal petista reclamó públicamente a López Obrador por no haberlo convocado a la cena en la que departió con las “corcholatas” y gobernadores de Morena: “Es un reclamo fraterno a un compañero que no me está dando trato de compañero. La exclusión es injustificada, incorrecta, no es un trato de compañeros. Las encuestas me ponen en tercer lugar, por arriba de Adán Augusto”.

Las columnas más leídas de hoy

Aunque Noroña es el único legítimo, combativo y radical, con ello, sin proponérselo, juega a la polarización y la confrontación, el juego predilecto de AMLO. Su participación en la contienda morenista es simplemente hacer lo que AMLO necesita, mucho ruido irrelevante.

Manuel Velasco

El tercer miembro de la chiquillada es un mercenario de la política nacional, que igual fue servil con Peña Nieto como hoy con Andrés Manuel. El ex gobernador de Chiapas, Manuel Velasco.

¡Qué pena verlo en las filas de lo que fue la lucha social contra lo que Velasco representa!

El nieto del exgobernador de Chiapas, Dr. Manuel Velasco -quien a su vez fue suegro de otro de los aliados de AMLO, Manuel Camacho Solís y extremadamente cercano a la familia Salinas de Gortari, en especial del famoso hermano incómodo, Raúl Salinas a quien tuvo como asesor de Desarrollo Económico en su gestión como gobernador- se inscribió para equilibrar la polémica en la chiquillada, es decir, mientras Monreal y Noroña juegan a la confrontación, Velasco se convierte en la principal foca de AMLO con ganancias económicas y políticas.

También se convirtió en mensajero de las amenazas de AMLO a sus adversarios. Una primera amenaza se dio a través del entonces secretario de Gobernación para “forzar” al aliado presidente del PRI, Alejandro Moreno, para que votaran en favor de la reforma eléctrica, Adán Augusto le ordenó a Velasco hablar con Alito: “Que si no jalabas se iban a ir con todo”. Velasco, ya como precandidato, señaló que “es mejor para los aspirantes de la oposición no atacar al presidente Andrés Manuel López Obrador, puesto que eso los puede llevar a la derrota”

¿Por eso dejaron de atacar a Alito?

Como controlador del PVEM, un partido creado por Carlos Salinas, Velasco ha sabido vender la franquicia muy bien, lo hizo con el PRI de Salinas, con el PAN de Fox, con el PRI de Peña Nieto y con Morena y AMLO y, seguramente, con cualquiera que llegara, no dudaría en poner a la venta su partido.

Piezas del juego

En la dinámica de la contienda interna de Morena, tanto las corcholatas como la chiquillada, no pueden hacer alguna propuesta de gobierno, porque significaría que, o bien se puede mejorar lo que ha venido haciendo el líder supremo, o de plano, considerarse como una crítica al mesías y eso es inadmisible.

La chiquillada morenista es parte del escenario de la farsa que ha montado el jefe máximo para validar su decisión. Todos juegan un papel en esta bien montada obra de teatro, los rijosos y los serviles, cada uno dispuesto a alimentar la estrategia de polarización que tan buenos resultados le ha dado a AMLO.

Twitter: @diaz_manuel