La unidad, como tal, siempre depende de la voluntad, pero también de la mesura de las connotaciones, especialmente cuando se trata de los compañeros de lucha y, por ende, de los arquitectos de este proceso de construcción del segundo piso de la 4T. Eso, desde luego, alude al posicionamiento que realizó Adán Augusto López Hernández hace unos días. De hecho, el tema ya escaló a nivel nacional y, de paso, llegó hasta la oficina de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, que, ante ello, ha pedido prudencia. Efectivamente, esto no puede llegar a un punto de crispación que pueda poner en riesgo el tramo de reformas constitucionales que están en puerta. Por ello, me atrevo a decirlo así, se equivocó el extitular de Bucareli que pudo usar otros mecanismos de comunicación para tratar asuntos de cualquier índole, máxime cuando se manejan ese tipo de comentarios.

La Cuarta Transformación es un movimiento plural e integral donde cabe el derecho a disentir. Sin embargo, se debe de pregonar con la cautela en la intensidad de los comentarios. Lo digo de esa forma porque en este vaivén de la política, está comprobado, todo puede dar un giro preponderante en el universo político. En este momento, el grado de las declaraciones ha tenido impacto; empero, Monreal, fiel a su habilidad, salió a defenderse de los señalamientos que se hicieron desde la tribuna de la cámara alta. Lo más importante de todo ello, sabemos, es que tiene un andamiaje de pruebas y testimonios del trabajo técnico-operativo que se llevó a cabo en el pasado ejercicio legislativo. Además de ello, está claro, se le nota la tranquilidad de líder de la fracción parlamentaria de los diputados de Morena en San Lázaro, que está más qué acostumbrado a este tipo de coyunturas. Eso que vimos en su pronunciamiento en las redes sociales del zacatecano, es la sagacidad de un hombre que, a lo largo de su carrera, sabe luchar contra la adversidad.

Y Monreal, desde cualquier espacio de opinión, defenderá siempre su postura. En esta ocasión, por ejemplo, mostró documentación de auditorías y evaluaciones de instituciones encargadas de vigilar el gasto presupuestal que está destinado para el funcionamiento de la cámara alta. Congruente con ello, y ante los testimonios que se mostraron, no se le puede atribuir ninguna irregularidad en la gestión del zacatecano durante su paso por la coordinación del Senado. Es más, ese punto tuvo reconocimientos y elogios por su nitidez; eso fue posible, desde luego, por la claridad del uso del recurso. Estando convencidos de esa transparencia, por lo tanto, no entendemos el trasfondo de las declaraciones. A primera vista podríamos decir que, en definitiva, se trata porque Ricardo Monreal, por su protagonismo, ha estado acaparando más la atención por las reformas constitucionales. Lo hizo a lo largo de seis años en el Senado, donde, por cierto, vivió en carne propia la andanada en pleno proceso sucesorio presidencial adelantado.

Hoy, con ese mismo fin, al interior del movimiento pueden estar utilizándose coyunturas similares, primero, por el protagonismo y la atención de las reformas constitucionales y, después, por los procesos electorales que vienen en puerta. Solo así podemos entender la intensidad, pero sobre todo el rigor con que se han hecho las declaraciones que, desde mi punto de vista, pueden provocar crispación interna en un momento crucial de consagración de un movimiento de izquierda en México. Por encima de alguna cosa, debe prevalecer la unidad y el respeto. Para tal efecto, Monreal debe sentirse tranquilo; tiene evidencias que amparan su gestión y que, de ser necesario, presentará ante la opinión pública para limpiar cualquier duda que se genere. De hecho, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, no se mostró ajena a esta situación que se presentó. Llamó a la mesura al igual que Ricardo.

Si el fin es dinamitar una disputa interna, Adán Augusto puede perder fuerza y protagonismo en la cámara alta. Monreal, como dijo Claudia Sheinbaum, actúa con la cabeza fría y, de paso, es mesurado en cualquier pronunciamiento. Se nota la madurez del zacatecano, en especial cuando la andanada abunda con mucha fuerza. De hecho, la oposición se regodea de esta situación que, estoy convencido, se superará con unidad de todos los que integran el movimiento lopezobradorista. En todo caso, el zacatecano es, por mucho, el pionero de este tramo importante de reformas constitucionales que ha dado pie a la consolidación del segundo piso de la 4T.

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A estas alturas, Adán Augusto, en pro de la unidad, debe mesurar más y, si hay algo que aclarar, hay mecanismos de comunicación más elocuentes para afinar dudas e inquietudes. Su pronunciamiento, desde luego, provocó eco, pero no un impacto en la gestión que tuvo Ricardo Monreal en su paso por el Senado, pues las evidencias, en su totalidad, están transparentadas en las auditorías e instituciones encargadas de vigilar el uso del recurso. Eso es, naturalmente, una prueba tangible de que no hay nada irregular.

Desde mi punto de vista, esta etapa, como muchas otras, la superará Monreal, que toda su vida ha luchado contra la adversidad.