Según se ha reportado, dentro de las próximas horas, la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados aprobará el dictamen del Presupuesto de Egresos 2024. Y dentro de los próximos días el pleno aprobará definitivamente dicho documento, mismo que servirá como base jurídica para la erogación de los recursos de la Federación para 2024.

El lector seguramente tendrá en la memoria que el primer gran golpe asestado por Morena contra un organismo autónomo fue en aquel 2018, incluso antes de la toma de posesión de AMLO, cuando el partido mayoritario recortó brutalmente el presupuesto del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

Meses más tarde, una vez instalado AMLO en Palacio Nacional, y tras la consolidación de la mayoría calificada en el Congreso, el INEE desapareció de la letra constitucional, a la vez que se abrogaron las leyes secundarias que daban forma a la Reforma Educativa de 2013.

En relación con el presupuesto hacia el año que viene, la situación presente evoca la de 2018. Morena, en tanto que el partido con mayoría en la cámara baja (a diferencia de las reformas constitucionales, la aprobación del presupuesto requiere mayoría simple ) busca realizar dramáticos recortes al Poder Judicial y al INE.

Según ha trascendido, los recortes quedarán como sigue: el Poder Judicial 6, 400 millones; el INE, 5 mil millones; el Tribunal Electoral 767 millones y el INAI, 71 millones.

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El caso del INE resulta especialmente acuciante pues el instituto será el responsable de la organización, gestión, supervisión y vigilancia de unos comicios electorales que registrarán el mayor número de participantes. Con el recorte, la autoridad electoral se verá obligada a eliminar elementos de algunas de sus áreas sustanciales, lo que conducirá a la inoperancia de sus funciones. En este sentido, el Consejo General del INE, a través de Guadalupe Taddei, deberá informar a los mexicanos.

Estas acciones contra el INE se suman a la ausencia de nombramientos en algunas de sus áreas sustantivas, como ha sido el caso de la Unidad de Fiscalización. En otras palabras, el INE enfrenta una crisis sin precedente en su historia.

Las decisiones de Morena traslucen su voluntad dirigida a socavar a las instituciones del Estado. Con la chocante narrativa de reducir los costos de las “élites” de los organismos autónomos, AMLO y sus correligionarios recurren a su tradicional “austericidio”, mismo si ello conlleva un riesgo inminente para la democracia mexicana.