El frente opositor, punto por punto:

1. Poniendo a Dios por testigo —la derecha mexicana es católica en extremo— ellos juraron que iban a organizar una votación y dos rondas de encuestas.

2. Fue el compromiso de los dirigentes de tres partidos opositores, PRI, PAN y PRD, bien coordinados con hombres de negocios tan económicamente relevantes como políticamente activos, entre ellos el ultraderechista Claudio X. González.

3. Quien triunfara en esa contienda sería el candidato o la candidata a la presidencia del llamado Frente Amplio por México.

4. Evidentemente pensaron que un proceso tan interesante y democrático como el mencionado iba a darle una gran legitimidad a Xóchitl Gálvez, la panista que los dueños del frente opositor querían como candidata.

5. Hicieron un mal cálculo quienes mandan en el PRI, el PAN y el PRD, lo mismo que quienes deciden en los cuarteles empresariales que apoyan a tales partidos: supusieron una aplastante victoria de la senadora Gálvez, pero en la primera ronda de encuestas quedó claro que a Xóchitl podía derrotarla otra contendiente, la priista Beatriz Paredes.

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6. Para no arriesgar a la candidata de la derecha empresarial, asustados los partidos de oposición abortaron el pactado proceso de selección de la candidatura.

7. Así las cosas, solo con el resultado de nuevas encuestas que el equipo de Beatriz Paredes no tuvo el derecho de supervisar, se decidió suspender la votación y, por dedazo, se hizo a Xóchitl Gálvez candidata presidencial del frente PRI, PAN, PRD.

Morena, punto por punto:

1. En la izquierda las cosas son distintas. El partido en el poder decidió elegir a su candidato o candidata a la presidencia con una gran encuesta de vivienda aplicada por su propio equipo de analistas, pero controlada por cuatro encuestas espejo realizadas por empresas especializadas en estudios demoscópicos que propusieron la y los aspirantes.

2. Ya se terminaron las cinco grandes encuestas —2 mil 500 casos cada una— y mañana conoceremos el resultado.

3. Se procesarán los datos de todas las encuestas en presencia de representantes de quienes buscan la candidatura presidencial, saber: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Gerardo Fernández Noroña, Ricardo Monreal y Manuel Velasco.

4. En las 12 mil 500 entrevistas que se hicieron, además de los encuestadores, estuvieron presentes —con el propósito de vigilar que no hubiera trampas— personas cercanas a la precandidata y a los precandidatos.

5. Las papeletas en las que la gente entrevistada dio su opinión fueron depositadas en urnas que se sellaron con cinta adhesiva canela; en cada urna se incluyó un acta con las firmas de todas las personas participantes.

6. No sabemos quién va a ganar. Sin duda, la favorita es Claudia Sheinbaum porque ella ha ganado en todas las encuestas serias —de vivienda y telefónicas— que se han publicado en medios de comunicación. Pero podría no ser así.

7. Aunque mínimas, Marcelo Ebrard tiene posibilidades de llevarse la victoria. Mañana se verá.

8. Se ha equivocado Ebrard al descalificar el ejercicio: sus protestas no han tenido el menor sustento. El mensaje que manda le perjudica: que él no confía en su popularidad y, entonces, se siente perdido; por lo tanto busca excusas para no asumir su responsabilidad en la derrota.

9. Al ganador o a la ganadora el presidente Andrés Manuel López Obrador le entregará mañana mismo o el jueves el cetro o bastón de mando, un símbolo de poder que según he leído nació en Grecia. El skēptron lo entregaron las musas a Hesíodo; era un bastón de laurel, planta sagrada para Apolo, líder de las musas. Ese bastón representaba la autoridad sagrada: “Skēptron es el símbolo de que lo que proclama se cumplirá”.

10. Quien reciba el bastón de mando de parte de Andrés Manuel tendrá que cumplir lo anunciado durante los meses en que la y los aspirantes recorrieron México buscando ganar la encuesta: darle continuidad a la 4T en caso de ganar las elecciones presidenciales.