A Margarita Zavala; mis respetos. A Denise Dresser, a Azucena Uresti, a Rosario Robles, a Lilly Téllez, a Laurie Ann Ximénez-Freyre, Lourdes Mendoza y a muchas otras.
Cuando la 4T entró al poder, salieron por la puerta de atrás la dignidad, la decencia y la razón.
No es la primera vez que los integrantes de Morena demuestran su odio hacia la mujer. En el fondo nos desprecian; simulan no hacerlo únicamente mientras las féminas les sirvan y/o comulguen con su proyecto político. Luego, mismo a esas las desechan (¿verdad Irma Eréndira, Olga?). Ya les tocará el turno del desprecio a las que hoy, como ocurre con Patricia Armendáriz, levantan el estandarte de la Cuarta Transformación incluso más alto que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Se los firmo aquí y ahora.
Las muy pocas veces que estas señoras y el resto del Movimiento han alzado la voz por las mujeres es de forma particular y prácticamente siempre cuando se trata de defender a una de sus correligionarias en aras de un objetivo político e ideológico en particular.
¡Hipócritas! Pueden clamar que no se adjetivice a la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, como “la hija de @FelixSalMac”, pero no tienen ningún empacho en aplaudir se le llame a la diputada federal, Margarita Zavala, como “la esposa de @FelipeCalderon”.
Claudia Sheinbaum, quien hace unos días hizo una petición especial en favor de la gobernadora de Guerrero, ahora, por congruencia, deberá hacer lo mismo para quienes han sido tratadas de igual o peor forma. Empiezo con Margarita Zavala y Rosario Robles (quien está en prisión preventiva producto de la misoginia y de la venganza, y gracias a jueces de consigna), pero hay muchas, muchas más. Ya va tarde la jefa de gobierno, pues esto no es una cuestión de partidos, de elecciones, de votos, sino de igualdad y de principios, ¿o qué no?
Pero la misoginia, el machismo y la barbajanería son la forma en que se comunican y tratan en la Cuarta Transformación. No conocen otra; enaltecen estos vicios, incluso.
Y en la 4T exigen respeto, pero simple y sencillamente no saben darlo. Así, cuando la diputada Margarita Zavala subió ayer a tribuna a explicar el daño que harán las modificaciones del artículo 151 de la Ley del Ingresos, los diputados y ¡las diputadas! morenistas le dieron la espalda. Sabemos de sobra que al lopezobradorismo no le interesa debatir (solo acatan órdenes supremas), pero al menos deberían guardar respeto hacia una mujer legisladora. Francamente, la decencia hacia las damas es lo mínimo que uno pide como ciudadan@.
Después de que la legisladora hablara, el petista Fernández Noroña tomó la tribuna parlamentaria para insultarla. En el colmo del cinismo dijo que le hablaba como iguales, que lo que él hacía no constituye violencia de género. Mas el torpe legislador hizo evidente su falsedad e hipocresía al ni siquiera intentar desmentir o contraargumentar lo establecido por Zavala con relación a las organizaciones de la sociedad civil existentes en nuestro país. No, ese tema —que era el tema— no lo abordó. Prefirió atacarla evocando a Felipe Calderón (quien no era ni debe ser el tema en la tribuna mientras se discute la miscelánea fiscal) y diciendo que ella es “la esposa de Calderón” y que eso la obliga a defenderlo. Imposible revelar personaje más machista que él.
Imposible también hacerles ver a toda la horda morenista que Margarita Zavala es diputada, que ella no tiene por qué defender a su marido ni soportar las agresiones proferidas por el petista aprovechando su condición de varón y de poder al estar inserto en una sociedad misógina y machista.
La 4T tampoco entiende —ni tiene intención de entender— que la violencia contra las mujeres no es tolerable. Sea verbal, física, emocional. Y lo que hizo Gerardo Fernández Noroña en la Cámara de Diputados fue violencia de género de forma verbal.
Por si lo anterior no fuese suficiente, el inculto y deshonesto barbaján ni siquiera fue original, cuando dijo que la tribuna olía a azufre; escuchamos una versión bastante mediocre de Hugo Chávez, quien hace algunos ayeres pronunció esas mismas palabras en el seno de las Naciones Unidas. ¿Ese es el personaje que algunos ven con cualidades para contender por la Presidencia de la República? Alguien que sobaja a las mujeres o que desdeña la salud de los habitantes al negarse a usar cubrebocas en espacios cerrados no merece ser representante popular. Es más, en cualquier democracia que se precie de serlo, ese servidor público tendría al menos que pedir perdón por su actuar y renunciar al puesto que detenta (y por el que cobra un sueldo).
Y si alguien pretendiera contraargumentarme diciendo que Fernández Noroña es un caso excepcional, que ni siquiera es lopezobradorista, les invito a darse una vuelta por Morena para encontrar a muchos otros de su clase.
Ahí está Félix Salgado Macedonio, mejor conocido por el toro sin cerca. Trata a su hija como si fuese un trofeo, algo de su propiedad. No miento. ¿Han visto ustedes el video donde se le ve jaloneando a su hija para que muestre su nueva oficina como gobernadora? Ese acto denota el prototípico sometimiento de la mujer mexicana.
Morena se ufana de ser feminista. No lo es. Sale en defensa de la mujer cuando hay un interés político de por medio, no por el valor intrínseco que tienen estas como féminas.
La mujer no le importa a este gobierno. Nos vilipendian, violan, azotan y asesinan. La 4T es machista, misógina y repleta de barbajanes, y su odio es infinito y lo demuestran a diario.
Verónica Malo el Twitter: @maloguzmanvero