Es prácticamente un hecho que Morena se llevará cinco de seis gubernaturas en las próximas elecciones del 2022, aunque, en una de esas, puede ganar Aguascalientes. No es fácil, pero tampoco es imposible, máxime cuando paradójicamente el mejor aliado es el PAN.

Me explico, Morena competirá en Aguascalientes con cuatro partidos en coalición, mientras que, el PAN, lo hará sólo. En teoría la expresión guinda luce sólida, no obstante, Acción Nacional se sintió sumamente capaz de jugársela sin aliados a sabiendas que las tendencias se cargan a su favor. Sin embargo, la clave puede estar en la elección interna del blanquiazul.

Marko Cortés ha mostrado su incapacidad como dirigente nacional, producto de ello, no tiene control de los órganos internos del partido. Su inmadurez le cobrará factura y, llegado el instante, es casi un hecho que habrá división en el seno panista por la designación del candidato en Aguascalientes.

Justo en el momento clave por la decisión del candidato, Teresa Jiménez y Toño Martín del Campo juegan una batalla campal que dejará, sin lugar a dudas, saldos negativos capitalizados en una profunda división de votos que irán a parar a otra causa.

El tamaño puede ser, llegando el instante, suficientemente decisivo como para perder la entidad e inclinar la balanza al minar una buena parte de las preferencias que quedarían en la orfandad a manos de Morena.

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Esa percepción depende, en gran medida, del tamaño del impacto suponiendo que habrá renuncias y desbandada para cargar el voto a Morena y evitar que gane el PAN.

Repito, eso no lo sabemos a ciencia cierta, pero, lo que sí es un hecho, es que Marko Cortés no tiene el control o, más bien, no ha sabido conducirse con inteligencia ni con estrategias y tendrá que enfrentar, dentro de muy poco, el desdén de la crispación cuando llegue el instante preciso de ungir a un candidato.

Y es que, de acuerdo con los estudios previos, la ventaja del PAN a la alianza Juntos Hacemos Historia, es relativamente corta. Los separan de 11 a 13 puntos, prácticamente una cifra superable.

Ahora, hay que reconocer que los números se moverán; el PAN muy probablemente sufrirá un choque interno dentro de lo que trasciende y se percibe. Hay versiones que nos hacen reflexionar que pasará considerando que un precandidato del PAN salga y represente a otro partido ante la fractura inminente.

Primero, habría que evaluar el tamaño de la fractura para saber, en una estimación, cuántas posibilidades tiene Morena de poder ganar. El hecho de que habrá división, en automático sabemos que, el voto, se dividirá y, en una de esas, Morena puede capitalizarlo si actúa con prudencia y estrategias para jalar el voto de aquellos que se sientan traicionados.

Si Marko Cortés no asume una responsabilidad equilibrada, entonces habrá condiciones para que Morena se convierta, en las próximas elecciones, en un partido más competitivo en Aguascalientes.

En estos momentos está en segundo lugar; empero, el panorama puede dar un giro y reducir las posibilidades para Acción Nacional por el daño irreparable que se augura luego de la división que políticamente es inevitable en una lucha sin cuarteles entre los grupos internos.

Por esa razón, se abre la esperanza en Morena de que, el próximo año, se lleve carro completo. Tomará un mes o menos para saber el desenlace de una situación que es muy probable suceda.

Así, Morena puede ganar Aguascalientes. Veremos qué pasa en los próximos días, no obstante, parece inexorable la conclusión de la trama o, más bien, del laberinto en qué se metió Marko Cortés por su ineficiencia, lo que ha provocado crisis, inestabilidad e incompetencia. Le quedó grande la dirigencia al michoacano.

Él mismo lo reconoció: somos favoritos únicamente en Aguascalientes. Pero, ojo, en un descuido Morena puede capitalizar el voto cuando se tomen las decisiones en el PAN que, lo más seguro que pase fiel al estilo tradicional, es que sea por dedazo.

Javier Lozano en Twitter: @JavierLozanoMor