Ante el escenario tan ríspido de las elecciones internas de la Cuarta Transformación, en pos de escoger a sus coordinadores nacionales y estatales de los comités de defensa respectivamente, el presidente nacional de Morena, Mario Delgado, ha advertido en diversas ocasiones que no permitirá la fractura del movimiento, ni la creación de corrientes políticas dentro del partido.

Estas declaraciones ahondan en el imaginario de los morenistas, ante una actitud política fraccionaria que comienza a ser la constante de algunos compañeros, solo basta ver el comportamiento de importantes personajes del partido como Mejía Berdeja, Marcelo Ebrard… y hoy Clara Brugada y sus “simpatizantes”, mismos que de manera constante han demostrado que el principio programático de impedir tendencias a lo interno de las estructuras partidarias puede ser violado a voluntad.

Así como en su momento Marcelo Ebrard anunció con bombo y platillo la creación de su asociación civil, después de perder las encuestas del proceso interno de Morena y aliados para lograr la candidatura a la presidencia en 2024; hoy el equipo de “puros” en la capital, trabajan de manera sistemática en la misma lógica en contra del aspirante puntero en la ciudad para coordinar los trabajos de la Cuarta Transformación, Omar García Harfuch, y cual si fueran una corriente preparan el terreno para intentar crear un cisma dentro de las filas de la 4T.

Tal es el caso que el 18 de octubre, un grupo de intelectuales y periodistas publicaron un segundo pronunciamiento en favor de la exalcaldesa de Iztapalapa titulado “Para continuar la Transformación la ruta en la Ciudad de México es Clara” (sic), en donde como eje central de su estrategia, apuestan por ganar el afecto de las personalidades y no del pueblo. Y aunque su estrategia es denostar, descalificar y hasta insultar, con argumentos tan absurdos como el origen familiar, la propuesta del resto de los aspirantes es propositiva de unidad y construcción.

Aunque la posición de Mario Delgado a nivel Nacional y de Sebastián Ramírez en la Ciudad de México, ha sido en todo momento la de llamar a la cordura priorizado la unidad, tratando de apagar el fenómeno fraccionalista, estos también han sido enfáticos en señalar que en el partido no hay espacio para corrientes y movimientos. Aunque parece que nuestros compañeros del “ala dura” del partido, con su actuar, se han empeñado en violentar de manera constante los estatutos del mismo.

Las columnas más leídas de hoy

Tristemente el actuar de los compañeros hacia la militancia, las estructuras de gobierno y en los medios tienden a la abierta construcción de corrientes, sin embargo, este principio cuasi trotskista de romper la unidad de la estructura parece fracasar, ya que el grueso de la militancia y el partido apuesta no solo a ganar la elección presidencial y las gubernaturas, sino a ganar el 66% de las cámaras y hacer vivo el llamado del presidente López Obrador de alcanzar el llamado; Plan C

Aunque los amigos de los autodenominados “puros” del partido, insistan en mantener posiciones agresivas que atentan contra la unidad del movimiento, el resto de los compañeros estamos dispuesto a construir el Segundo Piso de la Cuarta Transformación, por lo que camaraderílmente hacemos un llamado al respeto de la decisión del pueblo y a generar un ambiente de madurez política entre los aspirantes y sus simpatizantes.

Es prudente señalar que, desde esta trinchera, en todo momento hemos estado en contra de la creación de corrientes al interior del movimiento y de su expresión electoral: Morena; no solo porque los propios estatutos en su artículo 3° lo prohíben, sino porque tienden a la fractura de cualquier estructura.

Es por esto que debemos estar alertas de cualquier intentona de división, la propia historia de la izquierda así lo confirma, es tiempo de definiciones, pero definirnos por la 4T, es definirnos por alcanzar el Plan C.

X: @juanrubiog

Colaboración especial para SDPnoticias de agendapropia.mx, portal especializado en asuntos sindicales