El partido Movimiento Ciudadano (MC) de Dante Delgado tiene una gran disyuntiva de cara a las próximas elecciones: la oportunidad de consolidarse como un activo político-democrático o seguir siendo un partido oportunista y mercenario al servicio del mejor postor.
Desde los comicios de 2021, MC decidió no hacer alianza con ningún partido político y aseguran que así se mantendrán hasta la elección presidencial de 2024.
Actor o comparsa
En la elección del 2021 el descontento ciudadano por el fracaso de diversas políticas públicas del gobierno de López Obrador y los problemas de algunos candidatos de Morena, impresentables, como en el caso de Nuevo León, abrieron paso para que MC ganara la gubernatura de ese estado y varios distritos electorales, principalmente en el estado de Jalisco, su principal bastión. Se puede decir que la estrategia les funcionó y lograron afianzarse como una opción política.
Con esto AMLO vio la alternativa de convertir a MC en su ”Plan B” y así, en 2024, tener dos candidatos en la boleta: Morena con Claudia Sheinbaum o Adán Augusto López, el verdadero tapado, y Marcelo Ebrard, que a estas alturas todos saben que no será el candidato de Morena, postulado por MC, en mancuerna con un fuerte aliado de Dante Delgado, el senador Ricardo Monreal -que también es sabido que no será candidato de Morena, ni a la presidencia, ni a la jefatura de la CDMX- pero que seguramente sería candidato de MC para la CDMX.
Sin embargo, en los seis estados donde se llevarán al cabo elecciones el próximo 5 de junio, MC no tiene ninguna oportunidad de ganar y pareciera que, en todos ellos, están haciendo la prueba para ver cómo funciona la estrategia del Plan B de AMLO para 2024.
Hacer historia
Pero, dejando a un lado el tema electoral, cuando la oposición, a la que también se sumó con dignidad MC, rechazó la iniciativa de reforma a la industria eléctrica de AMLO, realizó un ejercicio que podría considerarse como un parteaguas en la vida política de México al detener la ambición absolutista de Andrés Manuel, y esa unión, con voluntad política y amor a México, se podría repetir en las próximas elecciones.
En un buen ejercicio, el escritor Héctor Aguilar Camín, muestra cómo podrían ser las elecciones si MC se sumara a la oposición. Citando los números del periodista, en Tamaulipas, Morena tiene 50%, pero la alianza PRI/PAN (39) y MC (11) darían también 50%. En Hidalgo, Morena tiene 45%, pero la alianza PRI/PAN (41) y MC (14) darían 55%. En Aguascalientes, la alianza PRI/PAN tiene 42%, con MC (13) tendrían 55. Morena tiene 36%. En Durango, la alianza PRI/PAN tiene 46, con MC (11) tendría 57. Morena tiene 42%. En Oaxaca, Morena tiene 41%, pero PAN (13), PRI (28) y MC (10) suman 51%. Quintana Roo, Morena aventaja con 48%, pero los votos de PAN (27), PRI (12) y MC (9) sumarían también 48%.
Sumar o dividir
Es el momento para que Dante Delgado y su partido evalúen qué pierden y qué ganan si apuestan por una alianza opositora. De los estados donde habrá elecciones, solo dos elegirán también alcaldes (Durango) y Congreso local(Quintana Roo). Si MC va en alianza en estos dos estados podría lograr una mayor presencia local y la posibilidad de ganar algunas alcaldías y diputaciones locales, si no se suma y va solo, les será mucho más complicado.
En los otros estados donde se eligen gobernadores, su participación es meramente presencial, no tienen ninguna posibilidad de ganar, pero lo único que hacen es dividir el voto a la oposición fortaleciendo a Morena, principalmente en Durango con su candidata Patricia Flores, que ha decidido debilitar al candidato del PRI, o en Quintana Roo, donde su candidato, un morenista al que no le dieron la candidatura, se pasó a MC, es decir, aquí se implementa la estrategia del Plan B y juegan a dividir la oposición.
Otro factor que MC debe de considerar es lo que pasó con el PRD, el partido que dirigió y que hizo dos veces candidato a la presidencia a AMLO, y que, después de utilizarlo, literalmente lo debilitó y lo tiró. Lo mismo le puede pasar a MC si mantienen su posición de seguir haciendo el juego al presidente y a Morena, los utilizarán y los botarán.
En 2022 MC no ganará absolutamente nada, pero quizá su interés sea quedar bien con Palacio Nacional, lo mismo en las elecciones del 2023 en el Estado de México y Coahuila, donde MC tiene una mínima presencia electoral y sin alianzas serán como un invitado de palo y lo poco que hagan, serviría para favorecer a los candidatos de Morena.
Movimiento Ciudadano puede decidir convertirse en un demócrata por México pero también puede venderse más caro apoyando la alianza ahora y ser el fiel de la balanza en el 2024, al tener tres caminos: Con Andrés, con Ebrard o con la Alianza.