Rumbo al Día Internacional de la Mujer, o #8M, hablemos de las mujeres que después de haber estado en la aviación, han brincado a la escena política del país.
El personaje más destacado es sin duda Alejandra Barrales, conocida por sus más íntimos como “la negra”. Su brinco del avión a la política fue rápido, pero no abrupto, pues mediaron nueve años de vida gremial en la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA).
Su historia fue narrada por ella misma en su autobiografía “Mujer de palabra. Una historia en la Ciudad” (Editorial Atrament, 2018). En su prólogo, Guadalupe Loaeza dice:
“Este libro […] narra la historia de una luchadora social que ha trabajado por las causas que han hecho de la Ciudad de México un sitio de libertades y de conquistas civiles […] en estas páginas hablan otras voces: la de sus familiares cercanos, la de algunos amigos de la infancia, la de colegas sindicales y de otros partidos políticos…”
Guadalupe Loaeza
El libro fue publicado hace más de tres años, como parte de su campaña político electoral en la que contendió por la Jefatura de Gobierno de la CDMX, encabezando una alianza inédita en la capital del país entre el PAN y el PRD.
Aunque lo parezca, Alejandra Barrales no es la única sobrecargo que ha llegado a representante popular, o ser parte de alguna dependencia gubernamental. En efecto, algunas de ellas -la mayoría- gracias a que Alejandra “las jaló”, como parte de su “equipo de trabajo”; casi en su totalidad, ex sobrecargos de Aeroméxico, y sólo una de Mexicana de Aviación. Eso sí, todas relacionadas al Sindicato de Sobrecargos. Así es que los invito a conocer, aunque sea en una primera impresión, a estas mujeres que hicieron equipo, para pasar de ser sobrecargos, a estar dentro de la nómina del erario del país.
La historia del ingreso de Alejandra a la política se da bajo el manto protector de otro miembro de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), Francisco Hernández Juárez, Secretario sempiterno de los telefonistas. Él la lleva a una reunión con la entonces Jefa de Gobierno Rosario Robles, que pasó de Secretaria de Gobierno a Jefa de la Ciudad, tras la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas, para contender en las elecciones presidenciales del año 2000.
Era época de “acomodo político”, y desde el gobierno de la capital le proponen realizar “una obra social” para poder aspirar a una diputación federal por la vía plurinominal (sin necesidad de hacer campaña). Alejandra sabía que en ese momento el Distrito Federal se pintaba de amarillo y negro, y que una candidatura de ese tipo era oro molido. Entonces convenció al gremio de sobrecargos a ceder aumentos salariales y contractuales, a cambio de construir una Guardería para los hijos de los sobrecargos.
Aunque la idea era buena y hubiera sido de invaluable ayuda para los sobrecargos, tengo que decirles que el edificio nunca funcionó, a pesar de haber sido totalmente terminado.
Cubierto el requisito de la obra social, Alejandra Barrales obtuvo una curul, y ellos no fue obstáculo para continuar como Secretaria General del Sindicato. Desde ese momento empezó a llevar sobrecargos a trabajar con ella. Y aunque dejó de ser representante sindical en 2001, siguió convocando sobrecargos a las diferentes carteras que ocupó: Secretaría de Desarrollo Social del Estado de Michoacán; Diputada local en la III Legislatura de la ALDF; Secretaría de Turismo del Distrito Federal; Diputada local en la V Legislatura de la ALDF; Secretaria de Educación del Distrito Federal. De todas las personas que convocó Alejandra, hoy quiero destacar a las siguientes, ya sea por el puesto que alcanzaron en su momento, o bien porque al día de hoy, siguen “activas” en la función pública:
- Dinorah Cipactli Pizano Osorio
- María del Rocío Palacios Romero
- Freyja Doridé Puebla López
- Lorena Martínez Viana
- Leticia Esther Varela Martínez
A la única que no llevó a la política, porque están peleadas desde que ambas eran parte de la ASSA, fue a Lizette Clavel Sánchez, entonces Secretaria de Prensa del sindicato. Sobrecargo de Aeroméxico, Secretaria General del sindicato de 2008 al 2011, luego diputada Local por el Partido del Trabajo (PT) y ahora está buscando la formación de un nuevo partido político “México Republicano”.
Dinorah Pizano fue sobrecargo de Aeroméxico y Secretaria de Relaciones del sindicato en 2007. Pizano ha sido Directora Ejecutiva de Servicios Estudiantiles y Directora General de Bibliotecas en la Secretaría de Educación de la CDMX; fue Diputada de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal por el distrito XVII de la Alcaldía Benito Juárez, donde fue Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, por citar algunos; ahora está en el Partido Verde.
María del Rocío Palacios, también fue sobrecargo de Aeroméxico, y también representante sindical. Secretaria de Prensa en 2007. Secretaría de Turismo del D.F. bajo el mando de Alejandra, como Directora de Administración del Fondo Mixto de la Secretaría de Turismo.
Freyja Doridé Puebla López, sobrecargo de Aeroméxico, Secretaria Tesorera, y de ahí a Directora General del Instituto de Educación Media Superior del Distrito Federal. Hoy se desempeña como Coordinadora de enlaces en la Subsecretaría de Educación Media Superior de la Secretaría de Educación Pública.
Lorena Martínez Viana. Sobrecargo de Mexicana. Estuvo en la V Legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, como Directora de Servicios Generales y después estuvo como Directora de Integración Técnico Pedagógica de la Secretaría de Educación Pública, hasta el 2018.
Leticia Esther Varela Martínez, sobrecargo de Aeroméxico. Fue vocal de la Comisión de Vigilancia del Sindicato de Sobrecargos y Secretaria Tesorera del Sindicato, después fue Directora del Fondo Mixto también durante la gestión de Alejandra, diputada local por el partido Morena y ahora está al frente de una Brigada de Vigilancia Animal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
Como podrán darse cuenta mis estimados lectores, no han sido pocas las compañeras que pasaron por las empresas Aeroméxico y Mexicana. Todas las mencionadas en estas líneas tuvieron algún cargo en ASSA y la gran mayoría hoy ocupa algún cargo político o administrativo.
Acompañado de mi reconocimiento que como mujeres merecen, siempre habrá un ojo crítico de mi parte, que aplaudirá sus aciertos, y pondrá el dedo en la llaga en caso contrario. Suscribo la frase “entre mujeres nos ayudamos”, pero nunca como un salvoconducto o sinónimo de impunidad. Estoy convencida, porque las conozco, de que las mujeres que hoy menciono son lo suficientemente inteligentes y capaces como para “aportar” a la vida democrática, como para responder de todos sus actos como servidores públicos.