ASIENTO RESERVADO
Leo en El País: “Nace un movimiento en apoyo a Claudia Sheinbaum con un pie dentro de Morena y otro fuera”.
Como buen periodista, quiero conocer más detalles, y en el sumario apunta el diario: “Construyendo el Segundo Piso nace liderado por el legislador Ramírez Cuellar, muy cercano a la presidenta, además de asociaciones civiles, empresarios y sindicatos ajenos al partido”.
Sigo leyendo porque me surgen dudas y así comienza la nota: “De las entrañas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ha surgido Construyendo el Segundo Piso. Así han bautizado a la nueva agrupación que reúne a sindicatos, organizaciones sociales y empresarios ajenos a la militancia del partido oficialista, pero que buscan promover el trabajo de la presidenta Claudia Sheinbaum por todo el país, dice Alfonso Ramírez Cuellar, uno de los fundadores y cuadros del partido más cercano a la mandataria. Junto con Eruviel Ávila, expriista, hoy diputado del Partido Verde Ecologista de México, Ramírez Cuellar ha encabezado el lanzamiento con bombo y platillo del movimiento que, sostienen, es ajeno a los partidos políticos. El objetivo, dicen, es difundir y promocionar, junto con los sectores que la apoyaron en campaña, las propuestas más ambiciosas de la presidenta mexicana”.
Estamos, entonces, ante lo que parece ser otro movimiento, ya no el lopezobradorismo, sino, lo podemos bautizar, el claudismo.
¿O me equivoco?
Entonces, sigo leyendo la nota de El País: “Es un movimiento para construir el segundo piso de la transformación. Un apoyo social y político a los grandes programas de la presidenta, Claudia Sheinbaum. Hoy avanzamos en el Estado de México y lo levantaremos en todo el país. ¡Conviértete en constructor y constructora del bienestar!”, se lee en el mensaje con el que Ramírez Cuellar anunció la formación de este movimiento que niega sea una corriente dentro de Morena ni un partido alterno”.
Como la nota sigue diciendo más de lo mismo, me voy a las redes lopezobradoristas y consulto fuentes.
Entonces leo una publicación enorme (no entiendo por qué X ya permite que escriban libros en la red), de Federico Bonasso. Solo reproduciré un fragmento porque es demasiado largo:
“Creo que aún estamos a tiempo. Me refiero a no dividirnos en el campo del obradorismo. La 4T es el espacio de transformación más importante que ha habido en este país desde hace un siglo. Hay que cuidarla. Pero cuidarla y respetarla exige un compromiso: señalar lo que no nos parece. Si la embalsamamos, si la convertimos en una iglesia, si dejamos de cuestionar algunas decisiones de sus dirigentes, no estaremos cuidando a la 4T, sino traicionando al movimiento popular. Si seguimos por el camino del todo o nada, en el cual no cuestionamos algunas medidas que son claramente regresivas, o conservadoras, (ejemplo: la prisión preventiva oficiosa), es allí donde estaremos haciéndole el juego a la derecha. Sin darnos cuenta. Callarse es hacerle el juego a la derecha. Desviar la mirada ante la acumulación de “inconvenientes”; eso es hacerle el juego a la derecha. Porque perder los escrúpulos, despreciar a los derechos humanos, ningunear los valores de la izquierda, para pelear solamente por el poder; estigmatizar compañeros valiosos que han aportado tanto al movimiento, eso, es hacerle el juego a la derecha. El idealismo tiene sus límites, lo concedo. Pero el pragmatismo también. Si todo es pragmatismo, nos convertimos en instrumentos del poder y no del cambio profundo. La transformación profunda exige, en determinados momentos, dar batallas éticas”.
Mi duda es por qué Bonasso no ha escrito nada sobre el nacimiento del claudismo y todo lo reduce a “no dividirnos en el campo del obradorismo”.
Al parecer, para él, el presidente de la república sigue siendo Andrés Manuel López Obrador.
Lo cierto es que desde el 1 de octubre, hay una presidenta con a, quien por cierto salió de gira internacional, algo que no solía hacer el expresidente AMLO, más que cuando Donald Trump lo orilló a estar en la Casa Blanca.
Por lo pronto, veremos caras incrédulas en el lopezobradorismo que pensaban que todo era un solo movimiento. Y es que, si ahora ya hay dos: ¿usted en cuál está?, ¿o sigue creyendo que siempre será solo uno?
Puntilla: ¿y si se les cae la ministra del pueblo?, ¿y si nadie vota por la plagiaria?