La ley de la oferta y la demanda parece no funcionar en el trasporte de la zona metropolitana de Monterrey. Mientras el gobierno estatal en sus diversas presentaciones del informe de gobierno presentó el aumento de unidades de transporte para la densa demanda del servicio por parte de la gente ahora resulta que el costo del servicio aumento, ¿pues a qué estamos jugando?

En el sexenio del gobernador Jaime Calderón, el senador, ahora gobernador, Samuel García desgarraba sus vestiduras cuando El Bronco propuso un aumento a las tarifas de transporte pues consideraba que era necesario para mantener el servicio que se tenía en ese entonces. En ese momento no había la carretada de quejas que hay ahora por el transporte en el estado y le puede sumar la cantidad de adeudos que se supone se tienen por el mismo concepto hacia los transportistas.

Si hace falta un ajuste de las tarifas para optimizar el transporte, deberían de anunciarlo, así como anuncian lo de Capullos, y en su momento anunciaron lo de Tesla, la presa Libertad o el segundo acueducto del cuchillo.

Imagine al gobernador anunciando que se hizo un análisis minucioso del transporte y para brindar un servicio de calidad acorde a lo que necesita la ciudadanía regia tienen que subir el costo del transporte.

Haciendo un cálculo ranchero, el costo del transporte aumentó de 12 a 15 pesos, es decir un aumento de 20%. Tres pesitos por viaje si haces 4 viajes diarios es como si se pagara un viaje extra de los actuales. La persona que hace 4 viajes tiene que pagar como si hubiera hecho 5 con la tarifa actual. Con una semana laboral de 6 días en un mes en lugar de pagar 96 viajes estaría pagando el equivalente a 120 viajes. En pesos seria pagar 1,440 en lugar de pagar 1,152. Esos 288 pesos es la diferencia entre comer carne, huevo o solo frijoles uno de los días de la semana.

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Viéndonos benévolos y entendiendo que el aumento tenía que pasar desde tiempos de El Bronco, el servicio debería de ser mucho más eficiente y no lo es así y eso lo denotan las largas colas que hay al momento de esperar el transporte.

Según varios medios hay largas filas al momento de esperar el camión y que lo que antes se hacía en un par de horas, ahora se hace en 4 o más. ¿Cuál sería la reacción de usted si le aumentan el precio de un servicio y ahora, además de eso, está peor que en otros tiempos?

El que el transporte cueste más y que la gente pase más tiempo transportándose afecta directamente a las familias. Menos tiempo de convivencia, menor calidad de vida y en algún momento esto puede traer como consecuencia violencia familiar por el aumento del gasto o cansancio de las personas al no llegar a su casa de una manera más ágil y segura.

No sé si con la compra de unidades chinas se pueda cubrir la demanda de transporte y cual sea la garantía de estas unidades. Para cualquier sistema de transporte se debe de tener, además de las unidades, un inventario de refacciones y talleres que le entiendan a la reparación de esas unidades y es algo que no se ha mostrado en los informes de gobierno. Créame que, si yo fuera gobernador aparte de presumir las nuevas unidades, estaría presumiendo los nuevos talleres para darle mantenimiento a esas unidades garantizando el funcionamiento es de estas, ¿no cree?

A ver qué hace el Congreso de Nuevo León para resolver este asunto pues los agarraron fríos con este rollo. Los senadores y los diputados federales también deberían de levantar la mano en este asunto para beneficio de todos los que hacen que entren recursos al estado, los trabajadores que usan el transporte público. Esperemos que así sea.

¡Ánimo!