El movimiento Menstruación Digna MX logró visibilizar que hay una desventaja para realizar la vida cotidiana comenzando por la desigualdad para acceder a productos de gestión menstrual. Sin embargo, en la primera ocasión que se solicitó dejar en tasa cero el impuesto a tales productos, desde la Cámara de Diputados se advirtió que esto beneficia directamente a las empresas y no necesariamente a las mujeres.
Entre el efecto inflacionario y la ley del mercado, las empresas que comercializan y distribuyen productos de gestión menstrual han mantenido y algunas, inclusive, elevado sus precios. De hecho, desde octubre la Cofece expuso a Kimberly Clark y Essity México por la manipulación inflada de precios a tampones, pañales y otros productos de gestión menstrual que pudo costar a los consumidores hasta 73 millones de dólares en precios inflados de forma artificial.
Consumidores que principalmente son mujeres y quienes enfrentaron además los peores efectos económicos de la pandemia. Aunque la Comisión Federal de Competencia Económica ya multó a esas empresas por poco más de 15 millones de dólares, la presión económica para las mujeres sigue siendo exactamente igual.
Los precios en línea y tienda de varios productos de gestión menstrual en tiendas de autoservicio y farmacias continúa siendo el mismo de diciembre y de octubre del año pasado. En octubre se aplicaron las sanciones por precios inflados. En diciembre sería el último mes con IVA en aquellos productos.
Al 3 de enero nada ha cambiado y algunas líneas de toallas aumentaron sus precios.
La última reforma en el Paquete Fiscal a la Ley del IVA acordó sujetar estos productos a tasa cero, con la intención de que fuesen más baratos y eliminando el traslado del impuesto a las consumidoras finales. Por ejemplo, si el precio era de $50 antes de diciembre, a partir de 2021 tendría que ser de $43.10. Lo que era el IVA, en el ejemplo $6.90, se lo están quedando como utilidad dichos establecimientos.
En Walmart, las toallas Kotex nocturnas cuestan $73.00 igual que el año pasado, las Always suave de 10 toallas están en $29.50 . En la Comercial Mexicana, Mega, Soriana, las Saba cuestan $61.20 y las Saba nocturnas cuestan $76.70 . Las “Saba extralarga buenas noches” pasaron de $78.70 a $80.30, de plano.
Si el producto cuesta lo mismo o hasta más, claramente, no hay beneficio para las mujeres y mucho menos una política de salud que pueda combatir las brechas de desigualdad que se crean entre hombres y mujeres solo por menstruar. Las mujeres siguen gastando mucho más por el simple hecho de ser mujeres . Y ni hablar de las disposiciones que reformaron a la Ley del IVA, que terminaron beneficiando a hombres empresarios dedicados a este rubro.
Essity México es la dueña de Saba, los mismos que fueron multados por inflar artificialmente sus costos. Hoy gozan de un beneficio fiscal vendiendo sus productos todavía más caros que el año pasado. Kimberly Clark maneja la marca de Kotex y pañales que también registraron sobreprecio y que mantuvieron en este 2022 los mismos precios o más altos que el año pasado.
Empresas que odian a las mujeres, expertos en burlar la ley y evasores profesionales. Por cierto, la próxima vez que Claudio X. González diga que es “de izquierda” y que se preocupa por las mujeres, bien se le puede recordar que su empresa familiar Kimberly Clark es pionera en violentar económicamente a las usuarias consumidoras de sus productos.
Frida Gómez en Twitter: @FridaFerminita