Una bolsa Bimba y Lola está en la parte baja de la tabla de posiciones de los artículos de lujo. Pero, ni hablar, no deja de ser una mercancía que se adquiere para la ostentación.
Personalmente, no critico ni el lujo ni la suntuosidad, sino todo lo contrario: me encantan porque son fundamentales para el desarrollo de la economía. Cada quien es libre de andar por la vida con aire ostentoso. Abundan los y las ciclistas que practican tan bello deporte por mejorar su condición física, es la verdad, pero que no salen a la carretera sin camisetas de marcas reconocidas, sin zapatos especiales, sin su bicicleta de miles de dólares —aunque esta les sirva solo para pedalear 20 kilómetros a paso de tortuga—. Su lema es “no importa cómo le des, sino cómo te ves”. Cuando pedaleo caigo en tal conducta.
La señorita que exhibe las mentiras en las conferencias de prensa de AMLO decidió ir a votar en la elección de consejeros de Morena. Antes de salir de su casa tomó su bolsa Bimba y Lola —no muy cara, unos 4 mil pesos, pero mejor que un bolso de 700 pesos sin marca reconocida—. A ella no le importaba lo que cargaba, sino cómo se le veía. Y sin duda se le veía muy bien.
Cometió dos pecados Elizabeth García Vilchis:
i. Saltarse la fila, es decir, actuar como persona influyente, que lo es sin duda; después por ahí se dijo que Liz Vilchis lo había hecho porque su niño es autista, lo que de alguna manera le justifica, aunque no lo explicó con toda claridad cuando la cuestionó alguien que la grababa para un video de redes sociales.
ii. Exhibirse como mujer aspiracionista de la colina Del Valle por su bolso de 4 mil pesos marca Bimba y Lola.
(Paréntesis para la gente de Monterrey: en Nuevo León hablar de “la Del Valle” es hacer referencia a las colonias de San Pedro, donde reside la clase alta; en la Ciudad de México “la Del Valle” sería como la Mitras regia, donde viven las personas de clase media trabajadoras y productivas y con ganas de mejorar su situación económica, esto es, absoluta y legítimamente aspiracionistas).
¿Por qué es un pecado ser aspiracional?
En la 4T lo es porque el presidente López Obrador así lo ha decretado. Gravísimo error de Andrés Manuel, no hay la menor duda, y lo pagan con duros cuestionamientos quienes integran su equipo de trabajo y rechazan el absurdo de considerar un valor personal la pobreza franciscana.
Con todo respeto y cariño al presidente de México, la pobreza franciscana no es un valor, sino una mala idea.
Andrés Manuel se ha burlado de la gente aspiracionistas, particularmente la que vive en la Del Valle:
√ “Fífís que no lo son, también. Porque para ser fifí, como dicen en Veracruz, les zumba. O sea, tienen que tener avión propio, yate, vivir en Las Lomas, en Santa Fe —pero en la Toscana—, en el Pedregal, nada de que si vives en la Del Valle ya eres fifí, no, no, no. O sea— hay niveles”.
√ “Esto de que se tiene como doctrina la hipocresía es bastante extendido en sectores de la población, no necesariamente los más ricos, también en sectores de clase media, aspiracionistas. Hay más pensamiento conservador en la colonia Del Valle que en Las Lomas”.
√ “No consumir de manera enfermiza. Si ya tenemos zapatos ¿Para qué más? Si ya se tiene la ropa indispensable, sólo eso. Si se puede tener un vehículo modesto para el traslado ¿Por qué el lujo?”. ¿Si se puede usar bolsa de 700 pesos para que una de 4 mil?
√ “Nadie tendrá derecho a lo superfluo mientras alguien carezca de lo estricto”.
√ “No fantochería —¿como la de una bolsa Bimba y Lola?—, no prepotencia —¿como saltarse la fila sin dar explicaciones convincentes al resto de la gente?—”
√ “Somos libres, pero ya no es el tiempo en que como te veían te trataban; ahora es al revés, ve uno una persona así, muy extravagante —¿con una Bomba y Lola?— y hasta se aleja uno”… —Y después de alejarse se critica, ¿o no esa la situación que sufrió Elizabeth García Vilchis?—.
Creo que nos excedimos todas las personas que criticamos la bolsa de 4 mil pesos de la señorita Vilchis. Para corregir la situación debe Andrés Manuel decir que no es fantochería comprar mercancías de lujo. A partir de ahí, dejar de criticar a quienes aspiran a contar con más patrimonio. Y, si se pudiera, no estaría mal una disculpa a la gente de la colonia Del Valle, donde vivió un reconocido aspiracionista que con mucho esfuerzo llegó a la presidencia de México: AMLO, sí.