Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos.
Jorge Luis Borges
Tanto combatió López Obrador a Carlos Salinas en su época como oposición, que nuestro actual mandatario terminó por parecerse al más desprestigiado de los expresidentes. AMLO ahora en la presidencia, como Salinas en sus tiempos de gloria, ‘hace siempre lo que quiere porque su palabra es la ley’.
Tan iguales ellos, tan caprichosos. Casi como si los hubiera diseñado José Alfredo Jiménez en una noche de bohemia machista. Ese par nomás no entiende de razones andando en la borrachera del poder.
Porque el poder embriaga; más el poder casi absoluto de algunos presidentes mexicanos. En algún lugar escuché (en este preciso momento no me acuerdo dónde), que el poder cambia a los hombres; también, que hay hombres que cambian al poder. Ese par cumple ambas premisas.
No voy a discutir aquí quién ganó y quién perdió de entre los aspirantes presidenciales de Morena con la consulta de revocación de mandato. Es más que obvio que el gran perdedor fue el erario y nuestro tiempo (el mío lo considero valioso). ¡Tanto dinero gastado y solo participó algo así como un triste 17% del padrón electoral!
No triunfó AMLO, desde luego que no, pero no caeré en la ingenuidad de decir que ganó la sociedad civil organizada que le hizo el vacío a la revocación. Tampoco es así.
La gente que no votó de ninguna manera siguió instrucciones de dirigentes políticos, líderes de organizaciones o las voces de intelectuales que sugerían no participar. La gente no fue a las urnas simple y sencillamente porque no tenía sentido. Eso creo yo.
Dicho eso, ¿significa algo la consulta de revocación en términos de la forma en que se elegirá al candidato o a la candidata de Morena? ¡Desde luego que no!, como tampoco tienen importancia en esa decisión las encuestas de los medios.
¿Por qué lo menciono? Pues bien, porque El Financiero aprovechó la jornada de ayer domingo para preguntar a los electores —casi todos simpatizantes de Morena— a quién prefieren como candidato o candidata del partido de izquierda.
Por un mínimo, Claudia Sheinbaum (25%) superó a Marcelo Ebrard (23%), ambos con mucha ventaja sobre Ricardo Monreal (6%) y Adán Augusto López (5%). Y bueno, tal encuesta coincide con el tracking diario realizado por MetricsMX para SDPNoticias: https://www.sdpnoticias.com/mexico/quienes-van-a-ser-los-candidatos-a-la-presidencia-en-2024-resultados-del-tracking-diario-hoy-11-de-abril/.
¿Significa lo anterior que, de seguir los números así, la competencia solo estará entre Claudia y Marcelo, esto es, con los otros dos precandidatos (y quizá otro) eliminados? Por supuesto que no.
Allí es donde digo que Carlos Salinas diría: “No se hagan bolas, la única encuesta que vale es la de AMLO”. Y es que, al final, la candidatura de Morena la dará López Obrador a quien se le pegue su regalada gana. Pa’ que nos hacemos.
En ese sentido, y ya lo he dicho antes, tal vez quien está jugando mejor la pelota sea el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández. Fácil (y no tanto): él está a cargo única y exclusivamente de servir al presidente. ¿Pegarle a Marcelo? ¿Dirigir a Claudia? ¿Ubicar a alguna otra figura? “Lo que usted ordene Sr. Presidente”.
Ya sé, ya sé. Se me dirá que Sheinbaum también, si hasta le he puesto dos apodos: la MiniYo de AMLO y La Regenta, pero la verdad es que desgasta tanto el gobierno de la Ciudad de México que un día sí y otro también se mete en conflictos serios, le correspondan o no, que la sacan de su riel.
Por ejemplo, el caso Gertz Manero le pegó duro a la jefa de gobierno porque la fiscal capitalina —justa o injustamente— fue señalada como cómplice en el encarcelamiento de la señora Alejandra Cuevas. ¿Por qué se metió Ernestina Godoy en ese lío? Nada más porque casi todo lo que pasa en nuestro país tiene que ver con la CDMX.
Adán Augusto participó en otro conflicto del fiscal Gertz, el de su pleito con Julio Scherer. Curioso que la clase política elogiara al titular de Gobernación por su papel de mediador y le aplaudiera después cuando optó por hacerse a un lado.
Y es que intervienen otros factores, me lo parece. Le ayuda a Adán Augusto su temperamento tranquilo y sus formas de viejo político negociador para que se le vea con muy buenos ojos en la clase política, medios de información incluidos. El carácter de Sheinbaum es más de activista —lo ha sido desde muy joven— y por lo tanto tiende al choque y cae mal con facilidad.
De hecho, en el ánimo de los políticos y los comentócratas, Adán Augusto vino a llenar el hueco que dejó Marcelo Ebrard cuando se hizo a un lado y se marginó de Palacio Nacional (también ya lo he sugerido). O más bien lo hicieron a un lado por exceso de protagonismo…. Dicen los que saben que Ebrard cometió el error de sentirse —y parecer— más que el presidente, y eso en política es pecado mortal.
Adán Augusto ha tomado el lugar de Marcelo como el favorito de la clase política y mediática que no ve posibilidades de triunfo de la oposición en 2024, y que por lo tanto desea un candidato de Morena con quien puedan entenderse. Ese parece ser el secretario de Gobernación.
El señor ni sufre ni se acongoja con las encuestas que lo ubican al final de las preferencias.
Y ya después llegará —no pierdo la esperanza— otra encuesta muy relevante que (espero) López Obrador no controle, la de las elecciones presidenciales.
Volvamos a ayer, entonces. En dado caso, ¿podría Adán Augusto solo con las estructuras de Morena que en la consulta de revocación apenas movilizaron al 17% del padrón? Ceteris paribus a lo que institucionalmente tenemos en estos momentos, que insisto no será necesariamente a lo que haya en unos años, la respuesta dependerá del candidato opositor y de que la oposición no se divida.
Y, los lectores dirán muchas cosas, pero solo se ve un perfil competitivo en este momento y es el de Luis Donaldo Colosio Riojas. Pero resulta ser que su dirigente moral, Dante Delgado, no quiere que vaya en alianza con el PRI y el PAN….
Si se cumple el deseo de Dante, Adán Augusto podría hacerla y hasta con facilidad. Si el líder de Movimiento Ciudadano entra en razón, el hoy titular de Gobernación, así como el resto de los precandidatos morenistas, la tendrán muy complicada y tal vez ni Andrés Manuel podrá defenderlos...