Ayer, en este espacio, les empecé a platicar acerca del nuevo reglamento para la Fórmula Uno que entrará en vigor en su totalidad para la temporada 2026.
El aspecto raíz de la nueva normativa gira en torno a las nuevas gasolinas que tendrán que producirse, y que deben, sí o sí, garantizar las mínimas emisiones de carbono fósil a la atmósfera. En este sentido, hoy toca hablar de la Unidad de Potencia de los monoplazas del Gran Circo.
Según las nuevas reglas aprobadas y anunciadas el día de ayer por la FIA, los motores tendrán que ser funcionales bajo la premisa de las nuevas gasolinas; de esta manera, hay aspectos que son novedad en cuanto al diseño de las mismas.
En primer lugar, la Unidad de Potencia de un Fórmula Uno se dividirá en dos partes para su escrutinio de parte de la autoridad reguladora.
La primera parte es la inferior, en donde se encuentran los componentes del bloque motor, es decir, las bielas, el cigüeñal, y todos los elementos auxiliares, que serán revisados minuciosamente por los ingenieros de la FIA para que cumplan con las especificaciones técnicas.
La segunda parte - la superior -, es la que sufrirá más cambios, porque se trata de la zona en la que en el motor se crea la combustión interna, y esos cambios evidentemente obedecen al uso de las nuevas gasolinas; sin embargo y a pesar de que su monitoreo será exhaustivo, los equipos tendrán mayor libertad en cuanto al diseño de este componente, siempre y cuando cumplan y se apeguen a la normativa.
Esta zona de combustión será, para los ingenieros de desarrollo de cada equipo, un área desconocida aún y en la que tendrán que poner mucho ingenio y empeño para que el nuevo combustible, no fósil, pueda brindar las mismas o mejores prestaciones que en los motores actuales.
Un cambio radical con respecto a la actualidad de las Unidades de Potencia, estará en el desuso del MGU-H. Prácticamente será eliminado al ser una pieza que no tendría sentido con el uso de las gasolinas amigables con el medio ambiente. El MGU-H basa su funcionamiento en los gases que emite la combustión interna al quemar el energético, es decir, de la generación de carbono fósil, al transformar esos gases en energía extra para el motor. Con el nuevo combustible, esa pieza es irrelevante y ya no estará en los motores de los monoplazas.
Sin embargo, lo que sí estará presente y con mejoras en cuanto a su rendimiento, es el ERS; es decir, el Sistema de Recuperación de Energía que funciona como una batería recargable que se alimenta de la misma funcionalidad del motor de combustión interna y que, una vez cargada, le otorga al piloto la ventaja de accionar dicha energía para darle un extra al empuje y velocidad punta del coche.
Según las nuevas reglas, el ERS tendrá un aumento en cuanto a su prestación de carga energética que llegará a los 350 Kw y que tratará de compensar la hasta ahora desconocida funcionalidad y prestación de la nueva gasolina en lo que a rendimiento en pista se refiere.
Con estos cambios en la Unidad de Potencia, se busca que la Fórmula Uno contamine en lo más mínimo en los más de veinte GP’s en los que se presenta por todo el mundo cada año, pero sin olvidar que los monoplazas deben seguir mostrando un espectáculo sin igual en cuanto a velocidad se refiere.
Mañana les platico del tema de los límites financieros que los equipos de la parrilla tendrán que respetar de cara a los próximos años, según las reglas anunciadas.
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