Nueva York es una ciudad increíble. Un mosaico de culturas y colores, aromas y sabores que nos llevan desde lo más exclusivo hasta lo más simple. Con el US Open, Nueva York se convirtió en capital del tenis mundial por unos días. Ahora con el Fashion Week se convirtió en la capital de la moda.
Nueva York es a ciudad que ha sido destruida más veces en las películas de superhéroes y que tiene la capacidad de reconstruirse en la vida real con que paso aquel 11 de septiembre con los hechos del ataque y destrucción de las torres gemelas.
Si, Nueva York es muy bonito pero ahora en todos lados huele a marihuana y créame que no es el olor más bonito del planeta.
Tenía mucho tiempo de no ir a Nueva York entonces no me había tocado esta moda de fumar marihuana, pues me dicen que es moda. El acercamiento más fuerte al humo de marihuana me toco saliendo de una estación de metro donde un “newyorkino” le dio un toque pronunciado a su churro y al momento de sacar el humo nos lo “echo” de alguna manera en la cara a mi hijo de 2 años y a mí. Tan fuerte estuvo el toque que mi hijo tosió.
Con tanto humo de mota en algún momento, seguramente, le dimos un toque de manera indirecta.
Qué bueno exista la libertad de que cada uno se fume lo que quiera en el momento que lo desee sin que sea penado o perseguido por la autoridad, pero el olor a mota no es solo por las noches, es 24 horas.
En las mañanas los trabajadores de la construcción se están echando su porrito. En las noches, las enfermeras, según lo que nos dijo un taxista, también se echan su porrito. No hay hora para el churro y creo que tampoco conciencia, pues al final la marihuana tiene un efecto sobre la persona que la fuma. Alarmista, no, pero si con pendiente de los que no fumamos y nos tenemos que aguantar el olor a chemo.
Rentamos un coche y el cuate que nos lo entregó olía bastante a mota y como que eso ya pone en peligro a los demás. Imagine a los trabajadores de Bacardi o de alguna cervecería echándose una cubita o varias o una cheve o varias en horas de trabajo. La marihuana relaja y no hace que estemos en todos nuestros sentidos. Habría que ser más responsable en su uso.
Esto eventualmente sucederá en México por lo que habría que dictar las reglas de juego desde ahora para que la CDMX no apeste a mota como lo hace ahora Nueva York. ¿Usted que cree?