Ahora sí mis estimados lectores, vayan por un cafecito y algo para picar, porque el chisme va a estar bueno. Me invitaron a la presentación de la firma entre la fabricante brasileña de aviones Embraer y la nueva Mexicana de Aviación.
Más allá de todos los detalles técnicos que reportarán en la mayoría de las columnas, hablemos desde lo emocional, esa arista que en lo personal me llama más la atención para desarrollar.
Porque tengo que confesar, como sobrecargo activa (hasta que me liquiden) de la antigua Mexicana de Aviación, no saben cómo me emociona ver de nuevo el logotipo y el nombre de mi empresa. Perdonen ustedes, pero para mí sigue y seguirá siendo mi empresa, pues tengo tatuada la camiseta de Mexicana en el corazón.
Sobre todo me gusta mucho hablar de la historia de la aerolínea, pues forma parte de nuestro importantísimo acervo histórico dentro de la aviación. Lo mismo que Aeroméxico quien cumple 90 años, haciendo oídos sordos a todos aquellos plañideros llantos que dicen que no es la misma empresa.
Técnicamente no lo es; Aeronaves de México no es lo mismo que Aerovías de México, pero su gente, mucha de ella sí es la misma. Ellos, fueron los encargados -y debe reconocerse- de pasar la estafeta, y seguir al día de hoy con el legado de la aerolínea del caballero águila. Así, en el caso de la nueva Mexicana “hay semejanzas maravillosas” como dijeran Armida y Palmerín; existen similitudes, aunque con sus propios detalles.
No tienen idea cuánto me enorgullece que no se pierdan legado e historia de la primera aerolínea del país, y la cuarta más antigua del mundo. Hasta mediados de los años 70′s, se consideraba el año de 1924 como la fecha fundacional de Compañía Mexicana de Aviación.
Así como lo están leyendo, incluso en las famosas “bodas de oro” de Mexicana, se invitó al gran poeta, escritor y periodista Salvador Novo para hacer la crónica histórica de la aerolínea, que al final resultó un libro que lleva por título “La Historia de la Aviación en México”.
Sin embargo, desde de principios de la década de los años ochenta, se le presentó un proyecto muy interesante a don Manuel Sosa de la Vega, el mítico director de la aerolínea; se trató de una investigación que estaba recabando un experto norteamericano en aviación, que tenía la intención de escribir para un libro sobre las aerolíneas latinoamericanas.
Según esa investigación, existen datos de que en 1921 se funda Compañía Mexicana de Transportación Aérea (CMTA), es decir, la “abuelita” de la nueva Mexicana, una empresa que posteriormente quebró; Compañía Mexicana de Aviación (CMA) fue fundada en agosto de 1924, así que se decidió que para fines mercadológicos y publicitarios se adoptase la marca, así quedó el 12 de julio de 1921 como la fecha fundacional de Mexicana.
¿Saben cuál es la diferencia entre una y otra? Que la primera se fundó en la Ciudad de México, mientras que la segunda lo hizo en Tampico; por esta razón esa ciudad se considera la “cuna de la aviación”.
Ahora estamos presenciando un nuevo cambio de estafeta, necesaria tras la forzada bajada de vuelo de la antigua Mexicana, perpetrada a manos del gobierno de Felipe Calderón. El 26 de diciembre de 2023 comenzó operaciones la nueva Aerolínea del Estado Mexicano, que lleva por nombre comercial “Mexicana de Aviación”, logrando con ello continuar el legado en materia aeronáutica.
Es tan claro y contundente, que el director de la aerolínea, el general Leobardo Ávila Bojórquez, durante la presentación en conjunto con Embraer, destacó los 103 años de historia de Mexicana, de su nombre, marca y prestigio, y señaló que sabe que aunque la nueva aerolínea es otra empresa, ellos están comprometidos a continuar con su legado.
Justamente ahí sus palabras me emocionaron hasta la médula; lo digo como alguien que amó a Mexicana, que el día que firmé mi contrato, pensé que de ahí no me iban a sacar sino hasta jubilarme. Lo dice alguien que pasó por el limbo espantoso que conllevó el cese de operaciones; lo digo como una persona que tuvo que reinventarse en el camino; pero lo sostengo con la misma vehemencia con la que puedo afirmar que la aviación me seduce a niveles inconfesables.
Es una industria tan bonita, apasionante y a la vez con muchos vericuetos, que no es fácil de comprender. Como siempre lo digo, no es la tiendita de la esquina, es una concesión que el Estado otorga para que otro sea el que la explote, en este caso, a diferencia del resto de aerolíneas que están concesionadas a particulares, aquí la concesión la detenta la empresa Olmeca-Maya-Mexica, a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Dicho todo esto, entremos a los detalles del evento, que se llevó a cabo en el MRO de la nueva Mexicana, sito en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), y teniendo como ciclorama el avión modelo E 192-E2 de la fabricante brasileña Embraer.
Lo más interesante de este nuevo equipo es su eficacia operacional, sobre todo en el tema de ahorro de combustible. Ya saben que ese es un punto que siempre buscarán las líneas aéreas; consume hasta un 25.4% menos de combustible y lo más atractivo es que genera 50% menos contaminación acústica, esto es, tiene motores más silenciosos.
Sirva de ejemplo decir que en el desfile del pasado 16 de septiembre, aunque no pude ver a los Boeing 727 de la Fuerza Aérea, bien que pude escuchar los motores a una gran distancia. En este caso, este nuevo modelo de equipo es muchísimo más silencioso, lo que ayuda a disminuir la contaminación ambiental.
Para descubrir los aspectos destacables de esta aeronave, literalmente me metí hasta la cocina; en pocas palabras fui a ver los dos galleys, tanto el delantero como el trasero, y puedo contarles que tienen espacio para cafeteras, dos en el galley delantero y uno en el trasero. Ambos galleys tienes sus drenes (dispositivo que facilita la salida de líquidos) e incluso cuentan con hornos; y en ambas estaciones de sobrecargos tienen el panel de control, el cual es touch screen, y puedes controlar las luces interiores, de varios colores.
Así como controlar el clima, poner música y activar los anuncios pre-grabados para el vuelo; incluso les avisa en que fila el pasajero tocó el botón para llamar al sobrecargo. Ya suenan a prehistoria aquellos tiempos en los que uno tenía que ir caminando por el pasillo hasta llegar a la luz prendida de la llamada de sobrecargo; ahora te dicen exactamente dónde.
Tiene tres baños, uno adelante y dos atrás y de hecho el que se encuentra ubicado en el empenaje (la cola) del avión es muy amplio. Como buena sobrecargo me la pasé buscando dónde estaba colocado el equipo de emergencia, el megáfono, la máscara contra humo, el extintor, etc… Porque estuve verificando la amplitud de los compartimentos superiores o “kits”, como les decíamos en la antigua Mexicana de Aviación.
Deben ustedes saber que este modelo se puede configurar con dos clases de avión: ejecutiva y turista, y los espacios entre asientos en clase turistas son bastante amplios, y eso se agradece. Puede transportar 132 pasajeros, lo cual le da una gran ventaja, pues aunque sus dimensiones son pequeñas tiene una gran capacidad.
En el evento de presentación estuvo el director de la aerolínea, el general Leobardo Ávila Bojórquez, y por parte de Embraer estuvo la vicepresidenta de ventas y mercadotecnia para América Latina, Priscila Doro Solymossy.
También se contó con la presencia del director de la Agencia Federal de Aviación Civil, el general Miguel Enrique Vallín Osuna, quien por cierto se me escabulló y ya no pude hablar con él acerca de tema de los exámenes médicos y las licencias de la AFAC.
También acudieron el director del AIFA, el general brigadier y doctor en ciencias administrativas, Isidoro Pastor Román; el comandante del AIFA Seidy Salvador Gallardo, y Jaime Rico Villalvazo, subdirector general de la nueva Mexicana.
Como soy un alma inquieta, aproveché su cercanía y aunque de manera muy informal, intercambié unas palabras con el director de la nueva Mexicana, y hablamos precisamente de la importancia que este tipo de aviones va a tener para el desarrollo de la aviación regional en el país. Y es que en los medios de comunicación, día si y otro también, siguen con la cansina cantaleta de que “Mexicana no levanta”.
Y la realidad es otra totalmente distinta, como lo he dejado plasmado en varias columnas en este mismo espacio. Está planeado que los nuevos equipos de Embraer lleguen durante la segunda mitad del 2025, y lo repito una vez más: ¡no!, no van a llegar de golpe y porrazo todos los equipos al mismo tiempo, irán llegando uno a uno y se integrarán de forma paulatina a la actual flota de la aerolínea.
En resumen, a mí en lo personal me da mucho gusto que tengamos una línea aérea más, y sobre todo que guarde y acrescente el legado de la antigua Mexicana, pero con una historia completamente nueva.
La meta que tienen es llegar a transportar 3 millones de pasajeros. Recordemos que esta aerolínea todavía no cumple su primer año, y tiene tan solo 5 aviones para operar sus 18 destinos. Además, con la llegada de los nuevos aviones se tendrá que incrementar el número de trabajadores directos (1,500) e indirectos (4,500).
¡Enhorabuena!, esto se traduce en más trabajos para los profesionales de la industria aeronáutica. No puedo cerrar sin señalar que todos fueron muy amables conmigo, y yo no puedo más que sentirme orgullosa del trabajo y misión que tienen estas nuevas generaciones.