La Universidad Nacional Autónoma de Mexico continúa siendo, a pesar de las vicisitudes a las que se ha enfrentado en las últimas décadas,  un referente de la educación superior en el país. Este prestigio, sin embargo, no ha estado limitado a la esfera nacional, sino que ha trascendido. La UNAM, hoy como siempre, se encuentra en las fronteras del conocimiento.

La reciente elección de Leonardo Lomelí Vanegas confirma la capacidad de adaptación que siempre ha caracterizado a la UNAM. A pesar de que el presidente AMLO se lanzó en contra de la persona y pasado del rector, la verdad es que Lomelí es un distinguido economista que ha servido con profesionalismo a la gran institución.

En este tenor, quisiera poner el acento en dos cambios destacables de su nombramiento. En primer lugar, celebremos que la Junta de Gobierno de la UNAM, a pesar de los jaloneos internos, se haya decantado por una opción moderada y lejana de los círculos de la política partidista. Con ello se ha confirmado el sentido de independencia de la institución; investida en los valores profesados por los integrantes de la Junta de Gobierno.

En segundo lugar, a manera de referencia histórica, vale destacar que Leonardo Lomelí es el primer economista electo como rector de la máxima casa de estudios. Mientras médicos y abogados habían ostentado el cargo ( lo que había producido tensiones en los círculos académicos en el interior de la UNAM) los economistas habían quedado relegados.

Otro elemento que vale rescatar es el nombramiento de Patricia Dávila Aranda, bióloga, quien será la primera secretaria general en la historia de la Universidad Nacional. Ella será responsable de las gestiones internas de la institución y servirá como apoyo del rector en asuntos de con la rectoría y su relación con la comunidad universitaria y con las facultades.

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El rector Lomelí Vanegas tendrá la labor de dirigir a la UNAM en uno de los periodos de mayor tensión. Tendrá que hacer frente a un poderoso presidente que está decidido a socavar la independencia de las instituciones autónomas, que muestra un profundo desdén por la educación superior, que no cree en la ciencia, que prioriza la ideología personal sobre la evidencia científica y que le ha descalificado por - asi lo dijo AMLO-  estar ligado a Ciro Murayama, Lorenzo Córdova y José Narro: enemigos jurados de la autoproclamada 4T

No hay duda, pues, de que el rector Lomelí deberá buscar mantener relaciones cordiales con el jefe del Ejecutivo y con quien será su sucesora. Sin embargo, deberá también que hacer valer la causa universitaria y poner el alto el nombre de la Universidad Nacional.