Así es la política, como un encuentro deportivo o una pelea de box: hay un solo triunfador (al que le salen muchos padrinos tras su gane) y aunque también, en general solo hay un segundo lugar, de la nada surgen tantas y tantas viudas.

Uno de los fracasos del pasado domingo que más pasó desapercibido, porque todo mundo estaba embobado en la “ola fosfo-fosfo” fue como se quedó vestido y alborotado el secretario de gobierno con licencia Manuel González Flores.

Manuel buscaba ser el diputado “IndePANdiente”, y nada, que en la contienda electoral del domingo perdió con el candidato de la coalición Morena-Verde-PT, Andrés Pintos Caballero quien en el ámbito político es un desconocido.

Mis informantes (que yo si los tengo y los mantengo) me dicen que el artífice del knockout fue el joven operador político Pancho Cerda, de quien se dice le entró al toro a sabiendas que era prácticamente imposible un triunfo en ese Distrito 7 Federal, pero hizo un trabajo político de precisión, y con ello salva un poco el pellejo de Morena en el estado.

Otro salvataje de este mismo operador fue su acción quirúrgica con la que logró rescatar el distrito local 20, ya ve usted que el partido de AMLO, al menos en Nuevo León, quedó por los suelos.

Morenistas en el estado, por otro lado me dicen que va en serio la petición para que Judith Díaz, la super delegada, ponga su renuncia ante la debacle, aunque aceptan que la mala elección del equipo de campaña de Clara Luz fue otro error.

Pero lo principal es que de 6 distritos federales que tenían Morena en el 2018, perdieron nada mas todos, aunque Díaz prometió a su jefe en México que iba a ganar no 6 distritos, sino 10.

¿Y luego? La tragicomedia va para largo, así que agarre asiento, lugar y tabla, con sus palomitas porque esto se va a poner bueno.

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